domingo, 4 de junio de 2023

Las 1000 grullas de Sadako Sasaki

El 6 de agosto de 1945, Sadako Sasaki era una niña de tan solo 2 años, que vivía en la ciudad japonesa de Hiroshima cuando se desató el infierno en la tierra.

Las 1000 grullas de Sadako Sasaki
A primera hora de la mañana de ese mismo día se detectó que unos aviones se acercaban a la ciudad a la vez que las gentes se afanaban en sus tareas cotidianas. A las ocho y cuarto uno de los aviones lanzó una bomba que produjo la destrucción de la ciudad. La inmensa explosión nuclear segó la vida de alrededor de 100.000 personas, y miles más perdieron la vida después, por las quemaduras, el shock o por envenenamiento debido a la radiación. En la distancia se podía ver una nube con forma de hongo de doce kilómetros de altura en donde antes estuvo Hiroshima. Este era el inicio de horror nuclear.

Las 1000 grullas de Sadako Sasaki
La pequeña Sadako, tras salir despedida por la ventana, sobrevivió a la explosión convirtiéndose en lo que se conoce en Japón como hibakushas, pero junto a su madre estuvieron expuestas a la lluvia radiactiva. Un lluvia viscosa de color negro que se les quedaba pegada. Con once años de edad los médicos le diagnosticaron que padecía Leucemia como consecuencia a la exposición a la radiación. Mientras estaba convaleciente en el hospital su compañera de habitación le relató la leyenda de las mil grullas de papel que cuenta que si se confeccionan con la técnica ancestral del Origami (papiroflexia) los dioses pueden conceder cualquier cosa que se desee. 

Sadako lo tuvo claro, tenía que curarse. No sabía cuanto tiempo le quedaba (los médicos estimaron un año como máximo) pero invirtió todo el tiempo que pudo en fabricar sus mil grullas de papel. Finalmente, la muerte la visitó el 25 de octubre de 1955, cuando tan solo había logrado crear 644. Sus compañeras del colegio hicieron las restantes y las enterraron con ella.

Según el testimonio del padre de Sadako, Shigeo Sasaki, en agosto de 1955 logró su objetivo pero continuó plegando papel hasta llegar a las 1400 grullas y las guardó en su casa. Las mil figuritas plegadas que se enterraron con la niña fueron las realizadas por sus compañeras

Las 1000 grullas de Sadako Sasaki
Para los japoneses las grullas son un símbolo de salud y paz. Cada "Día de la Paz", el 6 de agosto, llegan a Hiroshima miles de grullas de papel de todos los rincones del planeta para recordar la catástrofe humana que supusieron las bombas de Hiroshima y Nagasaki y transmitir un mensaje de paz y esperanza. En la base de la estatua de Sadako, en Hirosima, se puede leer "Este es nuestro grito, es nuestra plegaria: que haya paz en el mundo"

Para saber más:
Sadako y las mil grullas de papel, de Eleanor Coerr 

3 comentarios:

  1. Gracias Juanjo, es una historia muy hermosa y llena de sentimiento que demuestra la empatía y la solidaridad después del horror de la Guerra. Es para reflexionar. Un abrazo querido amigo.

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    1. Gracias Sonsoles. Esta clase de historias son muy inspiradoras.

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  2. La belleza contra la fealdad del mal; lo sencillo (papel doblado) contra la complejidad del odio

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