domingo, 26 de junio de 2022

La hambruna después de Market-Garden

Apenas tres meses después del desembarco aliado en Normandía, el 17 de septiembre de 1944, comenzó la “Operación Market Garden”, la mayor operación aerotransportada llevada a cabo por los Aliados, formada por unos 35.000 soldados al mando del mariscal británico Montgomery. El objetivo era tomar los puentes hasta el de Arnhem sobre el Rin y facilitar la invasión de Alemania (Market). Había que llegar a Berlín antes que los soviéticos, que avanzaba por el norte para terminar la guerra antes de fin de año.

hambruna Market-GardenEl plan fue un fiasco. Entre otras cosas porque en Arnhem se encontraba el II Cuerpo Panzer SS. Además, los alemanes conocían parte de las acciones aliadas tras capturar al espía doble holandés Christiaan Lindemans y las unidades terrestres (Garden) del XXX Cuerpo de Ejército Británico se encontraban a demasiada distancia. Con numerosas bajas de británicos, estadounidenses y polacos, las tropas de Montgomery se retiraron el 25 de septiembre. La población sufrió las consecuencias. La derrota de las tropas aliadas trajo meses de oscuridad y miseria.
La ocupación nazi se había dedicado al expolio desde 1943. La llegada de las fuerzas aerotransportadas aliadas en 1944 supuso un nuevo saqueo. Sin suministros, los soldados tuvieron que alimentarse con lo que encontraron. Después fue a peor.

Las autoridades alemanas ordenaron la evacuación masiva de los 150.000 habitantes de Arnhem con la idea de encontrar a los miembros de la resistencia y a los soldados aliados que se habían quedado aislados. Las casas se fueron desalojando con una violencia extrema. Los habitantes salieron a pie de la ciudad, identificados como no combatientes con un trozo de tela blanca en el brazo. Cuando la ciudad quedó vacía los alemanes saquearon la ciudad.

hambruna Market-GardenSeyss-Inquart, gobernador nazi de los Países Bajos, ordenó después el bloqueo de alimentos a la zona todavía controlada por la Wehrmacht. Quería castigar el apoyo que los ciudadanos de Arnhem habían dado a los paracaidistas aliados, además de la huelga de los ferroviarios con la que esperaban paralizar el transporte de tropas alemanas, con lo que ayudarían a los aliados. Ese fue el “Hongerwinter” (Invierno del Hambre). Cuando el transporte de alimentos se levantó parcialmente, en un invierno más frío de lo habitual, los canales se habían congelado y no era posible el paso de barcazas. En su retirada, además, el ejército alemán voló los diques y el país se inundó y heló.

A finales de noviembre las raciones diarias de los neerlandeses habían caído a mil calorías, lejos de la cantidad recomendada de 2.500-3.000 para hombres y 2.000-2.500 para mujeres, y en febrero de 1945 habían descendido hasta las 580 calorías. Las raciones estaban de dos rodajas de pan, un par de patatas y con suerte un poco de azúcar, luego se fueron reduciendo.

hambruna Market-GardenLa gente andaba decenas de kilómetros para realizar trueques en las granjas y comenzó a comer los bulbos del tulipán y remolacha. No había combustible, por lo que los neerlandeses quemaron sus muebles, traviesas del tren, vigas y cualquier cosa que les calentara. Las muertes por frío e inanición llegaron a las 20.000 personas, un caso único en un país avanzado, educado y moderno.

En abril de 1945 la aviación aliada comenzó a lanzar alimentos sobre los Países Bajos. Fue la “Operación Maná”, a la que siguió la “Operación Chowhound”. Suecia envió miles de sacos de harina con los que la población cocía pan, al que llamaron “pan sueco”.

Las mujeres embarazadas fueron de las más vulnerables y los niños concebidos durante ese invierno, entre 1944 y 1945, han padecido más diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad y otros problemas de salud que los nacidos en fechas anteriores o posteriores, así como su mortalidad a partir de los 68 años era un 10% superior. Estudios posteriores también revelaron que los bebés del hambre tenían mayores índices de esquizofrenia, unos resultados que concordaron con una investigación similar sobre las víctimas de una hambruna en China a finales de la década de 1950. También se pudo observar que  la capacidad cognitiva de esos niños del invierno del hambre decrece más rápidamente que el promedio por lo que eran más propensos al desempleo.
Arnhem fue una de las ciudades que más sufrió la represión a través del hambre y el frío.

Una víctima del Hongerwinter fue la actriz Audrey (Kathleen) Hepburn. Su familia se trasladó a Arnhem en 1939 cuando Audrey tenía diez años. Ya en la edad adulta recordaba los fusilamientos de miembros de la resistencia en Arnhem, entre los que estuvo su tío, y el envío de judíos en tren a los campos de concentración y exterminio. Con el bloqueo nazi sufrió la hambruna, lo que le provocó anemia, depresión y dificultades respiratorias que padeció durante toda su vida.

