martes, 4 de julio de 2017

Crímenes japoneses durante la Segunda Guerra Mundial

Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército japonés cometió un importante número de crímenes contra la humanidad ordenados por el gobierno y el alto mando del ejército imperial. En el equivalente japonés de los juicios de Nüremberg, celebrada en Tokio en 1946, muchos de los oficiales de alto rango y funcionarios del gobierno fueron declarados culpables de genocidio y crímenes de guerra y ejecutados por ello. Aún hoy es un asunto controvertido, de hecho catorce de ellos todavía tienen un lugar en el Santuario Nacional, dónde se rinde homenaje a los héroes del pueblo japonés.

Crímenes japoneses
Algunas de estas infames atrocidades son muy conocidas, como la construcción del ferrocarril de Birmania, llevada al cine en la película "El Puente sobre el río Kwai", que costó la vida de 80.000 a 100.000 malayos y más de 13.000 de prisioneros de guerra aliados en el periodo de 1943-1944. También es conocida la Unidad 731 que llevó a cabo horribles experimentos en China, el sudeste asiático, Rusia y a prisioneros aliados con una cifra total de 250.000 hombres, mujeres y niños, muertos a manos de la esta oscura unidad.

En enero de 1942, en Malasia, durante la batalla de Muar la 8ª División Australiana y la 45ª Brigada de Infantería de la India fueron superados en número y tuvieron que retirarse. Cerca del puente en Parit Sulong, fueron rodeados por los japoneses. Tras dos días de intensos combates se quedaron sin municiones y víveres. Los mandos aliados dieron la orden de dispersarse en la selva, pero, entre 150 y 300 australianos e indios estaban demasiado gravemente heridos para poder moverse, y su única opción era rendirse para tener una oportunidad de sobrevivir. Las tropas japonesas maltrataron a los prisioneros heridos golpeándolos con las culatas de los rifles y fueron atados en grupos con alambre, los colocaron sobre el puente y ejecutaron de sólo disparo a uno de ellos para que pudiera servir como lastre para que el resto se ahogara. Otros cuerpos fueron apilados, les vertieron gasolina y les prendieron fuego.

Crímenes japonesesEl incidente del SS Shinyo Maru, un barco de transporte, se produjo el 7 de septiembre de 1944. El buque transportaba alrededor de 750 prisioneros de guerra a Manila. Estos barcos eran llamados "Naves del Infierno", debido a sus condiciones extremadamente difíciles de vida y la crueldad de la tripulación.

El buque y su escolta fueron descubiertos por un submarino estadounidense, el USS Paddle, que lanzó un ataque con torpedos, sin percatarse de que había prisioneros de guerra a bordo. El comandante japonés fue informado de una posible presencia de submarinos y ordenó la ejecución inmediata de todos los presos a bordo si el barco era atacado. Dos torpedos alcanzaron al Shinyo Maru, y el barco empezó a hundirse. Algunos prisioneros lograron escapar de la nave, pero más tarde fueron asesinados por una misión de rescate japonés que encontró a los marineros supervivientes. De los 750 prisioneros de guerra aliados, 668 fueron ejecutados, y sólo 82 lograron escapar.

Crímenes japonesesLa conocida como marcha de la muerte de Sandakan hace referencia a una serie de marchas forzadas que se produjeron en 1945, en la que los soldados supervivientes del campo de prisioneros de Sandakan en la isla de Borneo se vieron obligados a marchar hasta que murieron 2345 prisioneros de agotamiento, deshidratación y enfermedades.
El campo de prisioneros de Sandakan fue construido en 1942 para albergar prisioneros de guerra australianos y británicos donde eran sometidos a trabajos forzados en la construcción de un aeródromo, golpes, malnutrición y sin recibir ninguna ayuda médica.

El 14 de Diciembre 1944, soldados japoneses custodiaban a prisioneros supervivientes de Bataan y Corregidor en la isla de Palawan. Les hicieron cavar trincheras y meterse en ellas. Los rociaron con gasolina y posteriormente les prendieron fuego. Murieron quemados 139 de los apenas 150 que quedaban de los 300 que llegaron a las cercanías de Puerto Princesa, la capital de la isla. Eran las órdenes dadas por el Alto Mando japonés en Filipinas, en el supuesto de un inminente desembarco estadounidense.

