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domingo, 18 de mayo de 2025

La Casa Winter

En un impresionante valle que desemboca en la costa de barlovento, en el sur de la isla canaria de Fuerteventura, se encuentra una edificación que destaca por estar totalmente fuera de lugar. Es la  Casa Winter. 

La Casa Winter
La zona es un paraje azotado por los vientos del norte y al que solo se podía acceder por los pedregosos caminos del barranco del Ciervo a lomos de burros o camellos, aunque en la actualidad se puede llegar por angostas pistas de tierra bordeando barrancos y acantilados. La mansión fue mandada construir por el alemán Gustav Winter y en ella destaca una torre con varias ventanas que permiten observar todo a su alrededor. En su interior hay un patio al que dan varias estancias distribuidas en dos plantas. La más destacable es el gran salón con vista al océano. Todo el que se acerca al Parque Natural de Jandía desde el mirador de Cofete se queda impresionado al ver la Casa Winter, pero lo más misterioso es su historia.

La Casa Winter
La pista que llega a Cofete y Villa Winter
Existen dos versiones sobre el origen y el uso de esta gran casa. Una de ellas, y la más plausible, afirma que tan solo se construyó como uso vacacional en 1946/47, pero su actual habitante, Pedro Fumero, afirma que esto no es así. Según su testimonio, la construcción se encuentra sobre unas grutas naturales sumergidas que llegan hasta el mar, lo que permitiría que pudiesen llegar submarinos hasta la casa para abastecerse y ocultarse accediendo a través de unas escaleras al sótano. Bien es cierto que eso no se ha demostrado y las aguas de esa zona son de escasa profundidad. Además, no hay constancia de abastecimiento de submarinos alemanes, durante la Segunda Guerra Mundial, en Fuerteventura.  

La Casa Winter
Hay relatos de lugareños de la cercana aldea de Cofete que además era un sitio en el que se hacían interminables fiestas con música, alcohol y prostitutas en las que se divertían militares alemanes y que en el gran salón de la casa se encontraba un retrato de Hitler. Fumero empezó una investigación a principios de la década de los 2000 y cuenta que descubrió salas secretas a las que se accedía por pequeñas puertas, un búnker en el sótano y pasillos de aspecto siniestro que quedaron tapiados por algún motivo, además de una cocina con un diseño que recuerda a un laboratorio. En los exteriores hay restos de un gran generador eléctrico y en las proximidades lo que dice que fueron pistas de aterrizaje. Todos estos detalles hacen pensar que la Casa Winter no tuvo precisamente un típico uso vacacional.

La Casa Winter
Una construcción tan fuera de lugar, en un paraje tan desolador, la época en que se empezó a construir, además del origen alemán de su promotor, no han hecho más que fomentar la leyenda de un lugar tan singular. La verdad es que todo lo que huele a nazis resulta muy atractivo y posiblemente uno de los que enriquecieron la leyenda fuera Alberto Vázquez-Figueroa con su novela Fuerteventura.

Gustav Winter fue un hombre peculiar que durante la Primera Guerra Mundial fue prisionero de guerra y además de trabajar en varios lugares, se dedicó a la exportación de productos alemanes y construyó la central eléctrica de Las Palmas de Gran Canaria. Para mediados de la década de 1930 se convirtió en propietario de toda la península de Jandía y en 1939 empezaron los paso para construir la mansión. Hasta 1944, Winter estuvo a caballo entre Fuerteventura, la Bélgica y Francia ocupadas, obteniendo pingues beneficios en sus negocios. Pero como le pasó a Alemania, lo perdió casi todo y tuvo que escapar a España, en donde conocería a su segunda esposa y se trasladarían definitivamente a Fuerteventura. Según el mito, ordenó vallar con alambre la península y controlar el acceso con guardias armados, aunque en realidad la valla solo sirvió para controlar el ganado y no hay pruebas del control armado. Winter no llegó a vivir en la casa y en 1958 intentó venderla o arrendarla. Los primeros que habitaron la vivienda llegaron en 1965: fueron la familia Pérez Acosta que se encargaban de cuidarla, pero solo estuvieron unos tres años.

Para saber más:
Casa Winter Cofete
Casa Winter
Fuerteventura, de Alberto Vázquez-Figueroa 
Diario de Fuerteventura
Majorero
Mi pueblo

domingo, 30 de junio de 2024

La Muralla del Estrecho de Franco

En la zona del Campo de Gibraltar se encuentra una línea defensiva que se conoce, desde 2014, como la Muralla del Estrecho. Esta serie de construcciones militares del litoral gaditano, van desde San Roque hasta el cabo Roche, en Conil. 

La muralla del Estrecho de Franco

Formada por una serie fortificaciones como nidos de ametralladoras, casamatas contra-carro y fortines de fusileros, se construyeron antes del comienzo oficial de la Segunda Guerra Mundial, por orden del Generalísimo Francisco Franco ante la posibilidad de un ataque por parte de británicos o franceses. Para su construcción se utilizaron unos 15.000 presos republicanos, encuadrados en Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores, dentro del plan de redención de pena por el trabajo. Este plan, que comenzó antes de finalizar la guerra civil, consistía en reducir en un día de pena redimida por cada dos días de trabajo, aunque tras el conflicto civil se modificó a dos días de condena por cada día trabajado.​ A estos presos se sumaron unidades de zapadores del ejército y otros trabajadores civiles.

La muralla del Estrecho de Franco
En el Campo de Gibraltar se encuentran más de 500 fortines a lo largo de la costa, en la que la población de San Roque es en la que más elementos defensivos reúne, con un centenar de búnkeres, mientras otros apenas tiene uno o ninguno. Obsoletos, estuvieron poco tiempo en servicio y en ningún momento llegaron a entrar en combate. Se diseñaron principalmente para albergar cañones ligeros anticarro, como los Ansaldo y los PaK 35-36 alemanes, que se mostraron poco eficaces ante los blindados. Tras abandonarse su finalidad militar, algunos fueron usados como alojamiento por familias que no podían acceder a viviendas dignas y otros usos como almacenes.