A pesar de los numerosos estudios sobre la hambruna que sufrieron los Países Bajos, no hemos aprendido y el mundo ha seguido y sigue mirando para otro lado ante el hambre en el mundo.

Hongerwinter
La Razón
Ifl Science
El Comercio
Púublico
Xataka
Info-farmacia

domingo, 19 de junio de 2022

Lebensborn, los niños de Hitler

La Organización Lebensborn (fuente de vida) fue creada por Himmler en 1935 como un elemento que dependía directamente de la Oficina Central de Raza y Asentamiento de las SS y formaba parte de las operaciones de Eugenesia o higiene racial (Rassenhigyene) de la Alemania nazi.

Lebensborn
Anterior a Lebensborn fue la organización “Madre e Hijo”, creada un año antes, que se encargaba de acoger a los niños de madres solteras, de los que el estado se hacía cargo de su cuidado. De este modo se trataba de reducir el número de abortos, entonces ilegales, y aumentar del número de futuros soldados para Alemania.

El objetivo del Lebensborn era expandir y depurar la raza aria, para convertirla en la raza predominante en Europa. Para esa “purificación de la raza” entró en vigor en 1934 la Ley para la Prevención de la Descendencia Genéticamente Enferma, que incluía planes para la castración o la "eutanasia" a los alemanes que sufrieran determinadas minusvalías, de los que Hitler opinaba que eran como “tumores o parásitos” que amenazaban la salud de la raza aria y que suponían un coste económico que no debía soportar el estado. En 1941 por orden del Führer se puso en marcha la Operación Aktion-T4, un programa secreto de exterminio con el que se asesinó más de un cuarto de millón de personas.

Lebensborn
La organización creó unas quince clínicas, en Alemania y en los territorios ocupados. Algunas de las más relevantes se encontraban en Suecia y Noruega ya que consideraban que formaban parte importante del tronco nórdico de la raza aria, el más puro y superior a todas. La clínica más importante se encontraba en Wernigerode, un pueblo cercano a las montañas Harz. El primer hogar Lebensborn abrió en 1936, en Steinhöring, un pequeño pueblo a escasos kilómetros de Múnich.

En las clínicas se seleccionaban a hombres pertenecientes a las SS que fueran atléticos, de ojos claros y pelo rubio que preñarían a miles de mujeres voluntarias que fueran "racial, biológica y hereditariamente valiosas", con el fin de engendrar niños racialmente puros. No existen datos totales, pero en esas clínicas pudieron nacer en torno a 20.000 niños, que pasarían a ser propiedad del Estado.

La sistema también gestionaba cinco orfanatos en los que se acogía a niños abandonados y a otros que eran arrebatados a sus familias y que cumplían con las características arias. Esos niños eran dados en adopción a nazis de reconocida afección al régimen, especialmente miembros de las SS.

Sobre estas acciones Himmler escribió:
Es nuestro deber tomar a los niños que encontremos para sacarlos de su entorno… debemos ganar la buena sangre para nuestro fin y darles un lugar en nuestro pueblo o destruirla.
LebensbornLos primeros niños secuestrados para el programa Lebensborn estaban entre los eslavos y fueron polacos. Según el gobierno polaco, durante la guerra fueron secuestrados entre 150.000 y 200.000 niños. Cifras similares se dieron en territorios como algunas de las repúblicas soviéticas o el protectorado de Bohemia y Moravia, la actual República Checa. Trece de los noventa y ocho niños del pueblo de Lidice, represaliados por el asesinato de Reinhard Heydrich fueron seleccionados por el Lebensborn, el resto fueron deportados y asesinados.

Los niños eran trasladados a Lodz, en Polonia, donde médicos y personal sanitario determinaban el “valor racial” de cada niño. Los niños que pasaban el filtro hasta los cinco o seis años, eran enviados a los orfanatos donde eran debidamente “arianizados”. Se les falsificaban todos sus datos personales, indicando eran huérfanos de padres alemanes y les cambiaban sus nombres por otros germanos. De este modo se les borraba toda relación con su nacionalidad e idioma. Como parte de la "arianización" se realizaban experimentos, como intentar aclararles el pelo mediante rayos ultravioleta. Tras la readaptación eran entregados a su familia adoptiva que se encargaría de educarlos en el nacionalsocialismo.

La organización fue llevada a juicio en Núremberg, pero los responsables, con su director, Max Zollman a la cabeza, fueron declarados inocentes y consideró que tan solo fue una institución caritativa de la SS.

