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domingo, 25 de octubre de 2020

El Titán nazi del Canal de Panamá

El Titán del que vamos a hablar no es un soldado de fuerza descomunal ni es el satélite más grande se Saturno. Titán es una de las 4 enormes grúas flotantes, que se construyeron durante la Segunda Guerra Mundial.

Grúa Titán
Schwimmkran No. 1, su nombre original, fue construida por Demag Cranes AG en 1941 en Bremen, para la marina de guerra alemana, la Kriegsmarine. Esta grúa flotante estaba en servicio de la flota de submarinos, en el Mar Báltico.

Finalizada la guerra los aliados hicieron rapiña de la tecnología alemana, como Titán y las otras tres guas hermanas. La grúa fue rebautizada como YD-171, apodada "Herman, the german" y posteriormente desarmada y trasladada hasta el astillero de Long Beach donde estuvo operativa hasta 1994.

En Long Beach, levantó locomotoras a vapor para Corea del Sur, los SEALABS de la Armada de los Estados Unidos y hasta elementos pesados de los acorazados USS Missouri, en el que se firmó la rendición del Japón, y USS New Jersey. Tambien se encargó de levantar las piezas que ensamblaron el Hughes H-4 Hércules, el mayor hidroavión de la historia, conocido como "Spruce Goose" (Ganso de Abeto) y realizado enteramente de madera.

En 1996 "Herman" el Titán nazi, fue trasladada al Canal de Panamá, para sustituir a las grúas Ajax y Hércules, donde ahora es utilizada para cargas pesadas en el mantenimiento de las esclusas del canal.

Las dimensiones de Titán, son imponentes: tiene 112 metros de altura y pesa cinco millones de kilogramos (5000 toneladas) de ahí que recibiera su impresionante nombre. En 2020 la mayor grúa del canal de Panamá se jubilará cuando esté a punto de cumplir los 80 años.

Grúa Titán De su pasado nazi tan solo queda el ancla original, de 2500 kilogramos que porta una esvástica nazi, y unos motores fabricados por Siemens-Schuckert que aún tienen algunas palabras en alemán, pero todo lo demás fue traducido al inglés. El resto de las piezas se han ido sustituyendo con el tiempo, pero manteniendo su diseño.

La vida de sus tres grúas hermanas no ha sido tan larga y fructífera, una que operaba en el puerto de la ciudad de Hamburgo quedó totalmente destruida durante los bombardeos aliados de la Operación Gomorra, en julio de 1943.

De las otras dos grúas, una fue a parar a manos de los británicos prestando, durante algún tiempo, servicio en Dinamarca. Posteriormente fue vendida a Francia, pero poco tiempo después zozobró y acabó sus días en las frías aguas del Mar del Norte.

Los soviéticos de quedaron con la tercera que se la llevaron desmontada hasta Leningrado, donde cumplió durante un tiempo las funciones de torre de observación artillera. Estuvo prácticamente olvidada hasta que en 2015, apareció en los Astilleros rusos del Almirantazgo.


domingo, 18 de octubre de 2020

La resistencia de la casa de Pavlov

La batalla de Stalingrado duró desde el 23 de agosto de 1942 hasta el 2 de febrero de 1943 y fue una lucha cruel, entre ruinas, casa por casa, que se llevó las vidas de 2 millones de personas. Tanto para alemanes como para soviéticos la ciudad tenía un importante carácter simbólico. En la ciudad de Stalin la vida perdió todo su valor. En la ciudad era todo o nada. Y para lo alemanes se terminó convirtiendo en una cuestión de supervivencia.

La resistencia de la casa de Pavlov
Para Hitler el potencial simbólico de la ciudad de Stalin, su mayor antagonista, era tan importante que ordenó tomar la ciudad
, sin importar el coste que esto supondría. Los combates callejeros se prolongaron durante meses mientras las posiciones cambiaban de bando hasta varias veces al día. Cada fábrica, cada edificio, cada casa era un campo de batalla donde los soviéticos vendían cara la ciudad de su líder.

Una de las figuras más inspiradoras de la batalla, que sirvieron como modelo de resistencia ante el invasor alemán, fue el sargento Yakov Pavlov. Su unidad aguantó la defensa de un bloque de apartamentos contra un enemigo superior numéricamente entre el 27 de septiembre y el 25 de noviembre de 1942. En total 59 días. 

Pavlov, reclutado en 1938, se convirtió en líder de una sección de reconocimiento después de que los oficiales de su unidad murieran en los inicios de la batalla. Su unidad combatía en la vanguardia de las líneas soviéticas.

