viernes, 18 de marzo de 2016

La última de los Ruiseñores Voladores

Los Ruiseñores voladores (Flying Nightingales) eran un grupo de 200 enfermeras de la unidad de Ambulancias del Aire que arriesgaron sus vidas durante la Segunda Guerra Mundial para salvar a los soldados heridos tras el Día D. Operaba dentro del 46º Grupo del Comando de Transporte de la RAF.

El nombre de estas valientes enfermeras hace referencia a la británica Florence Nightingale, que sirvió en la guerra de Crimea (1853-1856) y se convirtió en fundamental para el desarrollo de la moderna enfermería. 

La última de los Ruiseñores Voladores
Para la "Ruiseñor" Lilian West, de 91 años, la decisión de convertirse en una enfermera de ambulancia aérea era un deber profundamente personal. Su padre resultó herido en acción en la Primera Guerra Mundial, y vio que era su responsabilidad ayudar a otros soldados en el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Así que en 1941, cuando tenía sólo 17 años de edad, se alistó y se entrenó para convertirse en una enfermera en la Fuerza Aérea Auxiliar de Mujeres. En la escuela de Exeter pasó seis semanas aprendiendo cómo tratar quemaduras, aplicar oxígeno, administrar inyecciones y hacer frente a lesiones tan graves como miembros amputados, huesos rotos o traumatismos craneales.

Las enfermeras podrían empezar la jornada muy temprano, llevando su equipo con ellas, abordando un Douglas C-47, Dakota de la RAF desde Down Ampney y otros dos aeródromos, que las transportaba a través del canal hasta Francia. Desde el primer vuelo, que tuvo lugar el 13 de junio de 1944 se aprovechaba para llevar suministros para las tropas aliadas que luchaban en el continente europeo para volver por la noche trasladando a los heridos, que atendían durante el viaje. Estos heridos se habían recogido en alguno de los aeródromos provisionales de la costra francesa. Al realizar transporte de material militar no podían llevar el distintivo de la Cruz Roja. Lo que suponía un gran peligro, al ser un objetivo legítimo de los cazas alemanes.  

La última de los Ruiseñores Voladores
Lilian West, cuenta sobre los peligrosos vuelos:
Por supuesto que nos daba miedo. Sentías el corazón en la boca. Nunca se sabía cuando iba a ser alcanzado por los disparos que volaban a tu alrededor. Nos gustaría volar con los suministros médicos y dejarlos en el frente. Entonces subíamos a los heridos y nos los llevábamos de vuelta a Inglaterra. Los aviones solían llevar 18 camillas, más algún otro herido. 
Durante los 5 años que paso trabajando para los Ruiseñores vio cosas tremendas por las que todavía está traumatizada:
De muchas de las cosas que vi, casi no puedo hablar. Recuerdo un día en que estaba de guardia y al parecer un proyectil había fallado en un barco de la Marina de Guerra, destrozando la parte superior de la cabeza de un oficial. Tuvimos que llevarlo urgentemente al Hospital Radcliffe de Oxford.
En otra ocasión traje a un soldado afroamericano desde Bélgica a Gran Bretaña para tratarle de sus heridas, sólo para que al llegar al hospital lo devolvieran tan solo por el color de su piel. Todavía me siento molesta por aquello.
La última de los Ruiseñores VoladoresAunque los Ruiseñores rescataron a unos 100,000 soldados heridos de Francia, siguen siendo un grupo que la historia prácticamente ha pasado por alto. Todas estas mujeres eran voluntarias, pero finalizada la guerra ni su rango fue reconocido ni se les otorgó medallas. Tan solo eran civiles de uniforme. 

Fue en 2008 cuando las supervivientes de los Ruiseñores fueron galardonadas con un premio a su trayectoria que fue presentado por la Duquesa de Cornwall.

Para saber más:
BBC 
BBC Vídeo 
BBC Audio 
BBC Vídeo entrevista

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