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lunes, 7 de mayo de 2012

BMW afronta su pasado nazi

A diferencia de otras marcas alemanas muy conocidas en el mundo, como la empresa de seguros Allianz o el banco Deutsche Bank, o Volkswagen, la compañía bávara no hizo acto de conciencia y en su memoria histórica se velaba el pasado nazi de la familia propietaria y, sobre todo, se evitaba recordar los miles de trabajadores forzosos que se emplearon en sus fabricas o peor aún, el uso consciente de cientos presos del primer gran campo de concentración nazi edificado en Dachau.


Para la Luftwaffe alemana durante la Segunda Guerra Mundial fabricaron principalmente motores de aviones, los famosos BMW 801 para los bombarderos Junkers JU-87 Stuka o los JU-88, tan importantes durante la Batalla de Inglaterra. También eran los fabricantes de la conocida motocicleta, la fiable, rápida y robusta BMW R71, tanto sencilla como con sidecar, desde donde el soldado disparaba mientras el motorista conducía a toda velocidad y muy utilizada tanto en el frente del este como en las campañas del desierto por las unidades motorizadas. Fue un modelo copiado por muchos ejércitos, incluso el soviético.


La política de rearme de Alemania decretada por Adolf Hitler nada más llegar al poder puso a toda la red industrial y mercantil del III Reich a producir las armas y los vehículos que sus ejércitos necesitaban. La ingeniería bávara ya era apreciada antes de la Primera Guerra Mundial, entre las fábricas de automóviles y motocicletas destacaba esta marca, Bayerische Motoren Werke, (“Fábricas bávaras de motores”).



Pero tan solo después de mas de 70 años la marca no ha afrontado de forma clara su pasado nazi, desde la emisión de un documental en 2007 sobre el papel de la familia Quandt en el II Reich, el clan de empresarios encargó un estudio exhaustivo sobre la empresa y que ha permitido hacer pública la verdadera relación de BMW con el nazismo.

Para saber más:
Wikipedia
Historia Siglo XX

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