En uno de los ataques a las líneas defensivas alemanas, Pavlov y su unidad, formada por 30 soldados, arrebataron a los alemanes un bloque de apartamentos de cuatro plantas, próximo al río Volga. Pero las líneas soviéticas se encontraban muy lejos de ellos, por lo que finalmente quedaron rodeados. En ese momento la perversa orden 227 de Stalin que ordenaba no dar "ni un paso atrás" se hizo efectiva. De este modo Pavlov ordenó fortificar el edificio para defenderlo hasta el último hombre y la última bala.

En el inmueble no estaban solos. Los inquilinos aún se encontraban en el bloque de apartamentos. Pavlov los protegió en el sótano, del que muchos no salieron hasta el fin del asedio, aunque algunas fuentes afirman que varios de ellos participaron en los combates.

La resistencia de la casa de Pavlov
Para fortificar la posición se colocaron varias líneas de alambradas y se situaron nidos de ametralladoras en el desván y el sótano. El único fusil antitanque de que disponían lo situaron en el tejado del edificio ya que desde esa posición podían perforar el blindaje, más delgado de la parte superior de la torreta de los panzers alemanes. Con esa técnica los defensores inutilizaron un importante número de blindados. Alguna pared interior se derribó para mejorar la comunicación y se excavaron unas zanjas en el exterior y se plantaron algunas minas.

Dormir era un lujo difícil de conseguir para los hombres de Pavlov ya que los alemanes disparaban día y noche para mantener a los sitiados despiertos y doblegarlos por agotamiento. Los soldados soviéticos no disponían de camas, por lo que como único catre utilizaban el aislante de las paredes.

Tras numerosos ataques los cuerpos de los caídos comenzaron a acumularse en la calle por lo que los sitiados tuvieron que retirar buena parte de ellos debido a que los alemanes los usaban como parapetos. Algunos refuerzos lograron romper el cerco alemán, y llevaron más munición y armas, como una ametralladora pesada, siete ligeras, dos fusiles anticarro, una pieza anticarro de 45 mm y tres morteros. Durante la defensa llegaron a ser entre 70 y 100 efectivos y durante la batalla la casa se comunicó con la retaguardia por pasos subterráneos y una trinchera de comunicación.

La resistencia de la casa de Pavlov
Pavlov no estuvo solo al frente de la defensa. Al principio de la toma del edificio estaba al mando el teniente Afanasiev, que resultó herido. El 30 de octubre tomó el mando el Capitán Naumov. El 24 de noviembre Naumov organizó un asalto a una lechería próxima a la casa, en el que murió. Ese mismo día Pavlov fue herido y evacuado.

La propaganda soviética convirtió lucha por la Casa de Pavlov, recibió ese nombre para marcarla en los mapas para la artillería, en un importante símbolo de la dura y obstinada resistencia soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Según la versión oficial, tras los 59 días de lucha, sólo 4 hombres de los 30 originales lograron salvar la vida, entre ellos Pavlov. Pavlov llegó hasta Berlín, donde luchó por la toma de la capital del III Reich, y sobrevivió a la guerra, llegando a ser declarado Héroe de la Unión Soviética en 1945

En la posguerra el edificio se demolió y nuevamente construido. En la fachada que mira al Volga, los escultores P.L.Malkova y A.V.Golovanova construyeron un monumento conmemorativo en 1965, con los ladrillos originales. En las proximidades, se encuentra el Museo Panorama de Stalingrado y los restos de un antiguo molino de grano, que algunos confunden con la Casa de Pavlov.

Para saber más:
La Batalla por Stalingrado, de William Craig
Stalingrado, de Antony Beevor
Stalingrad, how the Red Army Tiumphed, de Michael K. Jones
Stalingrad, la bataille au bord du gouffre, de Jean Lopez
Think Green
1y2 GM
Russia Beyond

domingo, 11 de octubre de 2020

Kohima. El Stalingrado de Oriente

Kohima era un importante nudo de comunicaciones entre las bases británicas en India y un excelente bastión defensivo al estar situada en un terreno escarpado en la selva.

En 1944 Japón ya había perdido la iniciativa en el Pacífico y había sufrido importantes derrotas cuando emprende una campaña contra los británicos en la India que intenta cortar las líneas de abastecimiento aliadas. Y para ello Kohima es fundamental.

El Stalingrado de Oriente Dos años antes los japoneses habían ocupado Birmania y desde entonces existía la idea de ocupar la India. El general Renya Mutaguchi, un ardiente patriota con una fe ciega en la victoria del Japón, era un serio defensor de la invasión de la colonia británica, en especial en el Este, donde los aliados tenían importantes bases desde las que se apoyaba a la China nacionalista.

Tras las continuas derrotas sufridas en el Pacífico, Japón necesitaba una importante victoria, por lo que el jefe de las fuerzas japonesas en Birmania, el general Masakazu Kawave, da el visto bueno a la invasión que se debe realizar fuera de la temporada de monzones que dificultaría enormemente el avance. El 8 de marzo comenzaron las operaciones.

