lunes, 9 de junio de 2025

Lectura recomendada: Los españoles del general Leclerc

Esta es, sin lugar a dudas, la obra más completa y rigurosa sobre la epopeya de los españoles que lucharon en la 9ª compañía de la 2ª División Blindada de la Francia libre del general Philippe Leclerc de Hauteclocque, La Nueve

Lectura recomendada: Los españoles del general Leclerc
Joaquin Mañes Postigo usando diarios militares, expedientes individuales y memorias de oficiales como Raymond Dronne, es tremendamente exhaustivo para conta la historia real de La Nueve y desmonta multitud de mitos que han rodeado a esta unidad formada casi por entero por españoles republicanos exiliados. Ese rigor no está reñido con una prosa ágil y casi novelesca que nos va presentando a multitud de estos soldados, con nombres y apellidos para que les pongamos cara. Algunos de los mitos rotos en "Los españoles del general Leclerc" son  que ni fue la única en liberar París, ni tampoco detuvo al general Von Choltitz. Como bien dice Mañes, sí fue una cuestión psicológica el hecho de ser la primera en llegar al ayuntamiento de París, con el objetivo de calmar a la resistencia y preparar la llegada del resto de la 2ª división blindada.

La historia de La Nueve y de los demás españoles de la 2ª división blindada se empezó a escribir con la tinta de la derrota y el exilio tras la caída de la 2ª República Española. Obligados a cruzar la frontera francesa en los Pirineos en 1939 en penosas condiciones e internados en campos de concentración en situaciones no mucho mejores o abandonado España en barco con destino al norte de África. El último barco con exiliados fue el carguero Stambrook y partió del puerto de Alicante el 28 de marzo de 1939. Tras pasar cada uno por muy diversas vicisitudes como las compañías y campos de trabajo forzado, pasaron a enrolarse en la Legión Extranjera o el Cuerpo Franco de África. 

Lectura recomendada: Los españoles del general Leclerc
Cuando se alistaron a las filas del Ejército de la Francia Libre lo hicieron, entre otras razones, por una certeza: acabar con el fascismo. Habían luchado en una guerra perdida pero que no mermó las ganas de seguir combatiendo por la libertad. Para muchos su objetivo era que, una vez acabada la guerra, regresar a España y acabar con la dictadura de Franco. 

Tras luchar en el norte de África, pasaron a Gran Bretaña en donde se prepararon para cruzar el Canal de la Mancha hacia Francia. Lo hicieron a primeros de agosto de 1944 cantando "la cucaracha" y tras pasar por varias poblaciones y sufrir bajas llegaron a París el 24 de agosto de 1944 subidos en vehículos blindados con nombres españoles. Aquí no acaba su lucha.  Siguieron luchando hasta llegar a Estrasburgo y a la guarida de Hitler en Berchtesgaden, el 5 de mayo de 1945. Solo 39 españoles de los 126 que desembarcaron en Normandía llegaron hasta allí. Otro de los mitos rotos de Mañes.

Lectura recomendada: Los españoles del general Leclerc
Prologado por Carmen Góngora, familiar de uno de los hombres de La Nueve y una auténtica enciclopedia sobre esta unidad, "Los españoles del general Leclerc" es, hasta ahora, la obra definitiva sobre los españoles republicanos que cabalgaban blindados con nombres como Madrid, Guernica, Guadalajara o Santander. La obra cuenta, además, con el apoyo de la AHCC La Nueve, que se encarga de rescatar del olvido la memoria de estos españoles.

Joaquín Mañes Postigo, abogado y un tenaz investigador, ha publicado un buen número de libros centrados en los españoles que participaron en diversos ejércitos extranjeros. Algunas de sus obras son: Españoles en el Ejército Británico en la II Guerra Mundial, Españoles en la Legión Extranjera Francesa, Añoranzas hispanas de la Legión Extranjera o Soldados sin bandera. “Los españoles del general Leclerc”, está editado por Pinolia y se puede comprar en tu librería de confianza, en plataformas y en la web de la editorial.