La muralla del Estrecho de Franco
Algunas de las fortificaciones más características se pueden ver, por ejemplo, en antes citado de San Roque especialmente por Sierra Carbonera. En Tarifa, la mayor concentración se encuentra en la Isla de Las Palomas y en las proximidades del Castillo de Santa Catalina. En Algeciras, por la playa de Getares aparecen más de cinco búnkeres y en el Parque del Centenario hay unos cuantos nidos de ametralladoras. En Los Barrios hay un fortín en la playa de Palmones y en Guadacorte, por el Barranco de Cañada Honda podemos ver otro muy bien camuflado entre las rocas. Si visitamos La Línea, podemos encontrarnos más construcciones militares en el Parque Princesa Sofía, el Fuerte de Santa Bárbara o el Museo del Itsmo.

La muralla del Estrecho de Franco
Estas fortificaciones se unieron a las que quedaron de la guerra civil española, con lo que se multiplicaron estos elementos defensivos de hormigón en las costas españolas y por la frontera con Francia en los Pirineos, a la que se llamó Línea P, ordenada construir el 1 de febrero de 1939. Menos conocido es que se dieron instrucciones para establecer posiciones enmascaradas de defensa en las zonas fronterizas de Guipúzcoa, Navarra y oeste de Huesca.

Quiero dar las gracias al Instituto de Estudios Campogribraltareños por el libro Fortines del Sur. Zona Oriental y la gran labor que realizan por la divulgación de la historia del Campo de Gibraltar.

Para saber más:
Fortines del sur. Zona oriental, del Instituto de Estudios Campogribraltareños y coordinado por Ángel Sáez Rodríguez

domingo, 28 de enero de 2024

El peligroso paso de "La Joroba"

La Segunda Guerra Mundial en Asia tiene un buen número de hechos prácticamente desconocidos. Uno de ellos fue el peligroso paso de la cordillera más alta de la Tierra que realizaban los aviones aliados para abastecer de pertrechos a las tropas chinas que luchaban contra Japón en lo que las tripulaciones llamaron "La Joroba", "el sendero de aluminio" o "el sendero luminoso". 

El peligroso paso de "La Joroba"
A comienzos de 1942 los japoneses habían conseguido llegar a la parte nororiental de la India, que por entonces se encontraba bajo gobierno británico, cerrando de este modo a ruta terrestre hacia China a través del norte de Birmania. De este modo establecer un corredor aéreo se convirtió en la única opción posible, aunque supusiera un elevadísimo riesgo. Incluso en la actualidad las rutas comerciales rodean la imponente cordillera del Himalaya. 

Desde el 8 de abril de 1942, y durante tres años y medio, los aliados mantuvieron una vital ruta de transporte aéreo con la que enviaron 650.000 toneladas de suministros desde Assam y Bengala para aprovisionar a las fuerzas chinas que luchaban en Kunming y Chungking cruzando el Himalaya por Arunachal Pradesh, en el noreste de la India. Pero esa ayuda tuvo un coste humano y material que supuso perder casi seiscientos aparatos y más de mil seiscientos muertos y desaparecidos.

El peligroso paso de "La Joroba"
La ruta de 800 kilómetros era tremendamente peligrosa. Había que volar sobre aldeas instaladas en pendientes pronunciadas, hondos desfiladeros y valles surcados por estrechos arroyos y ríos. Los vuelos, que en muchas ocasiones realizaban jóvenes e inexpertos pilotos se encontraban con un clima que cambiaba a cada minuto y cada kilómetro. A las altitudes que volaban, el hielo podía congelar los aparatos y las tormentas primaverales, con fuertes vientos, nieve y granizo supusieron un auténtico desafío. Durante la misma tormenta 9 aparatos se estrellaron, perdiendo a 27 tripulantes y pasajeros. Debido a las potentes turbulencias y la escasa visibilidad, los aviones se desviaban tanto de su rumbo que se estrellaban contra montañas que los pilotos ni siquiera sabían que estaban ahí. Los aviones de transporte, generalmente muy cargados, cogidos por una corriente descendente, podían reducir bruscamente su altitud más de 1.500 metros para a continuación ascender con la misma rapidez. 

El peligroso paso de "La Joroba"
En una ocasión un Curtiss C-46 Commando, con el que se hacían la mayoría de los viajes, terminó estrellándose del revés después de toparse con una de estas corrientes a 7.600 metros de altitud. En otro accidente a causa del hielo un avión que transportaba soldados chinos sin paracaídas tuvo que hacer un aterrizaje forzoso. El copiloto y el operador de radio saltaron y estuvieron perdidos durante dos semanas hasta que unos nativos los encontraron. Estos viajes tambien se realizaban en Douglas C-47 Skytrain o con algunos de los más pequeños Beechcraft C-45 Expeditor.

A pesar de haber pasado muchas décadas la Agencia de Contabilidad de Prisioneros de Guerra y Perdidos en Acción del Departamento de Defensa de Estados Unidos, encargada de los soldados desaparecidos en combate, ayudada por expertos en rescates en alta montaña, escaladores, médicos y arqueólogos forenses aún siguen buscando los cuerpos de los desaparecidos atravesando selvas y superando altitudes de más de 4.500 metros. Desde 2009 han logrado encontrar una veintena de aviones estrellados y los cuerpos de algunos de sus tripulantes.

En 1945, la madre de Joseph Dunaway, un piloto desaparecido escribió:

¿Dónde está mi hijo? Me encantaría que el mundo lo supiera

¿Ha cumplido su misión y ha dejado la tierra abajo?

¿Está allá arriba en esa hermosa tierra, bebiendo en las fuentes, 

o sigue siendo un vagabundo en las selvas y montañas de la India ?

Para saber más:
El Diario
Wikipedia
Nueva Rioja
Papel y Tinta
Infobae
BBC

domingo, 31 de diciembre de 2023

El portaviones de bloques de hielo

Se suele decir que en la guerra todo vale y durante la Segunda Guerra Mundial se crearon armas extrañas y se construyeron absurdos artefactos tan peligrosos para el enemigo como para la tropas propias y en muchas ocasiones incluso incumplían las normas más elementales de la física. Una de las armas más absurdas diseñadas durante la guerra fue el Habbakuk, un invento del británico Geoffrey Pyke.

El portaaviones de bloques de hieloEl nombre Habbakuk viene de un profeta bíblico Habacuc que afirmó, refiriendo se a la fe en Dios: "Veréis una obra en la que no creeréis, aunque os lo cuenten".

