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domingo, 19 de octubre de 2025
Operacion Roble: liberar a Mussolini
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domingo, 5 de octubre de 2025
Un monumento para manipular la historia
En la plaza Szabadság (Libertad) de Budapest se encuentra un monumento dedicado a las víctimas de la ocupación alemana durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, pero la historia que pretende contar no fue realmente así.
El monumento, que hace referencia a la ocupación alemana de Hungría de marzo 1944, se levantó por orden del primer ministro Viktor Orbán en la noche del 20 al 21 de julio de 2014. El monumento representa al arcángel san Gabriel con los brazos levantados hacia un águila de actitud amenazante, que representa a la Alemania nazi. En una especie de anilla de su pata derecha se puede leer 1944. San Gabriel, busca representar la inocencia de Hungría en los avatares de la Segunda Guerra Mundial y en la base del monumento aparece la inscripción "En memoria de las víctimas".La ocupación alemana de Hungría, la Operación Margarethe, fue la respuesta a los intentos del gobierno húngaro de negociar un armisticio con los aliados, aunque Hungría había sido aliada del III Reich. Los alemanes tomaron el control del país y aumentó la persecución de los judíos que ya sufrían las leyes antisemitas dictadas por el estado húngaro que, además, se mostró tremendamente dispuesto a cumplir con las peticiones germanas y organizó muy eficazmente las deportaciones. Entre los meses de mayo y julio de ese mismo año, más de 430.000 fueron deportados al campo de concentración y extermino de Auschwitz, donde prácticamente la mitad terminaron en las cámaras de gas.
568.000 judíos húngaros habían perecido durante el Holocausto. Como una especie de memorial popular vivo o contra monumento, a estos y a todas las victimas del régimen establecido tras la invasión alemana se les recuerda con objetos personales, piedras o fotografías colocadas en el borde de la acera justo en frente.El Monumento a las Víctimas de la Ocupación Alemana no corresponde del todo con la realidad que pretende representar. No todas las victimas fueron causa directa de la invasión por parte de los alemanes. El monumento ignora por completo la participación del estado húngaro en la aniquilación de sus propios ciudadanos. Basta con visitar el monumento Zapatos en la orilla del Danubio en el que se recuerda el asesinato a orillas del río, por parte de paramilitares del Partido de la Cruz Flechada, de 3.500 personas, 800 de ellas judías. Previamente, se les obligó a quitarse los zapatos pues estos eran valiosos y podían ser revendidos.
El Partido de la Cruz Flechada, era tremendamente nacionalista, fascista, pro alemán, anticomunista y antisemita. Dirigido por Ferenc Szálasi, que gobernó Hungría durante los meses finales de la Segunda Guerra Mundial, su gobierno fue brutal. En menos de tres meses, sus paramilitares asesinaron a unas 38.000 personas, 25.000 de los cuales eran judíos.Desde enero de 2014, tanto organizaciones civiles como ciudadanos húngaros y europeos luchan por una memoria histórica responsable libre de manipulaciones políticas y por resignificar o eliminar este monumento de la plaza de la Libertad de Budapest, un ejemplo más de manipulación de la historia por quienes no quieren que esta se conozca tal cual fue.
Para saber más:Hablemos de Historia
Élö Emlkhelyé - Living Memorial
Nueva Tribuna
El Mundo
Budapest Info
domingo, 21 de septiembre de 2025
Historia de una imagen: Dos mujeres recogen los restos de un caballo muerto para comer
El asedio duró de 2 años, 4 meses y 19 días (8 de septiembre de 1941 a 27 de enero de 1944) y fue uno de los más largos y destructivos de la historia, causando una devastación considerable en la ciudad de Leningrado (ahora San Petersburgo). Se calcula que el número total de víctimas mortales durante el asedio podía alcanzar el 1.500.000, tanto civiles como militares. Solo 700.000 personas de las que quedaron dentro del cerco sobrevivieron.
Entre ellos se encontraban soldados, obreros, niños supervivientes y mujeres. De los 700.000 supervivientes, unos 300.000 eran soldados que vinieron de otras partes del país para ayudar en la ciudad sitiada. Más de un millón de niños y personas dependientes aún permanecían en la ciudad cuando se cerró el bloqueo. Muy pronto, la ración de pan tuvo que reducirse a la mitad. A mediados de noviembre de 1941, los trabajadores manuales recibían 250 gramos al día, y el resto solo la mitad. Pero el pan había sido adulterado con virutas de abedul y pino. Así que la gente debía subsistir con apenas 300 o 400 calorías cuando debían ser al menos unas 1.500 para un adulto. Durante el primer año del asedio, la ciudad sobrevivió a cinco reducciones de alimentos: dos en septiembre de 1941, una en octubre y dos en noviembre.La última restricción supuso una reducción del consumo diario de alimentos a 250 gramos para los trabajadores manuales y a 125 gramos para el resto de los civiles. Esto llevo a actos de canibalismo tras acabar con aves, ratas y mascotas, y en noviembre de 1941 se pusieron a la venta en el mercado hamburguesas de carne humana picada. Muchos cuerpos que se llevaban a los cementerios de la ciudad llegaban sin partes del cuerpo. El racionamiento de alimentos, que se extendía hasta el límite de la hambruna, se vio aliviado por los nuevos huertos que cubrían la mayor parte del terreno abierto de la ciudad para 1942. Se intentó hacer llegar víveres a través del llamado Camino de la Vida que fue construido a través de las frágiles capas de hielo del lago Ládoga.
A pesar de los esfuerzos, cuando la ciudad fue por fin liberada en enero de 1944, más del 90% de los supervivientes habían perdido una cantidad muy importante de peso llegando a perder hasta la mitad de su masa corporal.
Tras soportas unas condiciones tan horribles de hambre y miseria que se prologó hasta la posguerra, los rusos valoran de tal modo, algo tan simple como el pan, que no tiran a la basura ni una miga, sabiendo que este sencillo alimento salvó la vida de miles de personas.






