miércoles, 11 de julio de 2012

La batalla de Midway

El 4 de junio de 1942, en torno a las islas Midway se enfrentaron japoneses y estadounidenses en una batalla aeronaval que cambiaría el curso de la guerra en el Pacífico.

La isla de Midway en la actualidad
En la madrugada del 4 de junio de 1942,  dos potentes escuadras, la japonesa y la estadounidense,  iniciaban un decisivo enfrentamiento aeronaval en el Pacífico por el control del al estratégico archipiélago de las islas Midway, situado a 1.800 km de Hawai y 3.200 de Japón. Posesión estadounidense y con un pequeño aeropuerto, las Midway habían sido elegidas como objetivo por Japón para evitar que Estados Unidos las utilizara como base  en los combates que libraban ambas potencias desde el 8 de diciembre de 1941, fecha en que Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial,  tras el ataque japonés contra la base naval de Pearl Harbor del día anterior.

Neutralizar dichas islas suponía para Japón extender su zona de seguridad en el Pacífico, una vez controlado desde Corea a Birmania y tras las conquistas de Filipinas, las Indias holandesas, las Salomón, las Marianas y las Carolinas…  y tras su victoria en la Batalla de Mar de Coral, el 6 de mayo de 1942.


Pero en las Midway todo cambió. Los planes japoneses fueron interceptados por la inteligencia militar estadounidense y el  ataque de la escuadra comandada por el almirante Yamamoto no cogió de sorpresa a los estadounidenses. Dos grandes formaciones chocaron tras los primeros bombardeos japoneses sobre las islas y los combates duraron hasta el 7 de junio, en que la batalla terminó con la retirada japonesa.
Los japoneses experimentaron grandes pérdidas: se hundieron los cuatro portaaviones que  habían entrado en liza: Akagi, Kaga, Hiryu y Soryu (alcanzados casi simultáneamente, con pocos minutos de diferencia) y un crucero (el Mikuma); más de 200 aviones fueron derribados o destruidos a bordo de los portaaviones y tuvieron 3.057 bajas. El aniquilamiento tan rápido de los navíos japoneses se debió a la confluencia fatal de dos factores: los portaaviones japoneses no disponían de cubiertas de vuelo blindadas, estas eran de metal simple con cobertura de madera, muy vulnerables al fuego y las explosiones. La segunda razón era que tanto los aviones en cubierta como los que estaban abajo en los hangares estaban con sus depósitos llenos de gasolina, con municiones y bombas cargadas, de tal modo que bastaba con alcanzar a uno para que el resto estallara en cadena.

El Soryu bajo ataque de los B-17
Por  parte  de los estadounidenses hubo que contabilizar el hundimiento del portaaviones Yorktown y del destructor Hamman, así como la destrucción de más de 100 aviones, embarcados o procedentes de la isla de Midway y unas 300 bajas.

El Yorktown, escorado empieza a hundirse
La batalla, que confirmó la supremacía en la lucha naval de los portaaviones sobre los acorazados, marcaría un punto de inflexión en la guerra en el Pacífico. Japón no tenía la potencia industrial de Estados Unidos y no ya no estaría  en condiciones de reponer a tiempo los efectivos hundidos. A partir de entonces, tendría que batirse a la defensiva, mientras los estadounidenses, con el apoyo de la fuerzas de la Commonwealth (Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda) pasaban al ataque.

Douglas SBD-3 "Dauntless" sobrevuelan el crucero Mikuma
Para saber más:
Wikipedia
La aventura de la Historia

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