martes, 26 de febrero de 2013

Hallan en el mar Báltico un bombardero alemán de la Segunda Guerra Mundial

Según la agencia de noticias EuroNews se han descubierto los restos de un bombardero alemán Ju-88 en el mar Báltico. El avión fue utilizado durante la Segunda Guerra Mundial y el hallazgo se ha producido en la costa de Polonia. Un equipo científico lo ha examinado durante cinco días con el fin de exhibirlo en un museo. Aunque inicialmente se pensó que era un Ju-87 Stuka ya que se encontraba semienterrado en el fango del lecho marino.



Fuente:
EuroNews

lunes, 25 de febrero de 2013

Jake McNiece, el soldado que inspiró los Doce del Patíbulo

Este soldado extraordinario nació en 1919 en Maysville, Oklahoma y en 1942 se enroló en los paracaidistas para escapar a la justicia, tras una pelea en la que casi mata a un hombre. Debido a sus conocimientos sobre explosivos, pues antes fue bombero, lo destinaron a demoliciones.

Jake McNiece decía, para explicar el haber sobrevivido a la Segunda Guerra Mundial, que “Dios no sabía si enviarme al cielo o al infierno, temía que en los dos sitios pudiera montar una buena”.

McNiece era el último del legendario grupo de soldados, los Trece Asquerosos, que formaba parte del 506º regimiento de infantería paracaidista (101º Aerotransportada), y fueron la inspiración de los famosos Doce del Patíbulo (Dirty Dozen).

Los Trece Asquerosos eran la sección de demolición y sabotaje de la compañía de Plana Mayor del regimiento. Estaban encargados de misiones casi suicidas tras las líneas enemigas. El sargento McNiece fue el líder de la unidad que comenzó con 13 hombres aunque sus efectivos se fueron incrementando durante el transcurso de la guerra.

McNiece explicaba que se pusieron el mote porque iban siempre muy sucios a causa del continuo entrenamiento y decidieron no asearse ni afeitarse más que ocasionalmente y casi nunca lavaban sus uniformes. Los Trece Asquerosos eran unos camorristas que se jactaban de no saludar jamás a los mandos y de no respetar ninguna de las convenciones militares que no se relacionaran con el combate y que tuviera que ver con matar alemanes. Eran el terror de la policía militar.

Jake McNiece, a la derecha
A lo Trece Asquerosos se los relaciona no solo con los Doce del patíbulo sino con los Malditos Bastardos de Tarantino: no tomaban prisioneros.
¿Qué íbamos a hacer con ellos detrás de sus líneas?”
Hasta liquidaban a los heridos.
La guerra es la guerra, un infierno, estás allí para matar enemigos.
A McNiece, que se le puede reconocer en esas famosas fotos de paracaidistas antes del Día-D con el pelo cortado a lo mohawk y poniéndose unos a otros pinturas de guerra. La idea fue suya, tenía sangre india. Participó en la acción aerotransportada que precedió al Desembarco en las costas de Normandía con el objeto de volar diversos puentes y luego participó en la Operación Market Garden. 

Tras la fallida operación, se unió como voluntario a los Pathfinders del regimiento, dedicado a señalar las zonas de salto de las tropas paracaidistas y con las que participó en la batalla de las Ardenas.

En total, realizó cuatro saltos de combate, entre ellos lanzarse tras la Línea Sigfrido para ayudar a un grupo de tanques que se encontraban aislados, algo que resulta muy sorprendente ya que la supervivencia media de un paracaidista estaba entre uno y dos saltos.

Aunque en realidad nunca existió en el ejército de los EE UU una unidad de convictos, McNiece si creía que había bastante parecido entre ellos y los Doce del Patíbulo. Decía que quien más se le parecía era el personaje de Lee Marvin.

McNiece tenía varias condecoraciones, entre ellas cuatro Estrellas de Bronce, dos Corazones Púrpura y la Legión de Honor francesa. Y lo más curioso es que tuvo también la Medalla de Buena Conducta. Y escribió unas memorias tituladas The Filthy Thirteen: From the Dustbowl to Hitler's Eagle's Nest.

¿El viejo paracaidista de las Águilas Aulladores se marchó gritando "¡Currahee!" cuando falleció el 21 de enero de 2013 a los 93 años?


