domingo, 25 de mayo de 2014

71 martinis en el Hotel Ritz de París

Cuando el 23 de agosto los Aliados se lanzaban hacia París, el escritor Ernest Hemingway, que estaba en Francia como corresponsal de guerra de la revista Collier's, reclutó a un grupo de rufianes vestidos con monos grasientos y boinas sucias, que se habían unido a la Resistencia francesa a última hora.

El 25 de agosto, las primeras tropas aliadas de la 2ª División Blindada francesa (formada principalmente por republicanos españoles) penetraron en la ciudad de la luz por la puerta de Italia. Durante los combates Hemingway logró conseguir un camión del ejército norteamericano para transportar a su peculiar grupo de combatientes al Hotel Ritz, el más lujoso de toda la ciudad, que quería liberar de la tropas nazis.


En el solitario vestíbulo sólo encontraron a un hombre muy asustado y sorprendido, al adjunto del director. A pesar de la espesa barba que cubría su rostro, pudo reconocer al jefe de aquella banda de desarrapados.
¡No es posible que sea usted, Mr. Hemingway!
El autor de Por Quien Doblan las Campanas le pidió setenta y un martinis para saciar la sed de venganza de su pequeño ejército. Los cócteles no eran muy buenos, pues el barman había desaparecido, pero la cena de "liberación" que le siguió fue soberbia. El Hotel Ritz ya había sido liberado.

Para saber más:
¿Arde París?, de Dominique Lapierre y Larry Collins
SFGate

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