No solo los soldados aliados sufrieron los criminales maltratos de parte de las tropas japonesas. Un ejemplo de ello es el ocurrido durante la revuelta de Jesselton, un levantamiento multiétnico en la isla de Borneo cuando fue ocupada en octubre de 1943. La resistencia fue una fuerza guerrillera formada principalmente por las poblaciones indígenas Suluk y otras de origen chino. Los rebeldes estaban armados principalmente con lanzas y espadas de Indonesia llamados parang, con prácticamente ningún arma de fuego. La Guardia Imperial japonesa aplasto la insurrección e inmediatamente después se puso en marcha una campaña de genocidio contra la población Suluk, como castigo por haber participado en el levantamiento.
La infame Kempeitai, cuyos métodos de tortura e interrogatorio eran muy similares a la Gestapo alemana, llevó a cabo la matanza sistemática de la Suluks mientras perseguía a los restos de los guerrilleros chinos. Entre 3.000-4.000 de Suluks fueron decapitados a machetazos y quemaron sus aldeas hasta el punto de que los indígenas fueron exterminados casi por completo.

Crímenes japonesesDurante la guerra el ejército japonés impuso una estrategia de tierra quemada, especialmente en china. Esa política fue conocida como "Los Tres Todos" "matar a todos, quemar todo y saquearlo todo". Purgas de este tipo son el caso de Nankin, llevada a cabo entre 1937 y 1938, que se cobró la vida de más de 300.000 civiles chinos; la matanza de Singapur que duró del 18 de febrero al 4 de marzo de 1942 y causó la muerte de casi 100.000 personas; la llevada a cabo entre el 9 y el 12 de marzo de 1943 en Changjiao se cobró la vida de 30.000 personas y ha sido tristemente famosa por porque el alto mando del ejército, a las ordenes del Mariscal de Campo Shunroku Hata, aprobó una campaña de violación masiva que afectó a miles de mujeres. Muchas de esas mujeres, llamadas "mujeres de confort", de todas las edades fueron raptadas, trasladadas con las tropas y sometidas a continuas violaciones por parte de los oficiales y soldados nipones. Estas pobre mujeres vivieron en condiciones infrahumanas, sin asistencia médica lo que provocó multitud de muertes.

La capital de Flilipinas, Manilla, también sufrió una masacre. Entre febrero y marzo de 1945, el Ejército de los Estados Unidos y el Ejército de la Commonwealth avanzaron hacia la ciudad para expulsar a los japoneses. Viéndose acabados, durante los momentos de calma en la batalla por el control de la ciudad, los japoneses bajo el mando del general Yamashita descargaron su rabia y frustración contra la población civil. Mutilaciones, violaciones y matanzas ocurrieron en escuelas, hospitales y conventos.
Muchas mujeres manileñas, muchas de ellas de 12 a 14 años de edad, fueron llevadas a un hotel de la ciudad, donde fueron repetidamente violadas. El número total estimado de bajas civiles fue de más de 100.000, y la ciudad quedó totalmente destruida.

Crímenes japoneses
En 1942, la Fuerza Aérea estadounidense planeó la construcción de pistas de aterrizaje clandestinas en territorio chino no ocupado por Japón. Estas pistas de aterrizaje serian plataformas de aterrizaje para los bombarderos estadounidenses de Doolittle que bombardearían territorio japonés desde el portaaviones USS Hornet. Pero debido a que el ataque se tuvo que realizar antes de lo previsto, la mayor parte de los aparatos se quedó sin combustible y se estrellaron en las provincias de Zhejiang y Jiangxi. Los 64 aviadores que sobrevivieron se escondieron entre los civiles chinos que les proporcionaban refugio. De los 64, ocho fueron capturados y ejecutados casi inmediatamente por los japoneses. En la búsqueda de los aviadores estadounidenses restantes, los japoneses llevaron a cabo una búsqueda exhaustiva con la ejecución, el saqueo y la quema de pueblos enteros como un acto de venganza por ayudar a los estadounidenses. El resultado fue devastador: 250.000 civiles chinos asesinados. El comandante en jefe en ese momento era el Mariscal de Campo Shunroku Hata, que en 1948, fue condenado a cadena perpetua, pero fue puesto en libertad condicional sólo seis años después, en 1954. Hasta su muerte en 1962, fue una figura pública respetada.

Estos son solo algunos de los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial por los japoneses, pero fueron más benévolamente tratados por los aliados que los nazis en sus respectivos juicios por crímenes de guerra, teniendo en cuenta que además cometieron numerosos actos de canibalismo con los prisioneros o con sus propios soldados caídos.

Para saber más:
Xinhua
Wikipedia
Pacific War
List Verse
Enki Village
Csee.Umbc
Unit731
Zzwave

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