Para saber más:
El País
The World

sábado, 23 de febrero de 2013

Una pintura de Hitler por 32.000 Euros

Un cuadro titulado «Paisaje marino nocturno» pintado por Adolf Hitler en su juventud fue vendido por 32.000 €  en una subasta a través de la web de la casa eslovaca Darte.


El precio de apertura fue de 10.000 euros aunque su valor se estimó en 25.000 euros, según declaró Jaroslav Krajnak, el propietario de Darte.

El cuadro de 60x48 centímetros pintado en 1913 muestra un paisaje marino bajo la luna llena y fue pintado por Hitler durante la época en la que ejercía como artista en Viena.

Krajnak:
Todos le conocemos como un déspota. Entonces no barruntaba que se convertiría en uno de ellos. Quería ser artista.

La pintura fue vendida por la familia de un pintor eslovaco que probablemente conoció personalmente a Hitler en la capital austriaca y fue adquirido en la época de la Primera República Checoslovaca (1918-1938

El 2011 la sala de subastas Darte ya vendió por 10.200 € otro cuadro de Adolf Hitler de la misma familia.

Fuente
ABC

jueves, 21 de febrero de 2013

Los desertores de la División Azul

La historia de los soldados voluntarios de la División Azul no es tan épica como se ha contado. ¿Aquella fue una unidad de voluntarios o más bien una unidad de castigo?, porque no todos los que se alistaron en ella fueron voluntarios.

La épica y el aura legendaria que sobre esta división creo el ideario falangista esconde aristas que hasta hace poco estaban prácticamente ocultas. Una de ellas es la de los desertores.

De los 38.800 soldados de tropa que se alistó y que salieron en diferentes reemplazos entre 1941 y 1943sólo consta que desertaran al enemigo unos 75. Pero la lista no está muy clara. Precisamente, el número de voluntarios franquistas y falangistas era inferior al 60%, y en el resto había soldados forzados a alistarse.

También se encontraban antiguos soldados republicanos que iban a la División Azul para limpiar su expediente, incluso familiares de prisioneros republicanos que al alistarse reducían la condena de sus padres o hermanos. Entre ellos están los casos de Luis García Berlanga o los hermanos Ciges.

El primer contingente que marchó hacia Rusia en julio de 1941 era mayoritariamente franquista o falangista. Pero después, la realidad era otra bien distinta.

Entre los divisionarios había algunos militantes comunistas y antifascistas que vieron que la División era una oportunidad para realizar tareas de espionaje, aunque muy arriesgada. La División tenía un sistema de inteligencia conocida como la Segunda Bis.

Existen casos documentados como los de César Astor, Victoriano Alario, Félix Carnicero, Francisco Mené, Casto Pérez o José Vera, que al final desertaron.
Las primeras deserciones al Ejército Rojo fueron a finales de 1941, al entrar en combate en las cercanías de Leningrado. Los dos primeros desertores conocidos fueron Antonio Pelayo y Emilio Rodríguez. Aunque la pena por deserción era el fusilamiento, no todos los desertores detenidos acabarían fusilados.

Algunos de los pocos divisionarios que llegaron a las filas soviéticas firmaron panfletos que lanzaban desde aviones o leían a través de altavoces, animando a sus antiguos compañeros a desertar prometiéndoles cuidado para los enfermos y heridos, ropa de abrigo adecuada, buena comida y, sobre todo, buen trato por parte de los oficiales. Tras desertar eran duramente interrogados por el NKVD.

Los desertores que continuaron en el ejército soviético hasta el final de la guerra creían que quedarían libres, pero no fue así, casi todos los desertores fueron enviados directamente a los gulags. Hay que tener en cuenta que Stalin desconfiaba, sobre todo, de los desertores porque podían ser espías del enemigo. A los gulags fueron a parar prisioneros falangistas, desertores, comunistas, soldados republicanos e incluso alguno de los llamados niños de la guerra, todos mezclados.

