domingo, 15 de noviembre de 2020

Granadas en la pista de tenis

En lo que hoy es un lugar tranquilo en el estado indio de Nagaland, en 1944, se convirtió en un auténtico infierno. En lo que son los apenas 200 metros cuadrados de la pista de tenis del bungalow del adjunto británico en la India, se libró una de la luchas más duras del ejército británico en Asia. Según el Imperial War Museum, es la más importante jamás librada por las fuerzas británicas en el siglo XX.

Esos 200 metros cuadrados fueron los más disputados de la Segunda Guerra Mundial en el teatro de operaciones asiático, convirtiéndose casi en un partido de tenis con granadas, donde los soldados luchaban cara cara antes de caer ante las balas y las granadas y convertirse en una lápida más, una columna de humo más.

Ahora esa pista de tenis, no sirve para practicar deporte, es el lugar de descanso de 1420 soldados. Los soldados hindúes y sijs, según su costumbre, fueron incinerados, si no serían el triple de lápidas.

Este lugar podría parecer insignificante si no fuera porque en él se produjo la Batalla de Kohima, la que Lord Mountbatten comparó con la mítica lucha del rey Leónidas y sus espartanos en el paso de las Termópilas, en el que los japoneses llegaron a superar a las fuerzas británicas en una proporción de 10 a 1.

Tras vencer con relativa facilidad a los británicos, los japoneses ya controlaban Hong Kong, Singapur, Malasia o Birmania (Myanmar), avanzaban como libertadores del yugo imperialista europeo en Asia. El avance en la India parecía pan comido para los nipones, tras bombardear Calcuta y Madrás y se adentraran en Manipur y las colinas nagas, el límite natural del Sudeste Asiático.

Tras algunas semanas de asedio, en una situación de tablas, quien lograra mantener los suministros y los apoyos de tropas de refresco sería el vencedor.  La derrota británica hubiera supuesto abrir el camino de la India a los japoneses.

Los sitiadores lograron mantenerse alguna semana más en las colinas que rodeaban Kohima. El 18 de abril, fueron expulsados de los alrededores de la pista al no poder recibir a tiempo los refuerzos de una unidad de blindados. 

La invasión que parecía imparable para lo nipones quedo detenida y se perdió la posibilidad de controlar la India. Con Kohima también se perdió Imphal, la principal base militar británica en la zona.

Muchos historiadores llaman a esta batalla el “Stalingrado de Asia”, ya que al igual que Stalingrado significó la primera gran derrota de los alemanes y el punto de inflexión de la guerra en el Este de Europa, Kohima fue la primera derrota nipona en Asia continental mientras retrocedía ante los estadounidenses en el Pacifico.

En la actualidad de la pista de tenis tan solo quedan unas líneas de cemento que la dibujan sobre un cuidado césped.

Para saber más:
Kohima 1944: The battle that saved India, de Robert Lyman
Kohima, de Arthur Horace Swinson 

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