sábado, 1 de octubre de 2011

Wind Talkers vascos en Guadalcanal

La marina de Estados Unidos usó a hijos de inmigrantes vascos para codificar mensajes y transmisiones en la batalla de Guadalcanal.

vascos en Guadalcanal
La historia de los “code-talkers”, las personas encargadas de cifrar y transmitir los mensajes durante las batallas del Pacífico, es de sobra conocida gracias a la película norteamericana Windtalkers. Estados Unidos se valió de sus ciudadanos indios para crear mensajes que fueran indescifrables a oídos de los japoneses. Sin embargo, también hubo un grupo de vascos desempeñando esta importante labor.

Tras el varapalo de Pearl Harbor y la pérdida de las Filipinas, la primera gran acción militar que llevaron a cabo los estadounidenses en el Pacífico fue la campaña de Guadalcanal, en las islas Salomón. Esta serie de batallas evitó la penetración de los japoneses hacia Australia y así se pudo parar la inminente invasión de la gran isla.

vascos en Guadalcanal
Para llevar a cabo esta difícil tarea, el mando estadounidense, aconsejado por un teniente coronel de origen mexicano pero de padres vizcaínos, Ernesto Carranza, decidió adiestrar a un grupo de descendientes de inmigrantes vascos, unos 60, en el manejo de radios y códigos de encriptación y transmisión de mensajes.

En mayo de 1942 se formó aquel extraordinario grupo de soldados euskaldunes. Hijos de pastores que apenas conocían el castellano y que chapurreaban el inglés con un fuerte acento vasco se unieron a iroqueses, navajos, oswegos y shaishai para crear unas comunicaciones que fueran, a oídos de los japoneses, inviolables.

Según explica el catedrático y escritor Daniel Arasa en su libro Los españoles en la guerra del Pacífico, tras demostrarse que el mando japonés no entendía aquellos extraños idiomas se decidió repartir las transmisiones a una lengua distinta cada día.

vascos en Guadalcanal
El reparto que se hizo fue el siguiente, los lunes y sábados se emitían las órdenes en euskera; los martes y domingos en oswego, los miércoles en iroqués y los jueves en shaishai. El primer uso militar que se dio a estos idiomas fue para guiar a los convoyes de carga que navegaban por el océano Pacífico, en aquel momento en manos de la marina y la aviación nipona. Vista su efectividad, se siguió usando para el desembarco en la isla de Guadalcanal.

El 1 de agosto de 1942 se dio la primera orden sobre el asalto anfibio: “Egon arretaz, X egunari” (atención al día X). Sin embargo, el código más importante se emitió en la madrugada del 7 de agosto de 1942, “Sagarra eragintza zazpi” (la Operación Manzana comenzará a las siete). A esa hora se había decidido desembarcar sobre el islote Tulagi y sobre Guadalcanal.

Otras comunicaciones en euskera:
Gabaumba Gudari-Talde Asko 100.000 - Las tropas japonesas suman 100.000.
Lurrepaira Idarrepaira Indartsuak – Poseen fuertes trincheras y fortificaciones.
Aurreta Zugaitzairi – Atención a las copas de los árboles.

vascos en Guadalcanal
Parte de las historias de los hijos de españoles que combatieron en la campaña del Pacífico fueron recogidas por la prensa en 1952 en la edición mexicana de Euzko Deya. Poco después tambien fue publicada por la revista de la Armada Española. En abril de 1979, el diario Deia publicó un artículo sobre el teniente coronel Ernesto Carranza en el que se explicaba que los primeros marines que desembarcaron en las playas de Tulagi (mayo de 1942) fueron descendientes de vascos y de andaluces.

Según se explicaba en la noticia, esta decisión se debía a que el comandante Francis Fletcher (que había sido agregado naval en España entre 1933 y 1936), propuso que dado el origen español de las islas Filipinas “sería interesante que fueran las tropas de origen ibérico quienes asaltaran en primer lugar las tropas del desembarco”. Al frente de ellos se encontraba Ernesto Carranza que explicó que de los 200 que tenía a sus órdenes, alrededor de 110 eran vascos y el resto andaluces.

Esta historia ha generado controversia y debate, por lo que muchos la califican de mito, entre otras cosas porque nunca ha aparecido una fotografía del tal Carranza que en unas fuentes se llama Ernesto y en otras Frank. Por ello en 2017, el doctor en Historia Pedro Oiarzabal, del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Deusto, y el investigador de la Asociación Sancho de Beurko, Guillermo Tabernilla, especialista en historia militar, publicaron Basque Code Talkers en la Segunda Guerra Mundial, un trabajo que contradice esta historia. En el afirman que nadie del ejército ni de la Agencia de Seguridad Nacional de los EEUU tiene noticias del uso del euskera en Guadalcanal. Tambien opinan que Carranza pudo ser un agente de inteligencia que montara la historia para poder entrar dentro de la resistencia vasca. Lo que si está claro es que un número significativo de vascos y vascas lucharon en la Segunda Guerra Mundial.

Para saber más:
Euzko Deya (México), de Ramón de Arrieta (1952)
Diario Vasco de San Sebastián (1952)
Periódico Deia (1979)
...desde Ultima Thule?
Los españoles en la Guerra del Pacífico, de Daniel Arasa
Mil noticias insólitas del país de los vascos, de Iñaki Egaña
Navarralde
ABC