La mayoría de los desertores, tras pasar por los campos de internamiento, se quedaron en la Unión Soviética. Tras la muerte de Stalin, el Soviet Supremo amnistió 253 presos españoles y volvieron a España en el barco Semíramis, que llevó a Barcelona a 286 repatriados, entre ellos había cuatro niños de la guerra. De los divisionarios amnistiados, cinco se quedaron en Odessa. Entre 1945 y 1949, algunos desertores fueron liberados y, casi todos ellos se quedaron en la URSS o fueron a la RDA.

Algunos de los desertores que volvieron con el Semíramis (entre 25 y 30) fueron autorizados a salir hacia Francia con el auspicio de la Cruz Roja francesa. Los que se quedaron en España fueron interrogados incluso por la CIA, algunos de ellos, volvieron a la URSS.

Para saber más:
Quadern

miércoles, 20 de febrero de 2013

Lectura recomendada: La Tormenta de la Guerra

La tormenta de la Guerra, Nueva Historia de la Segunda Guerra Mundial es una obra muy bien documentada sobre el conflicto mundial que incorpora material nuevo o que casí no ha aparecido en otras publicaciones.


La obra se inicia con un capítulo que expone las causas del conflicto, y tras desarrollar magistralmente el conflicto, finaliza en un capitulo donde reflexiona sobre las razones por las que el Eje perdió la guerra, especialmente por los numerosos errores  de Hitler.

El principal atractivo de este libro es la documentación inédita que aporta a la obra numerosos detalles y la inclusión de documentos y testimonios históricos que hacen más comprensible el desarrollo del conflicto. Además de una narración muy ágil que hace muy amena la lectura de la obra, sin perder el rigor histórico.

martes, 19 de febrero de 2013

Mitos al descubierto: La guerra Civil Española

La cadena autonómica Telemadrid emitió en 2012 esta interesante serie documental de 13 capítulos que analiza la Guerra Civil Española con motivo del 75 aniversario de la contienda.


El trabajo, elaborado por el Instituto de Estudios Históricos del CEU, cuenta con dirección y guión de los historiadores Alfonso Bullón de Mendoza y Luis Togores, e incluye gran cantidad de imágenes históricas, así como recreaciones fidedignas elaboradas con elementos de época.














 Fuente:
Telemadrid

lunes, 18 de febrero de 2013

La red de espías de Hemingway

El escritor estadounidense Ernest Hemingway habría creado una red de espionaje en Cuba durante la Segunda Guerra Mundial. Ferviente anti nazi, el autor de “El viejo y el mar” utilizó su propio yate para la cacería de submarinos alemanes en el Caribe.

Hemingway (derecha) junto al fotógrafo Robert Capa (izquierda)
Hemingway solía realizar travesías por el Caribe a bordo de su yate "Pilar", recalando con frecuencia en Media Luna, lugar donde le gustaba permanecer y que habría inspirado su obra "Islas en el golfo".

Más allá de sus fines recreativos, la singladuras de Hemingway habrían tenido un cometido bien distinto, al menos en la década de 1940. Mientras pescaba con sus amigos, Hemingway peinaba la zona en busca de rastros de los temidos U-Boote.

Al parecer la idea de patrullar la costa cubana fue idea del escritor, quien la planteó a Spruile Baden, el entonces embajador estadounidense en Cuba. El funcionario trasladó la propuesta a Washington, donde fue aceptada.

Aunque la actividad de los submarinos en las aguas cubanas nunca fue intensa, existió. En 1942, los servicios secretos británicos capturaron en Cuba al espía alemán August Lunnig, cuya misión en la isla era informar a los submarinos de su país acerca del movimiento naval en la zona.

Entre la historia y la leyenda, se cuenta que Hemingway reclutó en bares y tugurios una amalgama de agentes para su labor de vigilancia, aunque no se tienen noticias de capturas o misiones realizadas por el "Comando Hemingway".

Para saber más:
Montevideo COMM

domingo, 17 de febrero de 2013

Testimonio de la catadora de comida de Hiler

Margot Woelk, de 95 años, la encargada de probar toda la comida del Führer. comenta que Hitler siempre comía los vegetales más frescos. Era una obsesión que respondía a la obsesión con la pureza del cuerpo de la raza aria.
Todo lo que comía eran vegetales. Espárragos, pimientos, guisantes, arroz y ensaladas. Nunca hubo ni carne ni pescado.
En su juventud, esta anciana alemana era la encargada de asegurarse que nadie envenenaba la comida que llegaba a Hitler.
Entre las 11 y las 12 probábamos la comida para comprobar que no estaba envenenada y luego las SS se la llevaban al Führer. Estábamos muy asustados, pero no quedaba otro remedio.
Un manual de los años 30 se refería a los granos de soja como «las judías nazis», que eran presentadas como una alternativa a la carne. Además en 1942, Hitler dijo a Goebbles, su ministro de propaganda, que si ganaba la guerra convertiría a Alemania al vegetarianismo.