Pyke tenía la idea de emplear una mezcla de hielo y pulpa de madera inventada por el llamada Pykrete, con el fin de construir portaaviones baratos y fáciles de construir. El Pykrete era un material extraordinario, podía ser trabajado como la madera, era tan duro como el hormigón y aunque tenía un 90% de hielo, tardaba muchísimo tiempo en derretirse. Finalmente se aplicó una formula con un 86% de agua. Según cuentan, Pyke logró ganarse la confianza del primer ministro Winston Churchill realizando un experimento en la bañera del premier británico, cuando este se iba tomar un baño en agua caliente, colocando un buen trozo de su Pykrete dentro de ella y observando como no se derretía. Para crear este bloque y realizar sus primeras pruebas utilizó un almacén de carne de un mercado londinense que disponía de un inmenso almacén frigorífico.

El portaaviones de bloques de hielo
Los planos de Pyke indicaban que el portaaviones Habbakuk debía medir 610 metros de eslora, más del doble que el portaaviones británico Illustrious; 58 metros altura y desplazar un millón ochocientas mil toneladas de agua, una cantidad enorme si la comparamos con el mayor trasatlántico de la época, el Queen Mary, que desplazaba 64.300 toneladas, 28 veces menos que el Habbakuk. Las paredes, de 15 metros de grosor, conformarían un casco que incluiría salas para la tripulación, hangares y espacio para 20 motores eléctricos. El mayor reto al que se enfrentaban era al problema de la flotabilidad, que aunque el hielo flote, debe mantenerse a temperaturas inferiores a los 16º bajo cero para evitar problemas, por lo que se decidió instalar una enorme planta de refrigeración e infinidad de conductos, además de aislar la superficie del casco.

El portaaviones de bloques de hielo
En 1943, se comenzaron a realizar pruebas en el lago Patricia, en Alberta, Canadá; donde una veintena de hombres tardaron dos meses en construir una maqueta a escala, de 18 metros de largo por 9 de ancho y que pesaba 1.100 toneladas que demostró que la tarea de construir el Habbakuk era cada vez más compleja y cara de lo previsto. Los costes se estimaron en cerca de 70 millones de dólares. La fabricación y el ensamblaje de los 28.000 bloques de Pykrete que necesitaba habría empleado a, por lo menos, 8.000 trabajadores y más de ocho meses de trabajo. Sin contar que debería realizarse a temperaturas extremas. El proyecto sufrió varias modificaciones para darle más resistencia a los ataques, más autonomía y más capacidad.

Antes de que se hiciera realidad, la necesidad de portaaviones en el Atlántico descendió y el Habbakuk acabo derritiéndose en las instalaciones del Cuartel Británico de Operaciones Combinadas en el lago Patricia, en cuyas orillas se encuentra una placa conmemorativa que recuerda este absurdo proyecto.

Para saber más:
El Pensante
Cinco Days
RT
Bible Gateway

domingo, 21 de agosto de 2022

El campo de prisioneros más grande de Gran Bretaña

El campo de prisioneros de Moor Lodge se encontraba cerca de la población de Sheffield, en Yorkshire. Creado durante la Primera Guerra Mundial fue el "Campo de prisioneros de guerra número 17", aunque inicialmente fue un campo de entrenamiento del ejército británico.

El campo de prisioneros más grande de Gran Bretaña
Durante el periodo de la Gran Guerra, entre sus prisioneros "más ilustres" se encontraba el capitán de submarinos Karl Dönitz, capturado en 1918 y que llegó a ser almirante y comandante en jefe de la Kriegsmarine durante la Segunda Guerra Mundial. Dönitz pasó mes y medio en el campo número 17, del que consiguió salir tras fingir una enfermedad mental. Transferido al Hospital Wythenshawe en Manchester, finalmente fue deportado a Alemania.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña construyó en su territorio 1.500 campos de prisioneros. Tras el comienzo de la guerra, a Moor Lodge empezaron a llegar prisioneros italianos, obligados a trabajar en granjas cercanas bajo la supervisión de la población local, con la que mantuvieron muy buenas relaciones. De hecho, en Sheffield viven descendientes de esos presos italianos.

Tras la llegada de prisioneros alemanes, las condiciones del campo de concentración se deterioraron. Los presos pasaban el día bajo la lluvia, el frío y el barro. Llegó a estar tan masificado que en 1944 el Comité Internacional de la Cruz Roja en un informe lo describió como "insuficiente e inhabitable" y en el que una mitad de los cautivos vivían en "chozas" (en realidad eran barracones Nissen) y la otra mitad en "tiendas de campaña". Según algunos testimonios, en los barracones malvivieron hasta 70 prisioneros, cuando el número máximo no debería exceder de los 30.

Moor Lodge, era considerado un campo de tránsito en el que los prisioneros alemanes eran interrogados y clasificados según su lealtad a la causa nazi. Los más leales eran los "negros", los opuestos al régimen eran los "blancos", pero la mayoría eran catalogados como "grises". Los casi 11.000 prisioneros que pasaron en su punto más álgido (a partir del Día D), podían pasar semanas hasta que se determinaba su clasificación.

El 20 de diciembre de 1944 un grupo de prisioneros alemanes organizaron una fuga de Moor Lodge, pero fueron capturados en las cercanías de Rotherham al día siguiente.

Desde el final de la guerra, este campo permaneció oculto hasta que un grupo de estudiantes británicos de arqueología lo descubriera en el verano de 2019, en un bosque, a unas cinco millas al oeste de Sheffield.

Para saber más:
The Great German Escape, de Charles Whiting
The university of Sheffield
The Guardian
Atlas Obscura
Dark Yorkshire

domingo, 22 de agosto de 2021

Schwerbelastungskörper, el último de los restos de Germania

En Berlín, en la confluencia de las calles del General Pape y Loewenhardtdamm, cerca del Viktoriapark, en el barrio de Tempelhof, hay un parque que esconde un enorme cilindro de hormigón que puede parecer un búnker. En realidad oculta uno de los experimentos más curiosos de la ingeniería nazi, el Schwerbelastungskörper. Esta construcción, cuyo nombre traducido sería "cuerpo de carga pesada", es uno de los escasísimos restos de Welthauptstadt (capital mundial) Germania y posiblemente el único visible para el público.

Welthauptstadt Germania fue el faraónico plan urbanístico imaginado por Hitler y su arquitecto Speer. La que sería la megalómana capital del mundo cuando el III Reich ganara la guerra.

