Páginas

domingo, 26 de septiembre de 2021

El encuentro entre Hitler y Franco en Hendaya

El 23 de octubre de 1940, pasados veinte minutos de las tres de la tarde, entra en la estación francesa de Hendaya un tren especial. El "Erika" tiene varios compartimentos de pasajeros y un coche salón-comedor, defendidos por cañones antiaéreos montados en vagones de plataforma. Lo más importante del tren es su pasajero: Adolf Hitler.

Hitler y Franco en HendayaOcho minutos después llega otro tren más modesto, procedente de San Sebastián. En el llega el dictador Francisco Franco y su cuñado Ramón Serrano Suñer, ministro de Asuntos Exteriores.

Cuando Franco desciende del tren es presentado a Hitler por el embajador alemán Eberhard von Stohrer para a continuación pasar revista a las tropas alemanas que les rinden honores.

Pasadas las seis y media de la tarde Hitler y Franco se reúnen en en el coche salón del tren alemán, acompañados por el ministro de exteriores español y su homólogo alemán, Joachim von Ribbentrop y dos intérpretes. A las nueve pararon para cenar. A las diez y media continuaron las conversaciones que duraron hasta la media noche cuando Hitler, furioso con la intransigencia y las peticiones de Franco, puso fin al encuentro.

Se desconoce sobre que se discutió exactamente ni exactamente que exigencias irritaron a Hitler, pues solo se conoce el testimonio de Serrano Suñer y una pequeña parte de las actas del encuentro. Lo que si se sabe es lo que hablaron en el mes de septiembre Serrano Suñer y Ribbentrop en Berlín. En esa reunión el gobierno franquista aportaría dos millones de soldados a cambio de material bélico, ayuda económica y abastecimientos necesarios como la gasolina, que escaseaba en España, pero los nazis no estaban dispuestos a dar tanto a cambio de nada y exigieron que España entrara en guerra lo antes posible.

Hitler y Franco en HendayaSegún parece, Franco expuso a Hitler la difícil situación económica que España arrastraba tras una guerra civil y como condición para la entrada de España en la guerra al lado del Eje, Franco insistió en que Gibraltar pasara a manos españolas, así como los territorios franceses de Marruecos y Guinea, además de la ciudad argelina de Orán, entre otros territorios del sur de Francia. Salvo la reivindicación de Gibraltar, a Hitler, las otras peticiones le parecieron totalmente inaceptables, principalmente por su apoyo a Petain con el que se tendría que reunir al día siguiente y la amistad con Mussolini que quería controlar el norte de África.

Alemania exigía la trasferencia de las islas Canarias, como base naval, así como otras tanto en la Península Ibérica como en las colonias españolas de África, tras la declaración de guerra de España a los Aliados. A cambio los alemanes entregarían el combustible y los pertrechos que necesitara el ejército español.
Para el ataque a Gibraltar Hitler aportaría lo necesario para ayudar a la conquista del Peñón y arrebatárselo a los británicos, en la Operación Félix.

Hitler y Franco en Hendaya
Tras la despedida de los dos dictadores. Hitler le dijo a Ribbentrop: "No hay nada que hacer con estos tipos". Un tiempo después comentó a Mussolini que no estaba dispuesto a volver a pasar por una experiencia semejante y que “antes de volver a entrevistarme con él, preferiría arrancarme tres o cuatro muelas”.

A pesar de que el encuentro no tuvo un acuerdo definitivo entre ambos países, Franco firmó un protocolo secreto con el Eje, que afirmaba que España acabaría entrando en la guerra, aunque dejaba en suspenso cuando lo haría, de tal modo que España se controvertiría en un país del Eje:
Entre los gobiernos de Italia, Alemania y España se decide lo siguiente:

1. La entrevista celebrada entre el Führer del Reich alemán y el jefe del Estado español que siguió a la que sostuvieron el Duce y el Fúhrer, así como el intercambio de pensamientos entre los tres ministros de Asuntos Exteriores de los tres países en Roma y en Berlín, han servido para aclarar las posiciones recíprocas de los tres países a las particulares propias de la conducta de la guerra y a la política en general.

2. España se declara dispuesta a entrar en el Pacto que el 27 de septiembre firmaron Italia, Alemania y Japón y con este objeto firmar el correspondiente Protocolo sobre el ingreso resultante por parte de las cuatro potencias en una fecha determinada.

