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miércoles, 13 de junio de 2012

¿Hola a las armas?

En diciembre de 1941, después de que el premier británico Winston Churchill llamaba a sus compatriotas a luchar y resistir, algunos miembros de su plana mayor se reunían a sus espaldas con representantes de la Francia de Vichy, colaboradora de la Alemania nazi.

¡Merecemos la victoria!
Su intención era discutir la posibilidad de armar a varias divisiones del régimen galo en caso de que los alemanes se retirasen de Francia. El descubrimiento del archivo militar de alto secreto que lo revela corresponde a Eric Grove, profesor de Historia Naval en la Universidad de Salford.

El Mariscal Petain saluda a Hitler en París
 El 13 de mayo de 1940, Churchill se dirigió en un histórico discurso a la Cámara de los Comunes, solo tres días después de ser elegido primer ministro, tras la dimisión de Chamberlain:

...Debemos recordar que estamos en las fases preliminares de una de las grandes batallas de la historia, que nosotros estamos actuando en muchos puntos de Noruega y Holanda, que estamos preparados en el Mediterráneo, que la batalla aérea es continua y que muchos preparativos tienen que hacerse aquí y en el exterior. En esta crisis, espero que pueda perdonárseme si no me extiendo mucho al dirigirme a la Cámara hoy. Espero que cualquiera de mis amigos y colegas, o antiguos colegas, que están preocupados por la reconstrucción política, se harán cargo, y plenamente, de la falta total de ceremonial con la que ha sido necesario actuar. Yo diría a la Cámara, como dije a todos los que se han incorporado a este Gobierno: «No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor».

Tenemos ante nosotros una prueba de la más penosa naturaleza. Tenemos ante nosotros muchos, muchos, largos meses de combate y sufrimiento. Me preguntáis:
¿Cuál es nuestra política?. Os lo diré: Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos. Esta es nuestra política.

Me preguntáis; ¿Cuál es nuestra aspiración?. Puedo responder con una palabra:
Victoria, victoria a toda costa, victoria a pesar de todo el terror; victoria por largo y duro que pueda ser su camino; porque, sin victoria, no hay supervivencia. Tened esto por cierto; no habrá supervivencia para todo aquello que el Imperio Británico ha defendido, no habrá supervivencia para el estímulo y el impulso de todas las generaciones, para que la humanidad avance hacia su objetivo. Pero yo asumo mi tarea con ánimo y esperanza.

Estoy seguro de que no se tolerará que nuestra causa se malogre en medio de los hombres. En este tiempo me siento autorizado para reclamar la ayuda de todas las personas y decir: "Venid, pues, y vayamos juntos adelante con nuestras fuerzas unidas".

Para saber más:
Revista Historia y Vida nº 530

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