Una de las más destacadas edificaciones proyectadas para Germania era un imponente arco del triunfo. A modo de comparación: el arco del triunfo de París, mide 50 m de alto y 45 m de ancho. El diseñado para Berlín habría tenido 117 m de alto por 170 m de ancho y en el se grabarían los nombres de todos los soldados alemanes caídos o desaparecidos en la Gran Guerra. Más descomunal habría sido la Volkshalle o Palacio de los Foros Populares. También  conocido como Große Halle, sería una cúpula, que de haberse llevado a cabo, habría sido el mayor espacio cerrado en el mundo. Este imponente edificio habría medido más de 200 m de altura y 250 m de diámetro. El equivalente a 16 cúpulas de la basílica de San Pedro, de Ciudad del Vaticano.

Una construcción de semejante envergadura es un proyecto arquitectónico tremendamente complejo y la resistencia del terreno sobre el que se asiente es un factor de gran importancia. Si no que se lo digan a los constructores de la torre de Pisa, que está inclinada por culpa del terreno. Precisamente Berlín, etimológicamente proviene de las palabras berle o berlin que significan tierra no cultivable o tierra deshabilitada por su terreno pantanoso. Por ese motivo hay que comprobar la capacidad de soporte del terreno de tan descomunal construcción.

En 1941, Speer ordeno construir el Schwerbelastungskörper para simular el peso del arco del triunfo y en 1942 prisioneros de guerra franceses terminaron de construir un cilindro de 12.000 toneladas y 21 metros de diámetro. El cilindro está colocado sobre un pilar construido en el centro de un pozo de 18 metros de profundidad, de este modo el cilindró ejerce una presión equivalente de 12,65 kg por cm² sobre una superficie de 100 m².

Nada más acabar su construcción se empezó con la toma de mediciones, que quedaron interrumpidas con el comienzo de la guerra, dejando la evaluación de las muestras realizadas hasta 1948. Los datos obtenidos en 1948 mostraban que se había hundido casi 22 cm.

Cuando acabó la guerra se pensó en volarlo por los aires, como con otras construcciones de defensa de la ciudad, pero se necesitaba tal cantidad de explosivos que resultó inviable. Finalmente se decidió aprovechar su uso por parte del Instituto Alemán para la Mecánica de suelos, el Degebo, que continuó utilizándolo hasta 1977.

En 1995 fue declarado patrimonio histórico de Berlín. Se pensó en darle diversos usos pero ninguno era viable. Aunque está algo descuidado, es visitable y se puede subir a una plataforma que nos permite apreciar la monstruosidad de la construcción y conocer algo sobre ella, gracias a una pequeña oficina turística. Es un lugar que queda fuera de las rutas turísticas habituales, pero nos puede servir para ver la desmesurada megalomanía que representaría Germania.

Para saber más:

domingo, 27 de junio de 2021

La isla canadiense del Ántrax

Sobre la segunda Guerra Mundial se han mantenido ocultas cientos de historias, como esta que sucedió en Grosse Île (Isla Grande), en Canadá. 

La isla canadiense del Ántrax
La isla de Grosse Île se encuentra en el rio de San Lorenzo, a unos 80 kilómetros de Quebec y frente a la población de Montmagny.

Grosse Île se convirtió durante el siglo XIX en un centro de cuarentena para inmigrantes, especialmente irlandeses tras diversos episodios de Cólera en Europa. En 1937 las instalaciones fueron cerradas... hasta  que llegó la Segunda Guerra Mundial.

Las armas biológicas fueron prohibidas bajo el Protocolo de Ginebra de 1925, pero a comienzos de los años 40 se creó el Poyecto N entre canadienses y estadounidenses. Ya anteriormente los japoneses habían hecho experimentos en Manchuria con Ántrax, la Peste, el Tifus y el Cólera con miles de muertos. Alemania no estaba preparada para una ofensiva biológica y Hitler lo prohibió en 1942

El proyecto, promovido por el premio Nobel de medicina Frederick G. Banting por el descubrimiento de la insulina y financiado por importantes magnates, tenía como finalidad la creación en secreto de una poderosa arma bilógica: el Ántrax. Conocida tambien como Carbunco, el ántrax es una enfermedad infecciosa provocada por el Bacillus anthracis. Aunque ocurre de forma natural en animales salvajes y en ganado vacuno y bovino, si las personas son expuestas al Bacillus anthracis de forma intencionada como, en un ataque bioterrorista, el contacto con la piel sería la vía de exposición más probable. La aspiración de las esporas que se encuentran en el aire podría provocar la enfermedad del ántrax por inhalación. 

La isla canadiense del Ántrax
Aprovechando las instalaciones de cuarentena, en Grosse Île se instaló un laboratorio con 30 investigadores y un centenera de soldados, que entre los años 1942 y 1944 tuvo una producción de más de 430 litros de ántrax, el equivalente a 70 millones de dosis potencialmente letales. Lo que significaba que se podía erradicar varias veces la población mundial de la época. Las instalaciones tambien se utilizaron como centro de investigación de la peste bovina.

Se eligió el Ántrax porque el Bacillus anthracis se conforma en un estado de esporas que la hace resistente a los explosivos. De este modo se podía cargar en bombas que al estallar lo extenderían por todas partes. Tambien era importante su susceptibilidad a la penicilina, descubierta en 1928 y comenzada a fabricas en masa a partir de 1941, siendo Canadá líder en la producción de penicilina a gran escala. Por otro lado, la mejor arma biológica es aquella para la que se tiene la cura y el enemigo no.

La isla canadiense del Ántrax
Aunque se realizaron planes para lanzarlo sobre ciudades alemanas, el Ántrax no se llegó nunca a utilizar, por lo que las instalaciones fueron desmanteladas y el terrible agente infeccioso eliminado. Al parecer se ordenó que el Ántrax fuera puesto en una solución de formaldehído en barriles de acero y arrojados al río San Lorenzo para ocultarlos para siempre. Se desconoce la ubicación exacta de los barriles y se especula sobre la posibilidad de que el formaldehído no haya acabado con el Ántrax y este se pueda filtrar de los barriles después de más de 75 años.

En 1951, se volvió a utilizar Grosse Île para llevar a cabo nuevas investigaciones sobre la guerra biológica, que finalizaron en 1956. 

En 1974, la antigua estación de cuarentena de la isla se convirtió en un lugar histórico nacional bajo la jurisdicción de Parques de Canadá pero en su página web no se hace ninguna mención al Ántrax ni al Proyecto N.

Para saber más:
CDC
Wikipedia
Bibliothèque et Archives Canada
Affaires de Gars
La Presse
Encyclobec
The Star

domingo, 4 de abril de 2021

Los panfletos de Hiroshima y Nagasaki ¿Aviso del infierno nuclear?