Los enrevesados y empinados caminos de la India hacían que el transporte de suministros y pertrechos debiera hacerse en animales de carga, por lo que las tropas japonesas tuvieron que recurrir a caballos, bueyes y hasta elefantes, que arrastraban pesadas piezas de artillería, lo que complicaba la logística. Aun así el avance fue relativamente rápido. El 4 de abril de 1944 los japoneses ya se encontraban a escasos seis kilómetros de Kohima y se dispusieron a tomar la plaza.

El Stalingrado de Oriente Las tropas que defendían Kohima eran muy inferiores en número a las atacantes, que los superaban en una proporción de 10 a 1 y no tenían escapatoria. Lo que sería, vistas las cifras, un paseo militar, se convertiría en una de las peores batallas de la guerra.

Las tropas británicas debían resistir todo lo posible hasta que llegaran las tropas de refuerzo que se hallaban a 3.000 kilómetros. Mientras, reforzaban las defensas con lanza granadas, algunos cañones de pequeño calibre y uno de 25 libras en la Colina Garrison, en el centro de las posiciones defensivas.

El día 6, la llamada Colina Detail, sufrió un intenso bombardeo que duró hasta la caída de la noche. Los dos días siguientes las tropas británicas tuvieron serios reveses y el día 10 abandonaron la Colina Detail. El 14, los japoneses habían ganado terreno y rodeado a los defensores británicos en un espacio de menos de un kilómetro cuadrado. Pero los atacantes habían empezado a desmayarse de hambre.

El Stalingrado de Oriente La escasez de alimentos era un gran problema para los japoneses ya que solo una cuarta parte de la comida había llegado al frente y aunque se sacrificaron los bueyes no se resolvió el problema del hambre. La disentería hacía estragos entre la tropa. A los británicos no les iba mucho mejor. Aunque recibían suministros por vía aérea la mitad o caía en manos japonesas o en tierra de nadie.

Para el día 16 a los británicos solo les quedaban 700 soldados que pudieran luchar y los japoneses habían ocupado algunas colinas por el sur. En esos momentos todo parecía que iba a ser el fin para los defensores.

El día 18 los cañones de la 2ª división británica que se encontraba a poca distancia de Kohima abrieron fuego contra las posiciones japonesas. Poco después el auxilio arrollaba a las tropas japonesas. Aunque los japoneses continuaron con la lucha, la falta de suministros era determinante. Los japoneses, desnutridos y enfermos aguantaron un mes más hasta que a primeros de junio se retiraron hacia Birmania. la derrota para el ejército japonés fue contundente que la llamaron el "Camino de los Huesos", por el gran número de muertos por suicidio o por de hambre en el camino de vuelta a través de la selva.

El Stalingrado de Oriente
El peor error del general Mutaguchi fue insistir en un plan que lo llevó al fracaso, cuando podría haber retirado sus fuerzas con facilidad cuando se hizo evidente que la ofensiva sobre Kohima había fracasado. Esta fue la primera gran derrota de Japón en el continente asiático, por lo que sería conocida como el “Stalingrado de Oriente”. 

Para Japón, la batalla de Kohima fue una importante derrota psicológica. Supuso la derrota, de sus mejores soldados y uno de sus mejores generales. Además, la superioridad racial japonesa quedó mancillada porque quienes los vencieron fueron en su mayoría indios. Quizás por eso esta batalla quedó prácticamente en el olvido.

Para saber más:
Kohima 1944: The battle that saved India, de Robert Lyman
Kohima, de Arthur Horace Swinson
Burma Star Association
National Army Museum
Wikipedia
La Brújula Verde

domingo, 4 de octubre de 2020

Los 7 enanitos de Auschwitz

Los conocidos como los 7 Enanitos de Auschwitz y fueron sometidos a experimentos genéticos por el doctor Mengele. Pero, milagrosamente, los siete miembros de la familia judía Ovitz sobrevivieron a su horrible experiencia en el infame campo de exterminio.

7 enanitos de Auschwitz
La familia Ovitz era una familia de actores y músicos judíos de vodevil, oriundos de la aldea de Rozavlea en Transilvania, Rumanía. El padre, con acondroplasia, tuvo 10 hijos de los que siete eran enanos como él. Perla, nacida en 1921, era la más joven. Eran la familia de enanos más numerosa jamás registrada en Europa y eran la familia más grande que ingresaron a Auschwitz y sobrevivieron. En el campo estuvieron doce miembros de la familia, desde un bebé de 15 meses hasta una mujer de 58 años.

En la historia del vodevil los enanos siempre habían sido parte del espectáculo, pero los Ovitz eran tantos que tenían el escenario solo para ellos. Llamaron muy apropiadamente a su conjunto musical "The Lilliput Troupe", y durante 15 años tuvieron una carrera exitosa por el centro de Europa. Su show de dos horas estaba formado por éxitos musicales populares y divertidas parodias.

