domingo, 13 de julio de 2025

El héroe más joven de la Resistencia francesa

Marcel Pinte, tenía tan solo 6 años cuando luchaba en la resistencia francesa contra los nazis y se ganó el respeto de los demás miembros de la resistencia. El pequeño Marcel tenía una gran capacidad para memorizar códigos y debido a su corta edad fue un correo excepcional.

El héroe más joven de la resistencia francesa
Apodado Quinquin, por una canción muy famosa de la época llamada “Le petit Quinquin”, era hijo de Eugène Pinte (alias Athos), un importante miembro de la resistencia en la región de Limoges, en el centro de Francia, que llegó a tener  1200 combatientes. Salía con su mochila escolar para transportar órdenes e información entre diversos grupos de resistencia cercana al pueblo de La Gaubertie, una aldea francesa perteneciente a Aixe-sur-Vienne, donde vivía.

En su casa de campo, ubicada en un lugar escondido, discreto y de difícil acceso se reunían guerrilleros de la resistencia y ocultaron a un paracaidista británico y a un operador de radio con el que se comunicaban con Londres.

Cuando en el verano de 1944 los aliados desembarcaron en Francia el grupo al que pertenecía el pequeño Marcel recibió una comunicación de Londres en la que les comunicaban que recibirían armas y pertrechos en paracaídas el 19 de agosto. Mientras esperaban al avión que les traía el material, una de las ametralladoras Sten se disparó por accidente y mató a Marcel, que recibió varios impactos.

El héroe más joven de la resistencia francesa
Marcel fue enterrado del día 21 con los honores de un combatiente y su féretro cubierto con la enseña francesa. Para evitar que la Gestapo investigara y descubriera a los guerrilleros se emitió un certificado de defunción falso. En Londres se enteraron del desafortunado incidente y en el siguiente envío los paracaídas eran negros en su honor.

Finalizada la guerra no figuró en el monumento a los caídos de su pueblo natal, pero en 1950 fue homenajeado oficialmente concediéndole el grado de sargento. En 2013 el gobierno francés le otorgó la tarjeta oficial para "combatientes voluntarios de la Resistencia". El 11 de noviembre de 2020, en el Día del Armisticio de la Primera Guerra Mundial, se honró su memoria en una ceremonia en Aixe-sur-Vienne, cerca de la ciudad de Limoges, en el centro de Francia. Oficialmente es el héroe más joven de la Segunda Guerra Mundial.

Su padre Eugène Pinte murió en 1951 y está enterrado junto a Marcel en el cementerio de Aixe-sur-Vienne.

Para saber más:
El Correo
Yahoo Noticias
El Confidencial
El Mundo
BBC

domingo, 29 de junio de 2025

La "motocicleta humana" de Hitler

El futbolista español y gallego de Ribadeo, Juan Gómez de Lecube al que se le conocía como "la motocicleta humana" se convirtió durante la Segunda Guerra Mundial en un espía al servicio de la Alemania de Hitler

La "motocicleta humana" de Hitler
Su curioso apodo le vino por ser uno de los jugadores de fútbol más rápidos en la segunda década del siglo XX, además era muy fácil reconocerle en el campo por llevar un pañuelo con el que intentaba ocultar su calvicie. Su carrera deportiva se desarrolló principalmente en el Celta de Vigo, donde marcó 14 goles en 23 partidos, el Atlético de Madrid, el Valencia y el Gimnástico de Valencia, que actualmente es el Levante. Su debut como futbolista profesional fue en la Gimnástica de Torrelavega.

Pero tras su vida deportiva, se encontraba un hombre que nunca escondió su admiración por Hitler y el nacionalsocialismo, hecho que no pasó desapercibido para Fritz Ruggeberg, el cónsul de Alemania en Barcelona. Este lo enganchó para el Abwehr en 1941 y le encargaron realizar tareas de espionaje en el Canal de Panamá para informar de los movimientos de los aliados y le dieron el nombre en clave "Dorn" (Espina).