Otros testimonios indican que Hitler si comió carne. Dione Lucas, su cocinero antes de la guerra, asegura que entonces le gustaba mucho la paloma estofada y las salchichas bávaras.

En el diario secreto de un soldado, subastado hace un  par de años,  se recogen los curiosos hábitos alimentarios del Fuhrer:
Come de forma rápida y mecánica. Para él la comida es sólo un medio indispensable de subsistencia.

Fuentes:
Público
ABC
The Telegraph

sábado, 16 de febrero de 2013

Francia devuelve a descendientes judíos obras expoliadas por los nazis

La obras se encontraban en los museos del Louvre, en el de Bellas Artes de Agen, el de Toulouse y el de Arte Moderno de Saint Etienne tras la derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial pasando a formar parte de las colecciones nacionales de Francia.

La Alegoría de Venise de Gaspar Diziani


La ministra de Cultura de Francia, dijo que estas siete obras seran devueltas a los herederos de dos familias judías:
La Alegoría de Venise de Gaspar Diziani
San Francisco de Salvatore Francesco Fontebasso 
Retrato de Bartolomeo Ferracina  de Alessandro Longhi
El milagro de Saint Eloi de  Gaetano Gandolfi
Abraham y los ángeles de Sebastiano Ricci
Apoteósis de San Juan de Nepucemo de Charles Palko
La Halte de Pieter-Jansz van Asch 


Las seis primeras pinturas pertenecían a un industrial de Viena, Richard Neumann, que abandonó con su familia Austria en 1938 tras el Anschluss hacia París de donde huyo en 1941 malvendiendo los cuadros. Los nazis se adueñaron de las obras para exponerlas en un museo que Adolf Hitler quería abrir en su localidad natal.

El séptimo cuadro fue confiscado por los nazis a un banquero de Praga, Josef Wiener, que murió tras ser deportado. Los Aliados tras recuperarlo lo enviaron por error a Francia.

Fuente:
FADU-UBA

viernes, 15 de febrero de 2013

Placas de la policía secreta del III Reich

Esta placas eran utilizados, como método de identificación, por los agentes de los cuerpos de policía del III Reich cuando estos iban de paisano.
Himmler ordeno que se creasen tres modelos para la nueva policía germana.



Una de metal plateado, para la Policía Secreta (Gestapo). En el reverso se podía leer la frase "Geheime Staatspolizei", y el número de identificación del agente.




Otra era de bronce, para la Policía Judicial. Se leía en el reverso "Staatliche Kriminalpolizei", y el número de identificación.



Las otras placas eran de metal chapado de cobre y las usaban los detectives criminales locales. Este disco llevaba la inscripción "Gemeindekriminalpolizei", y un número de identificación.


En los últimos días de la guerra, por temor a las represalias, los agentes se deshicieron de estas placas por lo que son extremadamente raras. Al ser muy buscadas por los coleccionistas, existen una gran cantidad de ellas que son falsas y fabricadas sobre todo en Polonia.

Fuente:
Liga de Historiadores de la II GM
Comcast

jueves, 14 de febrero de 2013

Los Graffitis del Reichstag

Dentro del Reichstag, la sede del Parlamento Alemán, en Berlín, al pasar por la cafetería, se pueden apreciar lo que parecen unos garabatos en las paredes, como hechos por un niño travieso.

Los Graffitis del ReichtagPero no fueron niños los que realizaron esas inscripciones en las paredes del Reichstag, fueron los soldados del Ejército Rojo que conquistaron Berlín en mayo de 1945. Sus "garbatos" son todo lo que queda hoy, en el Reichtag, de aquel día de hace casi 70 años.

