domingo, 24 de marzo de 2019

El cementerio Alemán de Cuacos de Yuste

Extremadura atesora lugares excepcionales como Trujillo, Mérida o Plasencia y enclaves naturales como el valle del Jerte (espectacular en primavera) o la comarca de la Hurdes. Pero hay un rinconcito en Cuacos de Yuste, un pequeño pueblo de la provincia de Cáceres, el Cementerio Militar Alemán.

El cementerio Alemán de Cuacos de YusteEl lugar pasa prácticamente desapercibido para los que transitan por la carretera EX-391 de camino al monasterio de Yuste. Tan solo una modesta placa nos indica lo que hay allí.

Desde su sencilla entrada, caminando por un angosto camino se llega a la capilla y al camposanto. No hay ni una esvástica.
Aunque se respira paz y tranquilidad, es impactante. Aparecen 180 cruces sencillas en granito negro, perfectamente alineadas entre unos olivos. Tan solo llevan grabadas un nombre, su empleo y la fecha de nacimiento y muerte.

En una pequeña edificación podemos leer la casi desconocida historia de este lugar. Leemos en alemán y español:
En este cementerio de soldados descansan 28 soldados de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda Guerra Mundial. Pertenecieron a tripulaciones de aviones que cayeron sobre España, submarinos y otros navíos de la armada hundidos. Algunos de ellos murieron en hospitales españoles a causa de sus heridas. Sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde murieron. El Volksbund en los años 1980-1988 los reunió en esta última morada inaugurada en presencia del embajador de la República Federal de Alemania en un acto conmemorativo hispano-alemán el 1 de junio de 1988.
Recordad a los muertos con profundo respeto y humildad. 
El cementerio Alemán de Cuacos de YusteEl Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge (Organización Alemana para la Conservación de Cementerios de los Caídos de Guerra), tomó la resolución de reunir en una única ubicación los cuerpos de los soldados alemanes que se encontraban dispersos por varios cementerios Españoles. En 1983 es inaugurado el cementerio de Cuacos de Yuste por representantes alemanes y españoles y familiares de los soldados caídos.

De los 180 soldados enterrados, 26 lucharon en la en la Primera Guerra Mundial y 154 lo hicieron en la siguiente guerra mundial. De entre ellos destacan las tumbas de los 38 tripulantes del U-77, hundido por dos Lockheed A-28 Hanson de la base de Gibraltar, frente al peñón de Ifach, en Calpe. El resto pertenecen a marinos de otros navíos de la Kriegmarine y a las tripulaciones de casi una treintena de aparatos derribados pertenecientes a la Lufwaffe. Ninguno tiene más de 22 años.

Solo hay un submarinista, Hubert Sasse, que no fue trasladado a Cuacos de Yuste. Era oficial de radio del sumergible U-755, hundido en Mallorca en 1943 y que apareció en la playa de Burriana. Sus descendientes no permitieron el traslado.

El cementerio Alemán de Cuacos de YusteEntre las sencillas lápidas encontramos ocho que tienen grabadas:
Ein Unbekannter Deutscher Soldat
(Un soldado alemán desconocido)
25 lápidas marcan donde no se pudieron enterrar resto alguno, pues los restos habían sido mezclados en osarios comunes. En esas cruces se añadió In Memoriam.

El mantenimiento del cementerio está a cargo Isidoro Huerta, que además de jardinero hace de guía improvisado, contratado por el Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge, que cada segundo domingo de noviembre realiza un acto por el del Día de Luto Nacional (Volkstrauertag), en el que participan instituciones políticas, militares y sociales, en la que se recuerda a los militares alemanes fallecidos en todas las guerras o en misiones de paz o humanitarias.

El cementerio Alemán de Cuacos de Yuste
La elección de Cuacos de Yuste para establecer este camposanto alemán no es casual. Está relacionado con la historia compartida entre Alemania y España debida al Emperador Carlos I de España y V de Alemania, que tras abdicar decide instalarse en la comarca de La Vera para curarse de la gota que padecía.

En un palacete que ordenó construir junto al Monasterio de Yuste, Carlos V falleció el 21 de septiembre de 1558.