Perla tenía una pequeña guitarra rosa que parecía un juguete, sus hermanas Rozika y Franziska tocaban violines de 1/4, Frieda tocaba el címbalo húngaro, Micki tocaba un violonchelo y un acordeón de tamaño medio, mientras que la energética Elizabeth estaba a los tambores. Su hermano mayor Avram era el guionista, actor y gerente general de la compañía.

7 enanitos de Auschwitz
Los Ovitz vivían una vida tranquila en una gran casa en el pueblo. Cuando cualquiera de ellos se casaba, el cónyuge se mudaba y se unía a la compañía. Mientras los enanos actuaban en el espectáculo, los miembros de la familia con estatura normal trabajaban tras el escenario como ayudantes y encargados del vestuario. Fue el único grupo de todos los enanos con un espectáculo propio en la historia del entretenimiento.

Cuando los nazis llegaron al poder, los Ovitz estaban doblemente condenados. Mediante el programa de eutanasia Aktion T-4, los alemanes comenzaron a matar a personas con discapacidades físicas o mentales, cuyas vidas eran consideradas "indignas de vivir" y "una carga para el estado". Como judíos, los Ovitz serían objetivo de la Solución Final .

Los Ovitz consiguieron documentos que omitían el hecho de que eran judíos y continuaron sus vidas hasta mayo de 1944, cuando los doce miembros de la familia fueron deportados a Auschwitz.

Al llegar a Auschwitz-Birkena su discapacidad jugó a favor de ellos. Cuando los guardias vieron bajar del tren a la familia llamaron inmediatamente al doctor Josef Mengele, "el ángel de la muerte", que estaba durmiendo. Era raro que un miembro de una familia sobreviviera al campamento, y mucho menos dos, pero los 12 miembros de la familia Ovitz lograron sobrevivir. Cuando los vio Mengele dijo emocionado: “Ahora tengo trabajo para 20 años”.

7 enanitos de Auschwitz
Los Ovitz abandonado Auschwitz en mato de 1944
Mengele, tenía la retorcida obsesión de estudiar la genética humana. Aunque numerosos médicos de los campos de concentración nazis estaban realizando una investigación similar, Mengele fue el peor de todos y sus experimentos con humanos fueron sin duda de los más crueles cometidos por los médicos nazis.

El médico de Auschwitz quería probar que los alemanes eran genéticamente superiores. Sus experimentos derivaban de la creencia de que los judíos, los gitanos y otros grupos étnicos poseían un ADN degenerativo y sus características fisiológicas eran inferiores. Consideraba que la acondroplasia, que causa casi el 70 por ciento de todos los tipos de enanismo, era uno de estos rasgos indicativos y había estado reuniendo a todos los enanos que llegaban en los trenes nazis de la muerte.

La familia Ovitz se convirtió rápidamente en su proyecto favorito. Salvó de las cámaras de gas todos sus miembros y a varios de sus vecinos rumanos que decían ser familiares. Pero solo para someterlos a horribles y humillantes experimentos, como provocar la ceguera temporal por medios químicos o la extracción de médula ósea sin anestesia, entre otros. Las pruebas eran peores para las mujeres y los niños. Fueron sometidos a tremendos experimentos ginecológicos y de desarrollo físico. Quien peor lo pasó de todos fue Shimshonz, el más pequeño de la familia, de dieciocho meses de edad. Tan solo porque tenía padres más altos y nació prematuramente.

7 enanitos de Auschwitz
Perla Ovitz
Mengele ordenó que se construyeran viviendas especiales para ellos, para que pudieran ser debidamente observados. Para mantenerlos sanos para su experimentación dispuso que tuvieran mejores condiciones de vida que el resto de los internos. Incluso estaban exentos de llevar el traje a rallas del resto de presos. Aunque siempre temieron ser asesinados cuando Mengele hubiera terminado sus experimentos, vivieron para ver la liberación del campo de Auschwitz el 27 de enero de 1945.

Fueron llevados a la Unión Soviética, donde vivieron en un campo de refugiados durante un tiempo antes de ser liberados. Tras ello viajaron a pie durante siete meses hasta llegar a su pueblo natal. Su casa estaba saqueada y tuvieron que vivir en varias ciudades. En 1949, emigraron a Israel, donde reanudaron su espectáculo. En 1955, se retiraron y compraron una sala de cine. La última sobreviviente de los 7 enanitos de Auschwitz fue Perla Ovitz, que falleció en 2001. 

Para saber más:
Los siete enanitos de Auschwitz, documental de Warwick Davis
En nuestros corazones éramos gigantes, de Yehuda Koren y Eilat Negev
History of Shorts
Historias de la Historia
History
Neurociencia
Smithsonian Channel