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sábado, 21 de abril de 2012

El desastre de Port Chicago

Buscando información para la entrada sobre Doris Miller me tope por casualidad con esta historia, que ha pasado prácticamente desapercibida para los libros de historia.

  Pues bien, en la Segunda Guerra Mundial, Port Chicago en California, servía como depósito de municiones, bombas y otros explosivos, donde llegaban los barcos que abastecían a las tropas estadounidenses que peleaban contra los japoneses en las islas del Océano Pacifico.


En esa base naval de la Bahía de San Francisco existía la segregación racial, como en el resto del ejército de EE.UU. Los marineros de color mandados por oficiales blancos realizaban la peligrosa y muy dura tarea de cargar los buques con municiones para el frente.
Hasta 18 toneladas de material por día y buque, se podía llegar a cargar. Teniendo en cuenta el gran peso del material explosivo y lo delicado de su manejo son cantidades muy grandes, sin contar con la presión a la que eran sometidos los marineros por sus oficiales, que realizaban apuestas para ver quien cargaba más material al día.Y por supuesto con muy pocas medidas de seguridad.


El 17 de julio de 1944 los trabajos se realizaron con normalidad durante el turno de día y fue por la noche cuando se produjo la fatalidad. Un incidente desconocido al momento de cargar uno de los buques provocó una explosión de unas dimensiones tan grandes que en rompió cristales y dañó edificios por casi toda la bahía de San Francisco y acabo con la vida de 320 personas.


Pasadas las diez y cuarto de la noche, una explosión en cadena se propagó por el puerto mientras los marino afroamericanos cargaban los explosivos en el carguero E.A. Bryan. Aún hoy no se ha podido averiguar como ocurrió la explosión, pero en los días previos se produjeron varios accidentes mientras se subía la carga a bordo del carguero Bryan, que ya tenía en sus bodegas más de 4.000tm, de municiones. Además de las 320 vida, la explosión hundió dos barcos, voló en pedazos 365 metros de muelle e incluso algunos aviones que sobrevolaban la zona vieron trozos volar a varios miles de metros de altura.


El mayor número de bajas fue de marinos afroamericanos. Dos terceras partes de los que murieron eran marineros de color y la explosión hirió a otras 390 personas. Fue el incidente domestico que más vidas cobró durante toda la guerra.
Tras el hecho a los oficiales blancos les dieron 30 días libres, pero los negros en cambio, recibieron la orden de regresar al trabajo. Por este hecho y por la falta de seguridad un gran número de marineros afroamericanos se negó a seguir trabajando, hasta que se solucionaran los problemas, lo que provocó lo que se llamó "El motín de los cincuenta de Port Chicago". Pero eso es otra historia, también muy interesante...

Marineros que sobrevivieron al incidente y que posteriormente se negaron seguir con el trabajo

Memorial a los muertos en la explosión de Port Chicago.
Ahora una serie de fotografías posteriores al incidente que muestran la brutalidad de la explosión:

















Para saber más:

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