Estuvieron ocultas durante décadas detrás un falso tabique de yeso; hasta 1991, cuando se inició la reforma del Reichstag y se derribaron los falsos tabiques. Fue entonces cuando salió de nuevo a la luz auténtica pared. Tras el descubrimiento fue necesario someter las paredes repletas de inscripciones a una exhaustiva labor de restauración para poder conservarlas.
Los soldados soviéticos querían dejar su testimonio y escribían con lo que tenían a mano. En la mayoría de los casos con carbón, a veces con lápiz o simplemente grabando su nombre con sus bayonetas.

Los Graffitis del Reichtag

Algunas inscripciones dicen: “Mi mayor sueño se ha cumplido: pronto podré volver a casa”. “De la caldera (Stalingrado) a Berlín, 8 de mayo de 1945”, y la firma. Otra es un pequeño corazón dibujado en un rincón de la pared: “Anatoli y Galina”. “A la mierda con Hitler”.

En una ocasión el viejo veterano, Pavel Solotarejov, de 80 años volvió al Reichtag tras 65 años y entre todas las inscripciones encontró la que hizo cuando solo era un muchacho, aquel lejano mayo de 1945.

Los Graffitis del Reichtag

Algunas imágenes del Reichtag en 1945:

Los Graffitis del Reichtag

Los Graffitis del Reichtag

Los Graffitis del Reichtag

Los Graffitis del Reichtag

Los Graffitis del Reichtag

Los Graffitis del Reichtag

Los Graffitis del Reichtag

Los Graffitis del Reichtag


Para saber más:
Rusia Beyond

miércoles, 13 de febrero de 2013

El Nido del Águila

El llamado Nido de águila (o Kehlsteinhaus) es un chalet situado en la cima de una montaña a 1834 metros de altitud. Fue un regalo para Adolf Hitler con motivo de su 50 cumpleaños. La construcción duró trece meses y empleó a 3,800 de trabajadores.


Una espectacular carretera termina a los 1700 metros de altitud y después un túnel de 130 metros conduce a un ascensor que asciende los últimos 124 metros.


El coste se estima que fue unos 30 millones de Reichmarks, incluyendo un generador propio de luz, calefacción y puertas de bronce. La casa se componía de un comedor, despacho, salón, cocina, sala de guardias, aseos y un gran sótano. y sin embargo, Hitler tan sólo visitó el chalet una veintena de veces, para recibir a algún dignatario extranjero, entre otras cosas por el peligro a un bombardeo aliado (como sucedió el 24 de abril de 1945).


Durante los bombardeos, escapó casi sin daño alguno. Posteriormente se salvo de la destrucción de los aliados en 1.951, ya que aunque tenia clara vinculación con Hitler, no fue tan intensa como otros edificios y además el gobierno alemán protesto contra su demolición. En los años siguientes fue restaurado y modernizado siendo la atracción más importante de la zona, que atrae a miles de visitantes al año. Actualmente un restaurante ocupa el chalet.


El 5 de mayo de 1945, la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada de la Francia Libre, conocida también como la División Leclerc, en la que estaba la 9ª compañía, La Nueve, formada principalmente por republicanos españoles tomó el nido del águila y algunos días después llegaron los norteamericanos.

La "Nueve" en el Nido del Águila.

Los soldados norteamericanos tomando unas "cervezas".

Para saber más:
Songs Of War

martes, 12 de febrero de 2013

Visita virtual: La derrota de las fuerzas alemanas en Stalingrado

En la estupenda web Rusadas he encontrado el enlace a una vista en 360º del cuadro panorámico "La derrota de las fuerzas alemanas en Stalingrado" ubicado en el Museo de la Batalla de Stalingrado.

Clic en la imagen para ir a la panorámica

El 8 de julio de 1982 se abrió al público y fue restaurado en el año 2005. El cuadro mide 16x120 metros y está considerado uno de los  cuadros más grandes del mundo.
La perspectiva del cuadro muestra la panorámica que se observaba, durante la batalla desarrollada el 26 de enero 1943, desde la colina Mamaev. En este LINK podeis ver esta extraordinaria obra en 360º con gran detalle.