3. Con el presente Protocolo declara España su ingreso en el Pacto de Alianza y Amistad firmado por Italia y Alemania y el correspondiente agregado secreto del 22 de mayo de 1939. 
4. En cumplimiento de sus obligaciones como aliado, España intervendrá en la actual guerra de las potencias del Eje contra Inglaterra, después que éstas hayan otorgado las ayudas militares necesarias para su preparación hasta un punto en el cual, en apreciación conjunta entre las tres potencias, se establezca que se ha alcanzado un punto decisivo en los preparativos. Alemania concederá ayuda económica a España, mediante la entrega de víveres y materias primas, para hacer frente a las necesidades del pueblo español y a las exigencias de la guerra.

5. Además de la incorporación de Gibraltar a España, las potencias del Eje se declaran básicamente dispuestas en relación con un orden conjunto, que deberá establecerse en África y que se fijará en los tratados de paz después de la derrota de Inglaterra a conceder que España reciba en territorio africano en la misma cantidad, en la cual Francia pueda ser compensada, que se le asignen en territorio africano, con lo cual permanecerán en cuenta las pretensiones de Alemania e Italia referentes a Francia.

6. El presente Protocolo tendrá un estricto carácter secreto, y sus participantes se obligan a guardar un estricto secreto sobre él, mientras no se llegue a un acuerdo conjunto de hacerlo público.

Establecido en tres originales en italiano, alemán y español.

Hendaya, 23 de octubre de 1940.
En diciembre de 1940 se cancelaba definitivamente la Operación Félix para tomar Gibraltar.

Tras el encuentro, la propaganda franquista vendió la entrevista como una muestra de las excelentes relaciones entre los dos países (con retoques en las fotografías del encuentro), aunque tras la derrota alemana, cambió para mostrar que Franco fue quien no cedió ante las presiones de Hitler, con lo que evitó que España entrara en el conflicto mundial. 

No es demasiado conocido, pero Franco y Hitler pudieron haber muerto en un atentado por parte de artificieros republicanos españoles, que pretendían lanzar granadas contra el vagón en el que se reunieron, pero la gran seguridad que rodeaba a los dictadores lo hizo inviable.

Para saber más:
Storia ilustrata della Seconda Guerra Mondiale, de Flavio Fiorani

domingo, 19 de septiembre de 2021

Rendirse por teléfono

Desde septiembre de 1943, la situación en la península italiana fue caótica, en el norte se había creado un gobierno títere, la República Social Italiana, también conocida como la república de Saló con Mussolini a la cabeza (rescatado del Gran Sasso por comandos alemanes), que intentaba mantener a toda costa el control de la zona norte del país. Allí se encuentra el pequeño estado de San Marino.

Rendirse por teléfono
Surgido en la Edad Media, la minúscula pero orgullosa Serenísima República de San Marino se caracterizó durante siglos por la más absoluta neutralidad y junto a El Vaticano es el único estado rodeado completamente por otro. Sin embargo, debido a su pequeño tamaño y escaso potencial, a los gobernantes de San Marino sólo les quedó como único medio de declarar la guerra o pedir la paz a través del teléfono.

En 1944, ante el avance Aliado y la rendición de Italia a manos del mariscal Badoglio ante los aliados, la Wehrmacht envió a San Marino una unidad para proteger sus líneas de comunicación y actuar como observadores de artillería. Ante el temor de que el país estuviera controlado por los alemanes, la RAF bombardeó durante hora y media el pequeño país el 26 de junio, muriendo 35 personas. Muchas de ellas estaban haciendo cola ante un horno de pan.

Rendirse por teléfono
Las tropas británicas capturaron la capital el 20 de septiembre y abandonaron el país al día siguiente.

Cuando las tropas aliadas "liberaron" San Marino, la pequeña república no dudó un momento en declarar formalmente la guerra a la Alemania nazi y en aportar sus escasos recursos a los aliados. Pero poco después las tropas alemanas contraatacaron y detuvieron el avance aliado. Esto provocó que los alemanes avanzaran y se acercasen peligrosamente, de nuevo, sobre la indefensa San Marino. Ante esa situación tan peligrosa para los sanmarinense, los representantes de la república tomaron el teléfono y comunicaron a las fuerzas del Eje su rendición incondicional antes que recurrir a las formalidades de la diplomacia.

La pequeña república de San Marino se encontró de nuevo con un cambio en el frente de guerra y cuando las tornas se volvieron de nuevo en contra del Eje volvió a declarar, con el mayor de los entusiasmos, la guerra a Alemania.

Para saber más:
100 historias secretas de la Segunda Guerra Mundial, de Jesús Hernández 

domingo, 12 de septiembre de 2021

Los gatos de Leningrado

Durante la Segunda Guerra Mundial o Gran Guerra Patria, como se conoce en Rusia, la ciudad de Leningrado, hoy San Petersburgo, estuvo asediada entre el 8 de septiembre de 1941 y el 27 enero de 1944, lo que suponen 2 años, 4 meses y 19 días. El más largo de toda la guerra.