Además de en este cementerio militar, hay soldados alemanes que descansan en el cementerio de La Almudena, la principal necrópolis de Madrid, donde tambien hay enterrados españoles caídos de la División Azul.

Para saber más:
El Cementerio Militar Alemán de Cuacos de Yuste, de José Carlos Violat, Agustín Ruzafa y Francisco Javier Verdú.
Volksbund
El País
El Español
U-Historia
Españoles en la 2ª Guerra Mundial
Eduardo Salas

domingo, 17 de marzo de 2019

Los Belly Tanks

Son una especie de supositorios con ruedas que corren a lo largo del lecho seco de un lago. Aparecen en dibujos y logotipos. Aparecen en espectáculos de autos locales y eventos de velocidad por tierra por todo Estados Unidos. La gente los llama "belly tanks". Pero, ¿de dónde vienen y por qué son así?

Belly TanksLos bólidos belly tank son una mezcla de excedentes de aviones de la Segunda Guerra Mundial y mucho ingenio. Son parte de los primeros días de los hot rods y todavía se usan hoy en día. Su origen está en el cielo.

El belly tank se diseñó para incrementar el tiempo de vuelo al actuar como un depósito de combustible auxiliar que se puede soltar una vez se queda vacío. De esa forma, el piloto podría volar más lejos y luego atacar más ágilmente al enemigo. Se los conoce como tanques de barriga o tanques de ala según el lugar donde fueron conectados al avión.

Durante la Segunda Guerra Mundial, estuvieron disponibles sobre todo para los Lockheed P-38 Lightning, Republic P-47 Thunderbolt, North American P51 Mustang o Northrop P-61 Black Widow.

Belly TanksDespués de que el conflicto mundial terminó, miles de tanques languidecieron en almacenes de excedentes militares, y los veteranos aficionados a la velocidad pronto los descubrieron. Los adquirieron por entre 35 y 40 dólares.

En las primeras carreras de lagos secos, las Asociaciones de Cronometraje de Estados Unidos solo reconocían los roadsters y coupés. Pronto aceptaron los streamliners (aerodinámicos) porque los corredores querían probar nuevas teorías de la aerodinámica. Esto hizo que los vehículos se transformaran en muchas clases, y los lakesters, como tambien se conoce a los belly tanks, obtuvieron su propio campeonato cuando se separaron de la clase streamliner. La carreta de este tipo más famosa es la Bonneville en el estado de Utah.

Belly TanksLa atracción era que los lakesters de rueda expuesta eran mucho más fáciles de construir que los streamliners de rueda cerrada. Eran totalmente artesanales. El tanque de combustible de 168 galones (635 litros) utilizado en el Mustang P-51 le daba todo el cuerpo (con la experiencia se descubrió que el tanque de 315 galones (1192 litros) utilizado en el P-38 Lightning era más práctico), y se podía "rellenar" con restos del chasis de un Modelo T y un motor de cabeza plana (Flathead) en el interior y agregar ejes Ford. Asi lo fabricó el constructor del primer belly tanks de posguerra reconocido, Bill Burke. Su bólido fue durante varios años el más rápido llegan a alcanzar los 265 km/h.

Los tanques estaban contruídos en dos mitades generalmente atornilladas. Debido a que la mitad superior tenía aberturas para el combustible y todo el mecanismo necesario para sujetarlo a la aeronave, generalmente solo se usaban dos mitades inferiores para crear un lakester.

Belly TanksEn las siguientes décadas, pasaron de los tanques de combustible a máquinas de gran velocidad finamente diseñadas. Al principio los motores Flathead de Ford era una fuente motriz clásica, pero como en todas las clases de carreras, como en las de lagos secos, donde hay diferentes clasificaciones según las potencias de sus motores, se han creado auténticas bestias mecánicas.
Lo que tambien los hace interesantes es que, aunque todos parten de una base primigenia y familiar, ninguno es igual. Esta es una clase abierta a que los constructores puedan experimentar con algunas combinaciones salvajes.
Lamentablemente, ya apenas quedan algunos de los primeros modelos, pero algunos se encuentran conservados en museos por todos los Estados Unidos.

