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viernes, 21 de junio de 2013

El uso de microondas en la Segunda Guerra Mundial

Hace 70 años, Edward George Bowen,  hijo de un obrero metalúrgico cambió el curso de nuestra vida cotidiana.

Gowen logró miniaturizar la infraestructura del radar a tal punto que pasó de requerir una red nacional de postes que medían 15 metros del alto en 1935 a algo que, en 1943, podía ser montado en los morros de los aviones durante la Batalla del Atlántico.

Eso implicó que mientras los aliados podían detectar los U-boote desde 160 km de distancia esos sumergibles y submarinos alemanes no notaban su presencia hasta que los aviones estaban prácticamente encima de ellos.

Como resultado, la Armada Real y la Fuerza Aérea Real británicas lograron vencer el dominio nazi en el Atlántico Norte, abriendo rutas para que llegaran cargamentos vitales de armas y alimentos desde Estados Unidos al Reino Unido, lo que desbarató el plan de Adolf Hitler de sacar a los británicos de la guerra privándolos de alimentos y armas.

Churchill dijo que lo único que realmente lo asustó durante la guerra fue el peligro de los U-boote.

En 1935, la genialidad de Bowen llamó la atención del inventor del radar, el científico escocés Robert Watson-Watt. Él estaba dedicado a un proyecto secreto que se derivaba del radar, investigando si se podían usar ondas electromagnéticas de alta energía como un "rayo de la muerte" para derribar aeronaves enemigas.

Bowen descubrió en poco tiempo que la potencia necesaria para crear tal rayo mortífero hacía que el arma fuera imposible de realizar. Sin embargo, se dio cuenta de que si se usaban microondas de frecuencias más cortas se mejoraba considerablemente la eficacia del radar de Watson-Watt.


La radio viaja en ondas con curvas que miden metros. Su arco es tan vasto que fácilmente pueden fallar, incluso cuando se trata de algo del tamaño de un avión, de manera que el radar requería de enormes cadenas de transmisores en todo el país.

Pero Bowen descubrió que las microondas, con sus frecuencias más cortas y energía más alta, bombardean algo del tamaño de un avión con muchas más ondas y devuelven una imagen más clara por la energía despedida.

Para saber más:
El Nacional
Biblioteca digital

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