Los gatos de LeningradoEn ese periodo la ciudad sufrió el hambre de tal modo que se dieron hasta casos de canibalismo. En ese periodo murieron en la ciudad cerca de 600.000 personas. El hambre se cobró, que en los momentos más duros del asedio, 10.000 vidas humanas al día.

Cuando comenzó el asedio la población no estaba dispuesta a comerse a los gatos, pero según pasaban los meses y el hambre se hacía más atroz, se comenzaren a cazar los gatos. Finalmente los felinos desaparecieron de la ciudad.

La adolescente de Leningrado, de 16 años, Lena Mujina escribió en su diario: "Tengo un hambre atroz, siento un vacío horrible en el estómago. Qué ganas tengo de comer pan, qué ganas. Escribo con el abrigo puesto, a la luz de un cabo de vela, mordisqueo las migas de pan para prolongar el placer. Nunca pensé que la carne de gato sería tan sabrosa, tan tierna. El gato dio para comer diez días".

Los gatos de Leningrado
Yeliséi y Vasilisa
En ausencia de los gatos la ciudad se llenó de ratas. Según se cuenta, las hordas de roedores bloqueaban el paso de los tranvías cuando estas cruzaban la calle y se comieron o echaron a perder el grano que se encontraba en el molino donde se molía la harina para toda la ciudad. Atacaban a las personas mientras dormían mordisqueándoles la cara y hasta arrancando parte de la carne. También causaron importantes destrozos en obras de arte del museo del Hermitage. Sin olvidar los tremendos problemas de salubridad que provocan las ratas. Al igual que con los gatos, las ratas eran cazadas, pero era imposible acabar con ellas.

Poco después de que el Ejército Rojo lograra romper el sitio de la ciudad, para salvar a Leningrado de los voraces roedores, llegaron a la ciudad varios camiones con gatos procedentes de la región de Yaroslavl. Pero los felinos son atrapados instantáneamente por los hambrientos leningradenses. En enero de 1944, por un gato se llegaba a apagar 500 rublos, mientras que un kilogramo de pan costaba 50 rublos.

Cuando la situación en la ciudad se estabilizó se produjo un nuevo envío de gatos, esta vez de Siberia, específicamente para proteger las valiosas obras de arte del Hermitage y otros palacios y museos.

Los gatos de LeningradoEl invierno de 1944, se comenzó a recoger gatos en Tyumen y en solo dos semanas se recogieron más de 200 gatos, el primero fue el gato Amur. En Siberia se reunieron unos 5.000 felinos. De este modo los gatos siberianos rescataron el Hermitage y aun en la actualidad el museo tiene varios descendientes de estos gatos para combatir a las ratas y los ratones. Son los los Hermiki. Cada año se celebra una fiesta en la que nuestros amigos gatunos son los protagonistas.

En actual San Petersburgo, a los gatos se les tiene un gran cariño y podemos ir a la “República de los gatos”, una cafetería museo en la que viven 25 felinos y en la que incluso hay una moneda gatuna especial o visitar alguna de las estatuas que se les dedica, como la del gato Yeliséi o la gata Vasilisa. También encontraremos multitud de recuerdos de la ciudad en la que los mininos son los protagonistas.

Por el mundo hay muchos monumentos y recuerdos a los gatos pero solo en la ciudad rusa de Tyumen se encuentra la Plaza de los Gatos Siberianos, en la que se encuentran 12 esculturas de gatos en hierro fundido recubiertos con una pintura dorada. Una plaza dedicada exclusivamente a los felinos cazadores de ratas de Leningrado.

Para saber más:
Russia Beyond
Enlace Judío
14 milímetros
Sputnik
Arcadia

domingo, 5 de septiembre de 2021

Bombardero Harris y los bombardeos estratégicos sobre Berlín

Es muy conocido el "Blitz", la campaña de bombardeos realizados por la Lufwaffe alemana sobre Gran Bretaña y en especial sobre Londres. Pero es menos conocido el bombardeo incesante que sufrió Berlín, la capital del Reich alemán. 

Bombardero Harris y los bombardeos estratégicos sobre Berlín
El bombardeo sobre enclaves estratégicos como fábricas de municiones, depósitos o líneas de aprovisionamiento es elemental para paralizar, o al menos reducir en todo lo posible, la capacidad bélica del enemigo. Esta estrategia no era suficiente para el Mariscal de Aire Sir Arthur Harris, jefe del mando de Bombarderos de la RAF entre 1942 y 1945. Harris era de la opinión de que se debía atacar también a las ciudades pues esto significaba que había menos riesgo para las tripulaciones pues las zonas de bombardeo eran más extensas que las de blancos específicos. Bombardear fábricas, nudos ferroviarios o aeródromos necesitaba de información fiable y ataques desde más cerca. Otro problema era el de las escoltas de cazas que con menos autonomía no podían proteger a los bombarderos durante los largos vuelos a Alemania.