LebensbornTras la guerra, los noruegos fueron los niños del Lebensborn los más perjudicados. Sufrieron el rechazo al ser identificados, tanto ellos como sus madres, con el nazismo y el colaboracionismo. Muchos de ellos fueron internados en orfanatos y centros mentales, donde sufrieron innumerables vejaciones incluso del mismísimo gobierno noruego. Muchas madres ocultaron su participación en el Lebensborn para evitar el rechazo y hasta muchos años después esos niños no supieron de su origen y otros aún lo desconocen.

En 1947 los aliados investigaron los archivos del Lebensborn y se entrevistaron con muchos de esos niños para saber si los que fueron robados querían volver a casa o no, pero, o los más pequeños no recordaban su pasado o los más mayores se consideraban totalmente alemanes debido a la germanización a la que fueron sometidos. Apena el 15% de los niños robados pudieron ser devueltos a sus auténticas familias.

Los sentimientos de los que crecieron conociendo su origen, van desde la ira hacia sus madres, porque les habían mentido o abandonado, pasando por vergüenza hasta sentirse parte de una élite orgullosa de ser hijos del programa Lebensborn. En 2005 muchos de esos niños se agruparon en la asociación Lebensspuren (Huellas de Vida).

Para saber más:
Lebensborn, de Jo Ann Bender
La selección de la raza aria, de Juan José Abad
La Segunda Guerra
El País
Mundo Diversal
BBC

domingo, 12 de junio de 2022

Las violaciones tras el Día D

El desembarco aliado en las costas de Normandía el 6 de junio de 1944 fue una operación sobre la que se ha escrito mucho (incluso en este blog), pero tanto Estados Unidos como Francia han olvidado unos hechos que han marcado de por vida a las víctimas francesas y sus familias. Se sabe de las violaciones cometidas por los soviéticos a las mujeres germanas cuando estos entraron en Alemania, pero pocos conocen que indeseables soldados estadounidenses abusaron y violaron a mujeres francesas tras el Día D.

Las violaciones tras el Día D
Para los soldados norteamericanos las francesas eran mujeres fáciles, entre otras cosas porque desde la revista "Stars and Stripes" Francia era presentada casi como un gran prostíbulo y que las francesas eran “bellas, acogedoras y demostrativas”. Una idea que ya venía de las historias de veteranos de la Primera Guerra Mundial, que contaban sus exageradas aventuras eróticas en el país galo.
Los soldados que atravesaban los pueblos y ciudades liberadas no estaban acostumbrados la efusividad con la que eran recibidos por las mujeres que veían en ellos a sus libertadores. Solo hay que fijarse en las imágenes de la época. El caos resultante, va desde sexo en público con prostitutas, hasta violación y la proliferación de enfermedades venéreas.

Las violaciones no eran perpetradas por los soldados de primera línea, eran cometidas, en casi todos los casos, por las unidades de apoyo y sucedieron en todas las ciudades donde los soldados estadounidenses se encontraban estacionados.

Hasta poco después de terminada la guerra, los tribunales militares norteamericanos en Francia llegaron a juzgar a casi 140 soldados por violación, de los que 68 fueron condenados a cadena perpetua y 29 a pena de muerte, según cifras oficiales. Según la historiadora Marie-Louise Roberts se denunciaron más de 3.600 violaciones. Muchas otras víctimas nunca presentaron una denuncia por lo que las cifras pueden ser mucho mayores.

Las violaciones tras el Día D
Las acusaciones de violación en el ejército estadounidense fueron superiores hacia el final de la guerra. En enero de 1945 fueron dieciocho, pasando a treinta y una, en el mes de febrero, llegando a marzo con 402 y 501 en abril. Ya finalizada la contienda las denuncias se fueron reduciendo en los meses siguientes. Del 15 al 50% de las mismas acabaron en juicio, y del 30 al 50% de los juicios terminó, en condena. Sin embargo, la proporción de soldados ejecutados con respecto a las denuncias presentadas fue mayor que la de cualquier otro país aliado.

Muy destacable es que entre los soldados juzgados la mayoría eran soldados afroamericanos, en un ejército en el que existía la segregación racial y en el que eran solo el 10% de los efectivos. De los veintinueve soldados que fueron ejecutados por violación, veinticinco eran negros. El verdugo encargado de la horca era el sucio e incompetente John C. Woods, que se encargó de ajusticiar a los condenados en los juicios de Nüremberg. La orden de colgar a los declarados culpable tras el juicio partió del comandante en jefe de las tropas aliadas, Dwight Eisenhower. Los ajusticiados descansan en una parcela que no se puede visitar, la Parcela E del cementerio Oise-Aisne.

La primera violación registrada por las autoridades militares se produjo apenas dos meses después del Día D. El Ejército estadounidense violó a unas 17.000 mujeres a lo largo de la guerra.

