En la plaza Szabadság (Libertad) de Budapest se encuentra un monumento dedicado a las víctimas de la ocupación alemana durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, pero la historia que pretende contar no fue realmente así.
El monumento, que hace referencia a la ocupación alemana de Hungría de marzo 1944, se levantó por orden del primer ministro Viktor Orbán en la noche del 20 al 21 de julio de 2014. El monumento representa al arcángel san Gabriel con los brazos levantados hacia un águila de actitud amenazante, que representa a la Alemania nazi. En una especie de anilla de su pata derecha se puede leer 1944. San Gabriel, busca representar la inocencia de Hungría en los avatares de la Segunda Guerra Mundial y en la base del monumento aparece la inscripción "En memoria de las víctimas".La ocupación alemana de Hungría, la Operación Margarethe, fue la respuesta a los intentos del gobierno húngaro de negociar un armisticio con los aliados, aunque Hungría había sido aliada del III Reich. Los alemanes tomaron el control del país y aumentó la persecución de los judíos que ya sufrían las leyes antisemitas dictadas por el estado húngaro que, además, se mostró tremendamente dispuesto a cumplir con las peticiones germanas y organizó muy eficazmente las deportaciones. Entre los meses de mayo y julio de ese mismo año, más de 430.000 fueron deportados al campo de concentración y extermino de Auschwitz, donde prácticamente la mitad terminaron en las cámaras de gas.
568.000 judíos húngaros habían perecido durante el Holocausto. Como una especie de memorial popular vivo o contra monumento, a estos y a todas las victimas del régimen establecido tras la invasión alemana se les recuerda con objetos personales, piedras o fotografías colocadas en el borde de la acera justo en frente.El Monumento a las Víctimas de la Ocupación Alemana no corresponde del todo con la realidad que pretende representar. No todas las victimas fueron causa directa de la invasión por parte de los alemanes. El monumento ignora por completo la participación del estado húngaro en la aniquilación de sus propios ciudadanos. Basta con visitar el monumento Zapatos en la orilla del Danubio en el que se recuerda el asesinato a orillas del río, por parte de paramilitares del Partido de la Cruz Flechada, de 3.500 personas, 800 de ellas judías. Previamente, se les obligó a quitarse los zapatos pues estos eran valiosos y podían ser revendidos.
El Partido de la Cruz Flechada, era tremendamente nacionalista, fascista, pro alemán, anticomunista y antisemita. Dirigido por Ferenc Szálasi, que gobernó Hungría durante los meses finales de la Segunda Guerra Mundial, su gobierno fue brutal. En menos de tres meses, sus paramilitares asesinaron a unas 38.000 personas, 25.000 de los cuales eran judíos.Desde enero de 2014, tanto organizaciones civiles como ciudadanos húngaros y europeos luchan por una memoria histórica responsable libre de manipulaciones políticas y por resignificar o eliminar este monumento de la plaza de la Libertad de Budapest, un ejemplo más de manipulación de la historia por quienes no quieren que esta se conozca tal cual fue.
Para saber más:Hablemos de Historia
Élö Emlkhelyé - Living Memorial
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