En el Museo de la Segunda Guerra Mundial de Nueva Orleans, se encuentra un interesante documento casi desconocido que parece mostrar que los norteamericanos avisaron a los japoneses antes del ataque nuclear a Hiroshima y Nagasaki.

La primera "advertencia" potencial es la Declaración de Potsdam, del 26 de julio de 1945 que dice en su último punto:
"Llamamos al gobierno de Japón para que proclame ahora la rendición incondicional de todas las fuerzas armadas japonesas y brinde garantías apropiadas y adecuadas de su buena fe en tal acción. La alternativa para Japón es la destrucción rápida y total."
Los panfletos de Hiroshima y Nagasaki
¿Se suponía que la "destrucción inmediata y absoluta" implicaba un bombardeo atómico? No está nada claro, pero un borrador anterior, escrito por el Secretario de Guerra Stimson mucho antes de que se conocieran los resultados de la prueba Trinity, no incluye "destrucción rápida y total". 

Antes de lanzar las bombas atómicas sobre Japón Estados Unidos lanzó millones de panfletos diferentes sobre 47 ciudades niponas, animando a la rendición y a que los civiles abandonaran las ciudades ante un ataque inminente. El que se encuentra en el museo dice:
"Lea esto con cuidado porque podría salvar su vida o la de un pariente o amigo. En los próximos días, algunas o todas las ciudades nombradas en la parte de atrás serán destruidas por bombas estadounidenses.
Estas ciudades poseen instalaciones militares y fábricas o talleres que producen productos militares.
Estamos decididos a destruir todas las herramientas que la camarilla militar está usando para prolongar esta guerra inútil.
Pero, desafortunadamente, las bombas no tienen ojos. Así que, de acuerdo con las políticas humanitarias de América, la fuerza aérea americana, que no desea herir a la gente inocente, ahora le avisa de que deje las ciudades nombradas y salve su vida.
América no está luchando contra el pueblo japonés, pero sí está luchando contra la camarilla militar que ha esclavizado a los japoneses. La paz que América traerá, liberará a la gente de la agresión de la camarilla militar y significará la aparición de un Japón nuevo y mejor.
Ustedes pueden restaurar la paz demandando lideres nuevos y buenos que finalicen la guerra.
No podemos prometer que sólo estas ciudades estarán entre las atacadas, pero algunas o todas ellas lo estarán, así que, hagan caso de esta advertencia y evacuen estas ciudades inmediatamente."
Los panfletos de Hiroshima y Nagasaki
Tras el lanzamiento de la bomba en Hiroshima, incluso más panfletos fueron lanzados, y decían así:
"América le pide que haga caso inmediato de lo que decimos en este panfleto. Tenemos el explosivo más destructivo que nunca haya sido diseñado por el hombre. Una sola de nuestras bombas atómicas recién desarrolladas tiene, de hecho, el equivalente en poder explosivo a lo que 2000 de nuestros gigantes B-29 pueden llevar en una única misión.
Este hecho terrible es para que ustedes lo reflexionen y solemnemente aseguramos que es tristemente riguroso.
Acabamos de empezar a usar esta arma contra su patria. Si todavía tiene alguna duda, pregunte lo que pasó en Hiroshima cuando solo una bomba atómica cayó en esa ciudad.
Antes de usar esta bomba para destruir todos los recursos de los militares con los que están prolongando esta guerra inútil, pedimos que ahora ustedes reclamen al Emperador que finalice esta guerra.
Nuestro presidente ha resumido para ustedes las trece consciencias de una rendición honorable.
Rogamos que acepten estas consecuencias y comiencen el trabajo de construir un Japón nuevo, mejor y amante de la paz.
Ahora deberían dar pasos para cesar la la resistencia militar. Si no, usaremos con determinación esta bomba y todas nuestras armas superiores para acabar esta guerra contundente y rápidamente."
Una emisora de radio controlada por los norteamericanos en Saipán también lanzaba estos mensajes a los ciudadanos japoneses las 24 horas del día en intervalos de 15 minutos.

Los panfletos de Hiroshima y Nagasaki
Los panfletos se imprimieron con varios anversos, en los que no variaba la imagen de los B-29 lanzando sus bombas (recorte de una fotografía del bombardeo de Yokohama) pero si cambiaban los nombres de las ciudades que aparecían en los círculos. En el lanzado el 27 de julio de 1945 están las ciudades de Tokio, Ujiyamada, Tsu, Koriyama, Hakodate, Nagaoka, Uwajima, Kurume, Ichinomiya, Ogaki, Nishinomiya y Aomori. Al día siguiente, Aomori, Ichinomiya, Tsu, Ujiyamada, Ōgaki y Uwajima fueron bombardeadas con bombas incendiarias y miles de personas murieron. Este folleto es el que se encuentra a la izquierda en B/N. En la imagen en azul aparecen las ciudades de Nagano, Takaoka, Kurume, Fukuyama, Toyama, Maizuru, Otsu, Nishinomiya, Maebashi, Koriyama, Hachioji y Mito.

Se volvieron a lanzar panfletos el 30 de julio y nuevamente el 1 de agosto. Ese día, Mito, Hachioji y Nagaoka fueron bombardeadas, y Toyama, Maebashi y Saga en los días siguientes. Aunque estos panfletos fueron lanzados por todo Japón las ciudades de Hiroshima y Nagasaki no aparecían en ellos. Algunas de las ciudades no fueron objeto de un ataque aéreo hasta más de una semana después de haber sido lanzados los panfletos que las incluían.

Las octavillas son conocidas como los "panfletos LeMay", por Curtis E. LeMay, general de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos (USAF), que dirigió la campaña de bombardeos estratégicos durante la campaña del Pacífico

Los panfletos de Hiroshima y Nagasaki
El primero de los folletos lanzados no avisaba específicamente de un bombardeo de la magnitud del producido por una bomba atómica, se refería a bombardeos convencionales. Por lo tanto, los ciudadanos de Hiroshima desconocían lo que les esperaba el 6 de agosto de 1945. El segundo panfleto fue lanzado después de que Hiroshima fuera bombardeada y antes de Nagasaki. Según ordenes de las autoridades militares japonesas era un delito leer o recoger los folletos, por ese motivo algunos se disfrazaron de papel moneda.