Harris, conocido como “Bombardero Harris”, no era el único que estaba a favor de los que se llamaron bombardeos de área o en alfombra. El Primer Ministro Winston Churchill, en 1941, no estaba satisfecho con la relación entre efectividad y el número de bajas de la RAF en sus incursiones sobre Alemania. La idea era matar a los civiles para que estos no pudieran trabajar en las fábricas, que eran difíciles de alcanzar y que esto haría que los trabajadores se levantaran contra Hitler.

Bombardero Harris y los bombardeos estratégicos sobre Berlín
En sus planes, Harris no tuvo en cuenta los bombardeos de Londres, mucho más numerosos que los que realizaría sobre Berlín, aunque los de la ciudad germana serían más intensos. El "Blitz" no acabó con la resistencia de los londinenses y no había ningún motivo para que fuera diferente con los Berlineses.

Tras la aparición de los nuevos bombarderos pesados Hallifax y Lancaster que podían transportar más bombas y tenían mayor protección individual que sus antecesores Hampden, Whitley y Wellington, Harris atacó Lübeck, Colonia, Bremen, Hamburgo y Essen. La cuenca Industrial del Ruhr sufrió más de 18.000 incursiones de bombardeo. La más conocida es la realizada en la noche del 16 al 17 de mayo de 1943 por una escuadrilla de Lancasters. Son los conocidos como "Dambusters".

Tras la eficacia de esas campañas de bombardeo, Harris dirigió su mirada a Berlín, con lo que creía que acabaría la guerra. La idea era mantener un bombardeo continuo que no dejara descansar ni un minuto a los berlineses. Técnica que se utilizó para el resto de ciudades del Reich.

Los bombardeos comenzaron a finales de agosto de 1943 con tres incursiones formadas por un total de 1.650 bombarderos, de los que se perdieron 126. Demasiadas bajas. 

Harris esperó al invierno, donde las noches son más largas y a la instalación de nuevos elementos de ayuda electrónica. A la campaña también se uniría la VIII Fuerza Aérea estadounidense que se recuperaba tras varias incursiones sobre Alemania.

Bombardero Harris y los bombardeos estratégicos sobre Berlín
Sin esperar a que los norteamericanos estuvieran preparados, Harris ordenó un ataque sobre Berlín el 18 de noviembre. 444 aparatos atacaron Berlín, de los que fueron baja 9 bombarderos. Siete ataques más se programaron para antes de fin de año, pero las bajas fueron en aumento debido al mal tiempo y a la respuesta más efectiva de los cazas nocturnos de la Lufwaffe. En enero de 1944, con muy mal tiempo, se lanzaron cinco raids sobre Berlín. Las pérdidas de bombarderos británicos fueron superiores al 6%.

En la segunda mitad de febrero, el tiempo mejoró y volvieron los ataques. El 15 fue el primer ataque, con 891 bombarderos. Perdieron 42. Las defensas de la capital alemana se habían reforzado y eran más eficaces.  

A finales de marzo un nuevo ataque supuso un índice de bajas para los británicos del 9,1 %. Berlín era un objetivo demasiado difícil para la RAF.

Bombardero Harris y los bombardeos estratégicos sobre Berlín
Teniendo en cuenta los resultados y en vista a preparar la Operación Overlord, Eisenhower asumió el mando conjunto de las flotas de bombardeo de la RAF y la USAF. Aun así Harris ordenó un ataque a finales de mes contra Nüremberg en el que perdió 106 bombarderos de los más de 780 que participaron en el raid. El mayor número de bajas de la RAF durante toda la guerra. La campaña de bombardeo aliado sobre Alemania supuso la pérdida de más de 50.000 aviadores mientras que unos 600.000 alemanes murieron por las bombas aliadas

Al igual que fue un tremendo error para los alemanes derivar los bombardeos de las bases aéreas de la RAF hacia las ciudades, teniendo en cuenta que todo empezó debido al error de una tripulación alemana; atacar Berlín fue un derroche de recursos que hubieran estado mejor aprovechados contra enclaves vitales para el esfuerzo bélico alemán. Aun cuando algunos de esos ataques a instalaciones vitales se demostraron efectivos.  

En Alemania aún quedan unas cien mil bombas aliadas sin explotar y aunque han pasado más de 70 años y aún siguen apareciendo. En Berlín se han encontrado cerca de 7.000 y hay, al menos, otras 3.000 sin localizar. 

Para saber más:
Ofensiva de bombardeo, del Mariscal Harris