Para saber más:
Después del Reich: Crimen y castigo en la posguerra alemana, de Giles MacDonogh
What soldiers do: Sex and the American G.I. in World War Two France, 1944-1946, de Marie-Louise Roberts
La face caché de los GI’s: Les viols commis par des soldats americains en France, en Angletere et en Allemage, pendant la Second Guerre Mondial, de Robert Lilly
El Confidencial
Digital Sevilla
Exordio

domingo, 5 de junio de 2022

Los desencuentros Aliados ante el Día D

En el amanecer del día 6 de junio de 1944 se llevó a cabo la Operación Overlord, el Desembarco de Normandía, una operación combinada nunca vista en la que participaron miles de efectivos. La operación era de una envergadura impresionante,  lo que suponía un gran riesgo de fracaso y esta complejidad supuso para los aliados importantes momentos de desencuentro.  

Los desencuentros Aliados ante el Día D
Entre EE.UU. y Gran Bretaña, los dos principales aliados, existían dos puntos principales de desacuerdo. El lugar de la invasión y que papel tendría Francia en las operaciones.

Previamente los aliados ya habían abierto un frente al eliminar al Afrika Korps en el norte de África y saltar a Italia. El avance por territorio italiano, convenció a Churchill de que el mejor lugar para una invasión sería por el sudeste con lo que podrían llegar a Austria y los Balcanes antes que los soviéticos, pues el Primer Ministro británico tenía miedo a lo que Stalin pudiera hacer al acabar la guerra. Esta opción evitaría enfrentarse al Muro Atlántico, tan cacareado por los nazis.

Después de los desastres de Dunkerque y Dieppe, Churchill quería evitar en todo lo posible un desembarco a través del Canal de la Mancha. Otra opción se decantaba por realizarlo por la Riviera Francesa, pero no era muy deseable.

Eisenhower no era de la misma opinión. No contemplaba llegar a Austria a través de los Alpes, que sería costoso y complejo. La opción de desembarcar por la Riviera solo sería como parte de un apoyo al desembarco principal.

Los desencuentros Aliados ante el Día D
Para los norteamericanos la operación sería a través del Canal de la Mancha. Finalmente se decidió realizarlo por las costas de Normandía y Gran Bretaña se convertiría en el mayor acuartelamiento de la guerra.

En esta discusión se pudo ver claramente como Churchill había perdido fuerza con respecto a otras potencias aliadas, principalmente con los Estados Unidos.

En lo que al menos sí estuvieron de acuerdo fue en retrasar la fecha del desembarco, aunque Stalin no hacía más que presionar para que este se realizara lo antes posible. Eisenhower y Montgomery no querían precipitarse, aunque sabían que cuanto más se retrasase más difícil sería mantenerlo en secreto. Necesitaron un año para estar totalmente preparados. 

Los desencuentros Aliados ante el Día D
Respecto al papel de Francia en la operación también hubo importantes desacuerdos. Roosevelt no tragaba al general de Gaulle, al que consideraba potencialmente un dictador. La desconfianza con los franceses llegó al punto de prohibir a Eisenhower que compartiera información sobre la invasión con Pierre Koening, el jefe de la Resistencia.

Churchill finalmente convenció a Roosevelt de que había que informar a los franceses sobre los planes del desembarco, del papel de la Resistencia y sobre las operaciones de bombardeo previstas. Al fin y al cabo las operaciones se iban a realiza en suelo francés y los franceses pagarían también con su vida la liberación de su país. De hecho en las operaciones de bombardeo morirían unos 15.000 civiles. Aun así de Gaulle solo fue informado poco antes del que comenzara la Operación Overlord.

Los desencuentros Aliados ante el Día D
Un problema añadido que también creó tensión entre los aliados fue la climatología. Debía haber buen tiempo. Inicialmente se fijó el desembarco para el 5 de junio ya que a finales de mayo hubo muy buen tiempo en el sur de Inglaterra. Todo se torció el 4 de junio cuando el cielo se nubló y el mar se embraveció.

Cuando el equipo de meteorólogos predijo un respiro en el tiempo para el día 6, a pesar de que no parecía que fuera a mejorar, en el Cuartel General Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada (SHAEF) Eisenhower decidió seguir adelante, pero Churchill se mostró contrario. Además al primer ministro no se le permitió estar presente en las operaciones.

Al final los meteorólogos acertaron y el resultado final del Día D y la posterior Batalla de Normandía terminó siendo un éxito. Sirvió para liberar los territorios de la Europa occidental, a la vez que supuso un alivio en la presión de los soviéticos en el frente oriental.

Para saber más:
El Día D: La batalla de Normandía, de Antony Beevor
El día más largo, de Cornelius Ryan 
XL Semanal