El día después de la bomba de Hiroshima, el general Henry Arnold ordenó que se prepararan panfletos de propaganda sobre la bomba atómica. La idea era lanzar 6 millones mientras se seguía con las emisiones de radio. El panfleto sería muy similar a un diario japonés y mostraría el hongo atómico con una advertencia. Tras la entrada de la URSS en la guerra en el Pacifico se paró la impresión de los folletos para incluirlo. Finalmente, se terminó la impresión, pero no había coordinación con los planes de bombardeo reales. Así que Nagasaki recibió folletos de advertencia, el día después del bombardeo atómico.  

Los panfletos de Hiroshima y Nagasaki
Lo cierto es que los tres días entre ambas bombas no era suficiente para que los japoneses consideraran el alcance real de la bomba antes del bombardeo a Nagasaki. El objetivo era originalmente Kokura, pero debido a la mala visibilidad, el avión cambió a su objetivo secundario: Nagasaki. Por otro lado Hiroshima y Nagasaki tenían escaso valor militar. A pesar del lanzamiento de ambas bombas los norteamericanos siguieron con los bombardeos convencionales hasta el 15 de agosto, muchos de ellos con bombas incendiarias que aumentaron el terror entre la población civil.

El 15 de agosto el Emperador Hirohito se dirigió su pueblo para comunicar la rendición del Imperio del Japón. En el discurso hizo referencia a las bombas:
"Además, el enemigo ha lanzado una nueva y cruel bomba, que ha matado a muchos ciudadanos inocentes y cuya capacidad de perjuicio es realmente incalculable. Por eso, si continuamos esta situación, la guerra al final no sólo supondrá la aniquilación de la nación japonesa, sino también, la destrucción total de la propia civilización humana. Y si esto fuese así, cómo podría proteger a mis súbditos, mis hijos, y cómo podría solicitar el perdón ante los sagrados espíritus de mis antepasados imperiales."
Los panfletos tuvieron éxito en un aspecto: lograron asustar a los ciudadanos, no salvarlos de las bombas. No formaban parte de ninguna misión humanitaria. Eran parte de una campaña de Guerra Psicológica contra la población civil  Cuando la gente intentó evacuar, el movimiento de los no combatientes inmovilizó en parte a las fuerzas militares, lo que provocó un mayor colapso de la estructura social en las comunidades japonesas. Cuando finalmente llegaron los bombarderos B-29, ya fuera con bombas incendiarios, bombas nucleares o más panfletos, el ejército o los civiles no podían hacer mucho. 

En el caso de Hiroshima y Nagasaki, que nunca fueron nombrados en los folletos, no es de extrañar que nadie esperara el infierno que vendría desde el aire.

Para saber más:

domingo, 29 de noviembre de 2020

El acorazado de hormigón de las Filipinas

Frente a la costa de Filipinas, lo que parece ser un enorme barco de guerra encallado es en realidad Fort Drum, o la isla de El Fraile, un puesto militar abandonado que aún conserva oxidado parte de su impresionante armamento.

acorazado de hormigón
Finalizada la guerra hispano-estadounidense, conocida popularmente como guerra de Cuba, acaecida en 1898, Estados Unidos necesitaba reforzar las defensas de los territorios recién conquistados a España, como Puerto Rico o Filipinas. Con la finalidad de proteger la bahía de Manila, la capital de Filipinas, se decidió que, en lugar de estacionar valiosas fuerzas navales en el puerto, se establecería una plataforma de defensa permanente en la pequeña roca conocida como Isla El Fraile, apoyada por artillería en otras islas de la entrada a la bahía.

La isla, que era fundamentalmente un agreste peñasco, fue dinamitada y nivelada casi hasta el nivel del mar por ingenieros del ejército estadounidense y construida prácticamente desde cero con hormigón armado.

acorazado de hormigónEl diseño realizado por el Departamento de Guerra y la Junta de Fortificaciones recordaba mucho a un acorazado de la época. Con dos niveles de cubierta superior, se montaron como piezas principales dos torretas con cañones dobles de 356 milímetros como armamento principal. Como armas secundarias se montaron en los costados dos pares de cañones navales de 152 milímetros en unas casamatas de acero. Como defensa antiaérea disponía de dos cañones antiaéreos. Las obras comenzaron en 1909 y finalizaron en 1914.

Las dimensiones de la estructura de hormigón son impresionantes: 110 metros de largo, 44 de ancho y 12 de alto. El grosor de la estructura era de  algo más de 6 metros en la cubierta mientras que las paredes externas iban de los 7,6 hasta los 11 metros.​ En su interior se encontraban los alojamientos para la dotación de 240 soldados, los generadores eléctricos, depósitos de munición y otras salas, como las de mapas o la de las bombas de agua.

acorazado de hormigón
Sobre la cubierta se instaló una una torre de control de disparo en un mástil de jaula de 18 metros de alto, muy similar al de los navíos de guerra de la época. Incluso se construyeron unas edificaciones de madera que cuando los Estados Unidos entraron en la Segunda Guerra Mundial se eliminaron para dar a las torretas giratorias un mayor rango de giro, que era de 230°, la delantera y 360° la trasera. El acorazado de hormigón en que se había convertido Fort Drum era altamente defendible y mostraba una silueta imponente al enemigo.

El 2 de enero fue atacado por bombarderos japoneses y diez días después fue reforzada por un cañón de 76 milímetros para defender la "popa". En febrero sufrió también un intenso ataque artillero. El fuerte estuvo operativo hasta el 6 de mayo de 1942 cuando se rindió tras caer Corregidor. A pesar del fuerte asedio al que fue sometido tan solo 5 soldados fueron heridos. A partir de ese momento Fort Drum estaba en manos japonesas, que lo mantuvieron hasta 1945.

acorazado de hormigón
El 13 de abril de 1945 las tropas estadounidenses ya habían retomado Manila y solo quedaba el acorazado de hormigón en manos japonesas, como sucedió cinco años antes, pero en este caso las tropas japonesas se negaron a rendirse y se ocultaron en el interior. Días antes, sucedió lo mismo en Fort Hughes, también situado en la bahía de Manila. En este caso los norteamericanos bombearon gasolina y gas-oil que prendieron con balas trazadoras.

En Fort Drum repitieron la operación bombeando la mezcla inflamable por los respiraderos y prendiéndola con mechas retardadas. El fuego y el calor extremo se mantuvo en el interior durante 14 días. Toda la guarnición japonesa, formada por 69 hombres, murió carbonizada.