Aunque el uso más extendido de los belly tanks eran los lakesters, diferentes inventores les dieron otros usos, como el cabo E.R. Zorri que utilizó como bote uno de los instalados en los cazas británicos Spitfire, que eran más planos que los de los P-51 o los P-38.

Para saber más:
Motor Punk
Hot Rod Network
HowStuffWorks
Salt Fever
Belly Tanks
The Aviation Forum

domingo, 10 de marzo de 2019

El espía que sirvió a cinco naciones

Con el nombre en clave "Silver", Bhagat Ram Talwar fue uno de los espías más importantes, y uno de los más desconocidos, de la Segunda Guerra Mundial. Silver tiene el honor de ser el único agente secreto de la historia en espiar para cinco países en conflicto.

El espía que sirvió a cinco naciones
Bhagat Ram comenzó su carrera como espía para los comunistas en 1931 tras la muerte de su hermano a manos de los británicos por su intento de asesinato contra el gobernador británico del Punjab, Sir Geoffrey de Montmorency. Desarrolló la mayor parte de su trabajo como agente en la India, Afganistán y Pakistán. Posiblemente por ello sea prácticamente un desconocido.

Su misión más importante fue facilitar la huida de uno de los personajes más importantes del movimiento para la independencia de la India, Subhas Chandra Bose, que en el año 1941 huyó de la India hacia Pakistán, donde se encontraba Silver que le protegió durante bastante tiempo.

De Pakistán pasaron a pie a Afganistán para intentar pasar a la Unión soviética, donde el independentista indio creía que "Silver" tenía contactos, aunque en realidad estos no tenían influencia. Intentaron salir de Afganistán a través del embajador alemán pero este dilataba sus movimientos por miedo a un conflicto diplomático.

El espía que sirvió a cinco naciones
Pietro Quaroni se entrevista con Hitler
Cansado de las excusas que recibía del diplomático alemán, Silver contactó con Pietro Quaroni, el embajador italiano que les facilitó el viaje a Alemania, donde el independentista se entrevistó con Hitler donde le pidió apoyo para liberar la India de los británicos.

Tras dos años en Alemania pasó a Japón para formar un ejército para luchar contra los británicos.

Subhas Chandra Bose murió en un accidente aéreo días después de la rendición de Japón.

El embajador Quaroni reclutó a Silver como espía, realizando viajes entre Peshawar a Kabul llevando información a los fascistas y armas para la insurgencia independentista. Llegó a vender muy caros sus servicios. Así que el único que podía pagar era el Abwehr, el servicio secreto alemán.

El espía que sirvió a cinco nacionesHasta casi el final de la guerra realizó, al menos 12 viajes a la India, donde recababa información de los británicos para enviarla directamente la sede del Abwehr, en Berlín. con un transmisor que los alemanes que le facilitaron. Por ello los nazis lo llegaron a condecorar con la Cruz de Hierro. En uno de esos viajes entró en contacto con la inteligencia británica y se puso a sus ordenes. Se encargó de la División D, una unidad de contrainteligencia para el Sureste de Asia, que enviaba información falsa a Italia y Alemania. En 1941 visitó la embajada rusa para avisarles de la intención de Hitler de invadir la Unión Soviética. Los soviéticos vieron en el a un camarada comunista en el que confiaban los nazis y decidieron aprovecharlo. De este modo se convirtió en el único agente secreto que trabajaba para británicos y soviéticos.

La última nación para la que trabajó fue Japón, aunque lo que realmente hizo fue convertir a algunos agentes japoneses en agentes dobles al servicio de los británicos.

Gran parte del dinero que ganó como espía múltiple lo destinó al Partido Comunista Indio y a intentar mitigar la hambruna que vivió su país.

Considerado por algunos historiadores como el Garbo de la India, tras la guerra fue muy activo en la lucha por la independencia de la India y una figura prominente del Partido Kirti Kisan. Bhagat Ram Talwar falleció en 1983, a los 75 años.

Para saber más:
Espías de Hitler: Las operaciones de espionaje más importantes y controvertidas de la segunda guerra mundial, de  Óscar Herradón
Hindustan Times
Telegraph
Live Mint
India Today
Independent