La "motocicleta humana" de Hitler
Tras pasar por un periodo de entrenamiento en Madrid y Barcelona, fue enviado a Panamá, en donde no fue un espía demasiado eficaz, ya que los británicos se dieron cuenta muy pronto de sus intenciones e interceptaron sus mensajes que enviaba a Berlín. Fue arrestado en la isla de Trinidad y enviado a la mansión victoriana de Latchmere House (Camp 020), un centro secreto de interrogatorios de Londres, por el que pasaron otra veintena de españoles. Duramente interrogado, no abrió nunca la boca y se convirtió en su prisionero más duro. Estuvo tres meses encerrado en una celda de castigo, cuatro más estuvo incomunicado y otros dos los pasó sin poder salir de su celda. Siempre negó ser un espía y durante su encierro solicitó su libertad, pero no obtuvo respuesta. Tras finalizar la guerra fue liberado y enviado a España, donde fue un protegido del gobierno de Franco.  

En España regresó al deporte del balompié, pero esta vez como entrenador en varios equipos de las categorías inferiores como el Lleida y el Hospitalet. El 2 de mayo de 1966, Juan Gómez de Lecube falleció en Barcelona a los 62 años de edad. Posiblemente, el único futbolista que pasó de los campos de futbol al espionaje nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Para saber más:
Lecube, el futbolista de Hitler, de Oriol Jové 

domingo, 15 de junio de 2025

Entre setas y nazis

Esta seta, de la familia de los coprinus, que recibe, entre otros, los nombres de apagavelas por su forma, sombrerillo, chipirón de monte o seta de tinta, que crece especialmente en prados y cunetas con mucha materia orgánica e incluso estiércol, tuvo un papel relativamente destacado durante la Segunda Guerra Mundial

Entre setas y nazis
Este hongo, de color blanquecino, tiene un sombrero que puede tener hasta 15 cm de diámetro, con escamas superpuestas algo más oscuras. Posee un pie largo, liso y hueco de hasta puede alcanzar 30 cm de altura y 1,5 cm de diámetro. El hecho de que sus láminas cuando se pudren (se autodigieren) se vayan disolviendo hasta convertirse en una especie de tinta negra la hizo especialmente útil para los servicios de seguridad nazis. 

Esta singularidad era ya conocida desde la Edad Media y era muy utilizada por los monjes. Estos las recogían y las guardaban dejando que se pudriesen. La pasta resultante se filtraba para usar el líquido derivado como tinta para sus escritos. Este uso fue el que interesó a los nazis para crear un sistema de defensa para evitar las falsificaciones. Tanto Hitler como su entorno más cercano, especialmente los militares, firmaban todos los documentos de carácter oficial con esta peculiar tinta. Para conocer su autenticidad, en caso de duda, se observaba el documento bajo un microscopio: si se veían con claridad  las esporas, el documento era verificado como auténtico. En caso contrario, era claramente una falsificación. 

Entre setas y nazis
Pero ahí no queda la cosa. Además, el coprinus comatus, que es su nombre científico, es comestible. Abundante desde primavera hasta finales de otoño, se debe consumir en el día, mientras sus láminas sean blancas, ya que se pudre con facilidad. Pero cuidado: nunca debe tomarse con alcohol, ya que provoca el llamado síndrome coprínico. En su composición hay una sustancia común a esta familia de hongos, la coprina, que puede llegar a provocar palpitaciones, sofocos, náuseas y vómitos, aunque no son efectos especialmente graves. Pero mejor no hacer la prueba. De todas los hongos de la familia, el coprinus atramentarius es sin duda el que más reacciona al alcohol. Según la medicina tradicional china tiene efectos curativos en el aparato digestivo.

Para saber más:
La casa de las setas
Amanita cesarea
Youtube
El Correo Gallego
Clinica Medizen