jueves, 18 de abril de 2013

Reciclaje gallego de un avión de la Segunda Guerra Mundial

El 22 de febrero de 1944 se produjo el accidente de un Hudson MkVI inglés contra la peña conocida como Monteagudo, en Calvos de Randín (Ourense). El aparato transportaba artillería de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, pero acabó convertido en cerramiento de fincas y cobertizos.

El lugar del impacto se encuentra casi en la frontera con Portugal por lo que los vecinos de Vilar y Vilariño, en Calvos de Randín, temiesen una invasión del ejército portugués.

El avión, que ya había colisionado con el último monte en territorio portugués, acabó impactando con el de Monteagudo y se arrastró por una de sus laderas a lo largo de 800 metros dejando un rastro de fuego que pronto alcanzó los explosivos que transportaba en su interior.

Sobre las diez de la mañana del día siguiente, gentes de los pueblos más próximos al impacto, acudieron al lugar del siniestro. Pronto supieron que se trataba de un avión militar. En el sitio ya estaban los gendarmes portugueses y la Guardia Civil.

Los primeros, más rápidos en llegar, forjaron una controvertida leyenda a ambos lados de la frontera que dice que llegaron a arrancar el dedo de alguno de los tripulantes para quitarle su anillo de oro.
Del lado portugués, testigos del accidente dicen atribuyen los hechos a la Guardia Civil. En cualquier caso, ambas versiones coinciden en que el resto de la carga (munición, artillería y comida) o bien ardió en las horas posteriores al accidente o quedó tirada por el monte como un incomprensible recuerdo de los movimientos de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial.

Los tripulantes supervivientes fueron repatriados casi siete años después del accidente, pero los gallegos tardaron solo unos días en dar cuenta de los restos del avión. Las chapas del fuselaje fueron transportadas a las aldeas y con ellas se cerraron establos, se hicieron puertas y aún hoy, 69 años después, son el mejor testigo de un avión olvidado por los aliados pero bien aprovechado por los gallegos.

Para saber más:
La Voz de Galicia
Galicia en la SGM

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