También puedes aprovechar y conseguir un ejemplar firmado en la Feria del Libro de Madrid, el día 14 de junio, de 18 a 19 horas, en la caseta 145.   


domingo, 1 de junio de 2025

La Francia de Vichy

De los regímenes colaboracionistas, el francés es el más complejo de todos. Después de la derrota de 1940, el general Pétain dirige el estado que, surgido de la zona del país no ocupada por los alemanes, tiene su capital en la ciudad de Vichy. Sus fuertes rasgos autoritarios y corporativos reúnen las tendencias fascistas, antisemitas, nacionalistas y de catolicismo extremista que se extendieron por el país en los años treinta.
La Francia de Vichy

En el variado panorama del colaboracionismo francés hay intelectuales nacionalistas que se mueven en torno a al semanario "Je Suis Partout" (Estoy por todas partes), como Robert Brasillach, los nacionalistas de extrema derecha de "Action Française" (Acción Francesa), los radicales empapados de la ideología fascista, como Jacques Doriot, políticos como el primer ministro Pierre Laval (defensor de la reconciliación entre Francia y Alemania y anti-británico) que se oponen a la actitud sumisa de Pétain. Este tratará de promover hacia el III Reich una cooperación económica, logrando evitar que Francia entre en guerra contra los Aliados. Pétain quiere que Francia se integre en el "Nuevo Orden" europeo como antigua gran potencia, pero con autonomía.

La Francia de Vichy
Cuando la dureza de la ocupación alemana se acentúa, crece la resistencia interna y los derroteros del conflicto empiezan a volverse contra la Alemania nazi, comienza a prevalecer la postura de Laval, que no duda en entregar a 700.000 judíos franceses para su deportación, lo que da lugar a la tristemente célebre redada del Velódromo de Invierno, organizada del 16 al 17 de julio de 1942, la redada más importante realizada en Francia contra los judíos. Se establece el servicio de trabajo obligatorio a petición de Fritz Sauckel, comisario del Reich encargado de la requisa de mano de obra francesa . Entre mediados de 1942 y mediados de 1944. 600.000 trabajadores franceses son enviados a Alemania para trabajar en la industria de guerra. Muchos otros son enviados a la construcción de las infraestructuras defensivas de la Muralla Atlántica, que pretende defender la costa francesa de un posible desembarco aliado. Estas y otras políticas, llevó a Pierre Laval al pelotón de fusilamiento, acusado de alta traición. Se caracterizó como firme defensor de la victoria de la Alemania nazi, incluso Hitler dijo de el que era el colaboracionista más eficaz de Francia

La Francia de VichyLa policía y los paramilitares de la Milicia Francesa, creada por el régimen de Vichy en 1943, estuvieron estrechamente vinculadas a la Gestapo y a las SS para combatir a la Resistencia Francesa, perseguir a los opositores a régimen y colaborar en la captura de los judíos franceses. Grupos colaboracionistas formaron regimientos militares que se unieron a la Wehrmacht en la Operación Barbarroja, llegando a formar la División Carlomagno, encuadrada en las Waffen SS, que lucho junto a los nazis hasta la Batalla de Berlín.

Las vicisitudes de régimen de Vichy, que se llamó oficialmente Estado Francés, son un claro ejemplo del oportunismo y la ambigüedad de gran parte de la población de los países que se encontraron bajo el dominio nazi. 

Laval, tras el desembarco aliado en Normandía huye a Alemania y al finalizar la guerra en Europa se fuga a España. Al llegar al aeropuerto barcelonés de El Prat, el gobierno español le obliga a continuar viaje debido a que "no se admite a ningún alto exiliado político, viniere de donde viniere". Laval se niega, es retenido en una cárcel de Barcelona y enviado a Austria. El 31 de julio de 1945, a su llegada, es arrestado y conducido al cuartel general del general de Gaulle. Igual que otros jerarcas colaboracionistas del Gobierno de Vichy es juzgado y el 15 de octubre de 1945 es fusilado.

domingo, 18 de mayo de 2025

La Casa Winter

En un impresionante valle que desemboca en la costa de barlovento, en el sur de la isla canaria de Fuerteventura, se encuentra una edificación que destaca por estar totalmente fuera de lugar. Es la  Casa Winter. 