Finalizado el conflicto, Fort Drum, desgarrado por la guerra, simplemente fue abandonado, dejando sus imponentes armas oxidarse lentamente como un barco fantasma inamovible.


Para saber más:
Concrete Battleship: Fort Drum, El Fraile Island, Manila Bay, de Francis J. Allen
Concrete Battleship
Alchetron
Fronta
Vista al Mar
Wikipedia
Historia Cultural

domingo, 27 de septiembre de 2020

El éxodo europeo del fin de la Segunda Guerra Mundial

Del fin de la Segunda Guerra Mundial, lo que más recordamos es la alegría y la fiesta. Sin embargo, el fin del conflicto no puede resumirse en la inmensa euforia de la vitoria. Para millones de personas anónimas la paz trajo la decepción, la miseria y el exilio. Después de tanto horror la guerra no había terminado para ellos.

El éxodo europeo del fin de la Segunda Guerra MundialEn 1945, los mandatarios de la potencia vencedoras decidieron la suerte de Europa. En la conferencia de Yalta, y después en la de Postdam, se repartieron el continente y decidieron el destino de millones de personas, provocando el mayor éxodo de población de la historia. Más de 15 millones de hombres mujeres y niños, fueron expulsados de su lugar de origen; arrancados de su hogar y sus raíces para siempre.

Cuando en 1944 el avance soviético se acercaba al corazón del III Reich, para muchos ciudadanos de los territorios ocupados, no era realmente una liberación. Que un tirano les liberara de otro no era una liberación. Para ellos era una ocupación.

En Yalta, Stalin logró convencer a Roosevelt y Churchill de su deseo de ampliar la Unión Soviética hacia el Oeste. Finalmente Polonia y los Países Bálticos fueron las victimas del expansionismo del líder soviético, con el beneplácito de los lideres occidentales.

Cuando las tropas soviéticas entraban en las ciudades liberadas no dejaban nada para la población civil de origen alemán. No importaba el sufrimiento de los perdedores. Otro problema fue cuando iban liberando los campos de concentración y de trabajo. La alegría inicial de la liberación y el deseo de volver a casa y reunirse con sus familias era tan solo una ilusión. Alemania estaba totalmente en ruinas. Carreteras, puentes y líneas de ferrocarril estaban destruidos. Era el caos.

El éxodo europeo del fin de la Segunda Guerra Mundial
En los campamentos de desplazados los originarios de los territorios tomados por Stalin, tenían miedo de volver a su tierra natal a pesar de que se les decía que sus países habían sido liberados. Había terminado el yugo de los nazis y ahora era el de los soviéticos.

El golpe final se dio en la conferencia de Postdam, cerca de Berlín, cuando se decidieron definitivamente las zonas de ocupación de las diferentes potencias que previamente se decidieron en Yalta. En el Este la línea Curzon, 300 km hacia el oeste, delimitaba las nuevas fronteras de Polonia y la Unión Soviética y en el Oeste el limite polaco con Alemania se situaba en los ríos Óder y Neisse, mas allá de las fronteras previas a la guerra.
Estas demarcaciones provocaron que territorios alemanes se convirtieran automáticamente en polacos, como Breslau, que paso a llamarse Wroclaw. Otras zonas antes polacas y alemanas pasaran a la URSS como Könisberg que fue rebautizada como Kaliningrado.

En la conferencia decidieron crear estados que fueran étnicamente homogéneos. Decidieron como y dónde debía vivir la gente. La solución era expulsar a los que no fueran originarios de los diferentes territorios. En Polonia y Checoslovaquia, fueron especialmente salvajes, en especial con los de origen alemán que en ocasiones fueron masacrados como venganza. Más de 12 millones de alemanes habían sido expulsados de Checoslovaquia, Polonia y Hungría. Lentamente los aliados fueron organizando transportes para llevar a los millones de familias desplazadas hasta las nuevas fronteras alemanas. En eso transportes murieron un importante número de personas. En el invierno de 1945 millones de desplazados alemanes se apiñaban en cientos de improvisados campos de refugiados, en las ruinas de una Alemania devastada.

El éxodo europeo del fin de la Segunda Guerra Mundial
La política acordada en Postdam no solo afectaba a los alemanes, también se aplico a otras poblaciones como las ucranianas y polacas. A partir del 19 de agosto de 1945, en que se estableció definitivamente la frontera ruso-polaca cerca de un millón y medio de polacos tuvieron que abandonar su tierra, que ahora formaba parte de la repúblicas soviéticas de Lituania, Ucrania o Bielorrusia. Para expulsarlos se creó el eufemisticamente llamado Comité Nacional de Repatriados. Mientras Polonia hacia lo mismo con los 800.000 ucranianos que vivían en sus territorios.

Territorios que durante siglos habían pertenecido a una nación, por culpa de una cruel guerra y el ansia de poder, ahora eran de otro país. Dónde generaciones de polacos habían vivido ahora son de Ucrania. Dónde familias alemanas, que se remontan a la edad media, tenían sus vidas y sus ilusiones de futuro ahora vivirán ciudadanos polacos. Muchos de esos territorios antes eran un crisol de nacionalidades y razas, donde había matrimonios entre ucranianas y polacos o checos y alemanas. En nombre de la paz cerca de 20 millones de hombres mujeres y niños fueron expulsados de su tierra natal perdiéndolo todo.

Para saber más:
Continente salvaje: Europa después de la Segunda Guerra Mundial, de Keith Lowe
Nueva Tribuna
Magnet
Cádiz Noticias
Clases de Historia

lunes, 22 de junio de 2020

La estación fantasma de Down Street

Localizada en Mayfair, en el oeste de Londres, Down Stret es una estación del metro en desuso. De la cerca de una veintena de estaciones que están fuera de servicio es la más conocida del metro de Londres.

Down Street estuvo un periodo relativamente corto en servicio. Fue inaugurada el 15 de marzo de 1907 por la Great Northern, Piccadilly and Brompton Railway, tres meses después de que se abriera el resto de la linea de Picadilly. Nunca fue una estación rentable y solo en algunas ocasiones los trenes se detenían en ella ya que está situada en una zona residencial de viviendas de gente adinerada que no solía usar el metro. Su baja rentabilidad, junto a su proximidad a otras estaciones provocó su cierre el 21 de mayo de 1932.

