
Kersten pudo cobrar a Himmler la cantidad que quisiera, pero decidió aprovechar su situación para que sus honorarios fueran en vidas humanas. De este modo tras cada sesión le entregaba a Himmler un papel con nombres de personas que quería que fueran liberadas. La relación entre ambos se hace cada vez más estrecha, le acompaña en sus viajes y hasta permanece en reuniones del máximo nivel de las que luego informaba a los servicios secretos aliados. Incluso en una reunión, celebrada ya en los últimos momentos del III Reich, le pidió que no destruyera los campos de concentración y que permitiera que llegara ayuda humanitaria a los presos, con lo que salvo a miles de personas de una muerte segura. Tambien actuó como mediador no oficial entre la Cruz Roja y las SS.
A pesar de sus esfuerzos por salvar la vida a miles de personas, que según el Congreso Judío Mundial fueron 60.000, tras la guerra fue tratado como criminal de guerra. En 1949 fue absuelto y propuesto al Premio Nobel de la Paz en ocho ocasiones pero no fue suficiente para que prácticamente desapareciera de la Historia de la Segunda Guerra Mundial.
Para saber más:
Felix Kersten, el médico de Satán (2010). Documental de Emmanuel Amara
The Devil´s Doctor: Felix Kersten and the Secret Plot to Turn Himmler Against Hitler, de John H. Waller
La Aldea Irreductible
Ideal
Foros Segunda Guerra Mundial
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