jueves, 1 de mayo de 2014

La operación Carne Picada y el hombre que nunca existió

El último día de abril de 1943, en la costa de Huelva apareció un cadáver que iba a cambiar el curso de la Segunda Guerra Mundial, en una de las operaciones de contra-espionaje más audaces de la contienda. En la operación España jugaría un importante papel, sin saberlo.

El cuerpo llevaba documentos falsos, los británicos querían engañar a los alemanes sobre donde desembarcarían los aliados en Italia. Las autoridades españolas cayeron en la trampa y enviaron toda la información a Berlín.
Esta operación de distracción era la "Operación Carne Picada" (Operation Micemeat).

Los británicos esperaban es que los agentes nazis en España copiaran los documentos y mordieran el anzuelo. Pero en realidad fueron los propios españoles los que abrieron los documentos y los entregaron a la inteligencia alemana (Abwehr) a través de su embajada en Madrid.

El cuerpo del oficial de la Royal Navy debía aparecer flotando en la bahía de Huelva llevando consigo tres importantes cartas dirigidas al almirante Cunningham, al general Alexander y al General Eisenhower, escritas de tal modo los nazis pudieran averiguar que los Aliados iban desembarcar en Grecia y en Cerdeña y no en Sicilia, como estaba planeado. El submarino Seraph se encargó de depositar el cuerpo a las 4:30 horas del día 30 de Abril de 1943.

Actualmente la tumba del falso cadáver (en realidad el cadáver del mendigo galés Glyndwr Michael) aún está en el cementerio de Nuestra Señora de la Soledad de Huelva, con la siguiente inscripción:
Mayor William Martin, nacido el 29 de marzo de 1.907 y muerto en acto de servicio el 24 de Abril de 1.943. Querido hijo de John Glyndwyr Martin y de Antonia Martin de Cardiff, Gales.
R.I.P.
Dulce et decorum est pro Patria mori (Es dulce y honroso morir por la patria).  
Posteriormente se ha añadido, como reconocimiento a su labor.:
Glyndwr Michael sirvió como el Mayor William Martin. RM.
Desde que fue enterrado en 1943 siempre hay flores frescas en su tumba. Quien las depositaba sobre la lápida era Isabel Naylor que siguió la tradición que su padre empezó.
La historia del famoso cadáver “inventado” por el espionaje británico, el mayor William Martin, El hombre que nunca existió, ha inspirado varias novelas y hasta una película. En un capítulo de la serie española El Ministerio del Tiempo tambien aparece esta historia.


Gracias A Enrique Nielsen por el Vídeo.

Para saber más:
Amarre
Wikipedia
Cadena SER
Abadía Aljarafe
Personajes enigmáticos de la Historia

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