Ya cerrada se convirtió en fundamental durante la Segunda Guerra Mundial, cuando fue transformada en secreto en un búnker por el Railway Executive Committee que controlaba los trenes en Gran Bretaña durante la guerra. La transformación se llevó a cabo reforzando los techos de los corredores y la zona de plataformas con acero y hormigón. Se instalaron puertas de acero y los conductos de ventilación se mejoraron con filtros para prevenir ataques con gas. El ascensor de estilo Eduardiano se quitó para aprovechar el hueco como sistema de ventilación adicional.

Durante los primeros compases de la guerra, Winston Churchill y su Gabinete de Guerra usó este refugio mientras las "Cabinet War Rooms" (Salas del Gabinete de Guerra) en Whitehall no estaban disponibles. Las plataforma estuvieron divididas en estancias mediante tabiques de ladrillo para su uso como oficinas, diversos espacios almacenes y dormitorios. Cuando estuvo establecido en Down Street, Churchill lo llamó "el Granero" debido a las corrientes de aire que silbaban cuando los trenes pasaban.

De su uso durante la Segunda Guerra Mundial aún quedan muchos rastros con varios aseos, zonas de trabajo, un fregadero de la cocina y unos azulejos pequeños y cuadrados de cerámica con la letra G que marcaba el lugar de una puerta a prueba de gas instalada como prevención ante un ataque de gas tóxico por parte de los Alemanes durante el Blitz.

Físicamente, la estación de Down Street solo se puede visitar previa petición y con un guía. Otra forma de hacer una visita virtual a través la página web de la Estación de Down Street en el sitio de la Historia del Metro de Londres.
Las "Cabinet War Rooms" forman parte del Imperial War Museum y están abiertas al público. Es una interesante visita para turistas y aficionados a la historia de la Segunda Guerra Mundial.


Para saber más:
Gizmodo
ABC
Underground History
Exordio

lunes, 11 de mayo de 2020

Los españoles de Oradour-sur-Glane

Oradour-sur-Glane a veces es comparado con Belchite, el pueblo aragonés abandonado tras la Guerra Civil. Belchite es el recuerdo de una guerra civil, la peor de las guerras y las ruinas de Oradour-sur-Glane son el testimonio de la barbarie nazi llevada a cabo contra probación civil en un país ocupado.

En Oradour-sur-Glane, en la tarde del 10 de junio de 1944, 643 personas, entre ellas, más de 200 niños, fueron asesinadas por una unidad perteneciente a la División SS Das Reich, al mando del SS-Sturmbannführer Adolf Rudolf Reinhodl Diekmann, en su camino al frente, en Normandía. El pretexto era que en la población se escondía armamento de la resistencia. 

De los niños, tan solo uno de ellos logró salvarse. Ese día tocaba vacunación y todos se encontraban en la escuela.

Tras separar a los hombres de las mujeres y los niños, los hombres son ametrallados y luego quemados. Las mujeres y los niños son encerrados en la iglesia donde son asesinados disparando su ametralladoras a través de las puertas de madera, tirando granadas de mano al interior. Después incendian el edificio.

Cuando se pudo sofocar el incendio, el espectáculo era dantesco. Había cadáveres de bebés dentro del confesionario, escondidos por sus madres en un intento desesperado por protegerlos. Había cuerpos quemados y desmembrados por las explosiones de las granadas. Otros murieron asfixiados, aplastados o cocidos por las altísimas temperaturas que se alcanzaron en el interior de la iglesia. Apenas una cincuentena eran reconocibles.

Entre las víctimas se encuentran varias familias españolas.

Los españoles que vivían en la población francesa tienen todos en común que habían abandonado España tras el triunfo de las tropas sublevadas contra la República. Habían pasado por los campos de concentración franceses en el que habían sido recluidos, tras pasar la frontera. La mayor parte de ellos habían sido trasladados hasta Oradour-sur-Glane para que los hombres trabajaran, inicialmente en la cantera y luego en diversas fábricas y explotaciones en los grupos de trabajo de extranjeros.

En 1944 las familias españolas ya estaban plenamente integradas con la población francesa, aunque para el cura de la localidad eran unos ateos "hijos de Satanás" que nunca acudían a la iglesia.

Sus 18 nombres aparecen en el memorial erigido en el cementerio de la población de Oradour-sur-Glane, aunque con algunos errores. El 8 de junio de 2021, la republicana española Ramona Domínguez Gil fue reconocida como víctima de la matanza, con lo que la cifra de asesinados asciende a 643, 19 españoles.

Según los datos del Foro por la Memoria de Guadalajara, los españoles son: las hermanas Emilia y Angelina Masachs, de 11 y 8 años, de Sabadell, Carmen Silva, de 39 años, de Bilbao, que estaba casada con un francés y cuatro familias.

La familia Gil Espinosa. Formada por matrimonio Francisco Gil Egea y Francisca Espinosa y sus hijas Francisca y Pilar, de 14 años. Además de la familiar Carmen Espinosa Juanos que tenía 30 años. Todos de Alcañiz.

La familia Serrano Pardo eran José Serrano Robles y María Pardo Guirao, junto a sus hijas Armonía de 3 años y los gemel0s Paquito Jacques y Aster Jean de un año. Los tres nacieron en Francia. Los nombres de los gemelos están equivocados en la placa.

Placa colocada por el gobierno de la República en 1945
La familia Lorente Pardo. Llegaron de Barcelona y eran Antonia Pardo, de 29 años y sus hijos Nuria de 9 años y Francisco de 11.

También procedentes de Barcelona estaba la familia Téllez Domínguez. Los padres eran Domingo Téllez y María Domínguez y sus hijos Miguel, de 11 años, Armonía de 8 años y Liberto, de dos años, que nació en Oradour.


Las víctimas españolas de Oradour-sur-Glane no han recibido ningún homenaje del estado español en democracia. Solo fueron homenajeados en 1945 por el gobierno de la República Española en el exilio.

Respecto a los autores de la matanza, únicamente dos de los acusados fueron condenados a muerte, además de todos los juzgados en rebeldía. El resto, salvo un caso de absolución, fue condenado a penas de prisión o de trabajos forzados. Las dos penas de muerte fueron conmutadas por cadena perpetua en 1954. Los dos condenados salieron en libertad en 1959.

Quiero dar la gracias a Pepe Sedano Moreno, escritor de "Sin Misericordia con José Serrano", que cuenta la historia de la tragedia de Oradour-sur-Glane, por aportarme importantes datos que estaban equivocados.

Para saber más:
UNED
Foro por la Memoria de Guadalajara
Federación estatal de Foros por la Memoria
El diario
El País
Proceso