Hans-Joachim Marseille, el “14 amarillo”, por el número pintado en el fuselaje de su aeroplano, murió a los 22 años, pero pero
vivió lo suficiente para que se convirtiera en una leyenda de la aviación.
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El 1 de
septiembre de 1942, a los mandos de su Messerschmitt Me-109, derribó la friolera de 17 cazas enemigos, ocho de ellos en la misma acción, con intervalos de minutos. Los números de Marseille son espectaculares: 158 derribos, a tres por combate.
Era desobediente, insubordinado, un rebelde del aire, ignoraba la disciplina, las convenciones y las normas.
Llevaba el pelo largo, su uniforme era un desastre, se escapaba de la base y andaba siempre metido en líos de faldas. Entre sus conquistas figura Leni Riefenstahl
Siempre decía que el alcohol le ayudaba a luchar en el aire. Una vez
aterrizó con su caza en una autopista alemana para correr tras un árbol bajándose los pantalones para hacer sus necesidades.
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Cuando Mussolini le impuso la mayor condecoración al valor italiana, le comentó a Ciano si no le parecía que el Duce se creía muy importante. En una ocasión, en presencia de Hitler y el propio mariscal del Reich, preguntó en voz alta si Göring era gay. El día que Hitler le entregó la Cruz de Caballero se presentó con botas de faena; al menos no iba con unos shorts del desierto y su famosa sombrilla de colores.
Su carisma y su prestigio como piloto lo protegían, aunque para Goebbels "
es el modelo perfecto para la juventud alemana, hasta que abre la boca”.
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Tras una alocada compaña durante la
Batalla de Inglaterra, llegó a África donde todo
lo que había aprendido le convirtió en una as del aire. Convertido en pesadilla de los pilotos de Hurricanes y P-40, sus presas favoritas, comenzó a contar derribos múltiples.
La muerte no le llegó como cabía esperar a un as de la aviación, el 30 de
septiembre de 1942 un fallo del motor de su Me-109 inundó su cabina de un denso humo negro. Medio asfixiado, incapaz de ver, Marseille abrió la carlinga y colocó el avión boca abajo para saltar. Pero
en el salto se golpeó contra su alerón de cola y se precipitó sin abrirse su paracaídas hasta caer en el desierto.
Para saber más:
El País
Wikipedia
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