Fuente:
Rusadas
Volgogrado Virtual

lunes, 11 de febrero de 2013

Lectura recomendada: La batalla de Stalingrado, William Craig

Con motivo del 70 aniversario de la Batalla de Stalingrado, me he decidido a comenzar con un nuevo proyecto, recomendar libros relacionados con la la historia de las guerras en el mundo.

La primera recomendación es "La batalla de Stalingrado, William Craig".

Stalingrado fue la batalla más sangrienta de la Segunda Guerra Mundial, y la más costosa en vidas humanas: casi dos millones de muertos. Pero, además, como afirmó Churchill, esta batalla giró los goznes del destino, puesto que señaló el principio del fin para el III Reich Desde el cálido verano de 1942, cuando los ejércitos alemanes se pusieron en marcha hacia el Volga, hasta la destrucción del 6º Ejército alemán

Craig recrea con mucha fidelidad todos los detalles de la batalla más importante en Europa. El resultado es dramático y la técnica narrativa de Craig nos hace más cercana al mostrarnos a muchos de sus protagonistas en su forma más humana.

Otro libro recomendado es la muy buena obra de Antony Beevor que investiga minuciosamente y rescata cartas de soldados y entrevista a algunos supervivientes.

La CIA revela como hacer tinta invisible

CIA ha desclasificado una serie de documentos de la Primera Guerra Mundial con diferentes recetas para fabricar la tinta invisible.

Los documentos también revelan métodos químicos utilizados por los agentes para abrir los sobres cerrados sin ser descubierto, incluso incluyen una advertencia: "No inhalar los vapores". A los espías no se les enseñaba sólo la fabricación de la tinta invisible, las instrucciones incluyen como leerlos: "examinar a través de haces de luz proyectado sobre la superficie en diferentes ángulos" y "pásele la plancha caliente sobre la superficie".

Uno de ellos, que data de junio de 1918, está escrito en francés, y describe la fórmula de los alemanes de la tinta secreta, demostrando que se había roto el código del enemigo. Otro enumera 50 modos en los que podría ser utilizada la tinta invisible, incluyendo "bajo sellos de correos, envolviendo los mensajes en cápsulas de medicina y grabados en las uñas de los pies".





Para saber más:
Daily Mail

sábado, 9 de febrero de 2013

Alemania reabre la investigación de la matanza de Oradour-sur-Glane

La Justicia alemana retomó las investigaciones en 2010 y ordenó registrar las viviendas de los seis veteranos de la Waffen-SS, que hoy cuentan 86 y 87 años. Según los informes judiciales, el estado de salud de tres de ellos les impedirá responder de las acusaciones. Aunque el asesinato no prescribe como delito en Alemania, cabe dudar de que los otros tres vayan a tener que acudir a los juzgados de Dortmund que investigan el caso. El fiscal de Dortmund participó en el viaje a Oradour, donde se ha entrevistado con supervivientes y ha visitado las ruinas de la población arrasada hace 69 años. Las ruinas del pueblo se conservan tal y como quedaron, como recordatorio de la barbarie nazi.


Pocos días después de que los aliados desembarcaran en Normandía, unos 150 hombres del regimiento de infantería acorazada Der Führer de la Waffen-SS cercaron el pueblo de Oradour, en el oeste francés. Era la una y media de la tarde. El comandante Adolf Diekmann dio la orden de matar “con disparos a todos los habitantes, también a los niños”. Empezaron hacia las dos de la tarde y, según el criminal de guerra Heinz Barth, terminaron “rápido”. Ataron a unos 200 hombres. A las mujeres y a los niños los metieron en la iglesia y le prendieron fuego. Mientras ardía, los alemanes ametrallaron a los hombres. Para terminar quemaron el resto de la población, ya vacía.


Por su implicación en la masacre, Barth fue condenado a cadena perpetua en la RDA en 1983. Salió libre en 1997 y otros 60 soldados implicados fueron condenados a penas menores. En 2010, unos investigadores alemanes hallaron unos documentos que incriminaban a otros seis antiguos soldados en los archivos de la policía política de la RDA. Según los documentos también participaron en la matanza de Oradour, que fue el peor crimen perpetrado por los nazis sobre territorio francés durante la Segunda Guerra Mundial.

Los investigadores alemanes en el pueblo.

Monumento erigido a las victimas de la matanza.

Fuente:
El País
Daily Mail