La Casa Winter
La zona es un paraje azotado por los vientos del norte y al que solo se podía acceder por los pedregosos caminos del barranco del Ciervo a lomos de burros o camellos, aunque en la actualidad se puede llegar por angostas pistas de tierra bordeando barrancos y acantilados. La mansión fue mandada construir por el alemán Gustav Winter y en ella destaca una torre con varias ventanas que permiten observar todo a su alrededor. En su interior hay un patio al que dan varias estancias distribuidas en dos plantas. La más destacable es el gran salón con vista al océano. Todo el que se acerca al Parque Natural de Jandía desde el mirador de Cofete se queda impresionado al ver la Casa Winter, pero lo más misterioso es su historia.

La Casa Winter
La pista que llega a Cofete y Villa Winter
Existen dos versiones sobre el origen y el uso de esta gran casa. Una de ellas, y la más plausible, afirma que tan solo se construyó como uso vacacional en 1946/47, pero su actual habitante, Pedro Fumero, afirma que esto no es así. Según su testimonio, la construcción se encuentra sobre unas grutas naturales sumergidas que llegan hasta el mar, lo que permitiría que pudiesen llegar submarinos hasta la casa para abastecerse y ocultarse accediendo a través de unas escaleras al sótano. Bien es cierto que eso no se ha demostrado y las aguas de esa zona son de escasa profundidad. Además, no hay constancia de abastecimiento de submarinos alemanes, durante la Segunda Guerra Mundial, en Fuerteventura.  

La Casa Winter
Hay relatos de lugareños de la cercana aldea de Cofete que además era un sitio en el que se hacían interminables fiestas con música, alcohol y prostitutas en las que se divertían militares alemanes y que en el gran salón de la casa se encontraba un retrato de Hitler. Fumero empezó una investigación a principios de la década de los 2000 y cuenta que descubrió salas secretas a las que se accedía por pequeñas puertas, un búnker en el sótano y pasillos de aspecto siniestro que quedaron tapiados por algún motivo, además de una cocina con un diseño que recuerda a un laboratorio. En los exteriores hay restos de un gran generador eléctrico y en las proximidades lo que dice que fueron pistas de aterrizaje. Todos estos detalles hacen pensar que la Casa Winter no tuvo precisamente un típico uso vacacional.

La Casa Winter
Una construcción tan fuera de lugar, en un paraje tan desolador, la época en que se empezó a construir, además del origen alemán de su promotor, no han hecho más que fomentar la leyenda de un lugar tan singular. La verdad es que todo lo que huele a nazis resulta muy atractivo y posiblemente uno de los que enriquecieron la leyenda fuera Alberto Vázquez-Figueroa con su novela Fuerteventura.

Gustav Winter fue un hombre peculiar que durante la Primera Guerra Mundial fue prisionero de guerra y además de trabajar en varios lugares, se dedicó a la exportación de productos alemanes y construyó la central eléctrica de Las Palmas de Gran Canaria. Para mediados de la década de 1930 se convirtió en propietario de toda la península de Jandía y en 1939 empezaron los paso para construir la mansión. Hasta 1944, Winter estuvo a caballo entre Fuerteventura, la Bélgica y Francia ocupadas, obteniendo pingues beneficios en sus negocios. Pero como le pasó a Alemania, lo perdió casi todo y tuvo que escapar a España, en donde conocería a su segunda esposa y se trasladarían definitivamente a Fuerteventura. Según el mito, ordenó vallar con alambre la península y controlar el acceso con guardias armados, aunque en realidad la valla solo sirvió para controlar el ganado y no hay pruebas del control armado. Winter no llegó a vivir en la casa y en 1958 intentó venderla o arrendarla. Los primeros que habitaron la vivienda llegaron en 1965: fueron la familia Pérez Acosta que se encargaban de cuidarla, pero solo estuvieron unos tres años.

Para saber más:
Casa Winter Cofete
Casa Winter
Fuerteventura, de Alberto Vázquez-Figueroa 
Diario de Fuerteventura
Majorero
Mi pueblo