domingo, 6 de junio de 2021

Torpederas alemanas atacan la flota del Día D

Algo más de un mes antes del famoso "Día D" en Normandía, los alemanes, realizaron un osado ataque con pequeñas unidades torpederas de la Kriegsmarine a la flota aliada del sur de Inglaterra.

Torpederas alemanas atacan la flota del Día D
Los alemanes desconocían que 300 navíos y 30.000 hombres se embarcaron desde el 27 de abril de 1944 para realizar un ejercicio de simulacro que se llevaría a cabo la madrugada del día siguiente, con munición y equipo reales, como preparativo del gran operativo que realizarían el 6 de junio. 

Aún más, ignoraban que la "Operación Tigre", como se llamaba al ejercicio, estaba supervisada desde el buque insignia, por Dwight Eisenhower, el jefe de todas las operaciones que se llevarían a cabo en Normandía y que abrirían un nuevo frente en Europa. Ya se había realizado un ejercicio con el mismo nombre, realizado por tropas británicas en 1942

La "Operación Tigre" fue un cúmulo de errores fatales: La protección aérea falló. Se demoraron las barcazas de desembarco y la cabeza de playa se llenó de confusión. Los tanques anfibios que se dirigían a la costa, hirieron con sus disparos a los soldados en la playa durante el desorden y hasta un tanque se hundió con toda su tripulación en el interior. El descontrol de las operaciones costó la vida a 749 soldados y marinos. Además, uno de los dos barcos encargados de la protección, el destructor HMS Scimitar, estaba en Plymouth en reparación.

Torpederas alemanas atacan la flota del Día D
Mientras la confusión reinaba en toda la operación, hacia las 2 de la madrugada del 28, en las cercanías de las playas de Slapton, elegidas por su parecido a la playa de Utah de Normandía, atacaron los alemanes para hundir barcos "a discreción”. Cualquier barco era un peligro potencial. Creían que estarían "vacíos", pero los aliados que reanudaban su entrenamiento simulado comenzaron a disparar, no contra los alemanes, sino contra objetivos logísticos. Estos disparos hicieron creer a los alemanes que sus 9 lanchas torpederas alemanas "Schnellboote" habían sido descubiertas. 

Por ello decidieron atacar a los buques estadounidenses que disparaban y que se encontraban cargados con vehículos y hombres que habrían de desembarcar en la siguiente fase la “Operación Tigre". Para colmo de males, el capitán de la corbeta HMS Azalea, que debía proteger a los barcos de transporte y desembarco, no avisó al resto del ataque alemán. Las baterías costeras que pudieron avistar las siluetas de los Schnellboote, no dispararon para evitar que los alemanes supieran de la existencia de las defensas costeras.​

Torpederas alemanas atacan la flota del Día D
Debido a ello, las lanchas torpederas de la Kriegsmarine
 alcanzaron varios objetivos: 

  • Al LST 531, que se hundió en menos de 3 minutos.
  • Un torpedo impactó contra el LST 289, que le destrozó la popa, pero consiguió llegar a puerto.
  • El LST 507, sufrió una enorme explosión al incendiarse el combustible y la unidad se hundió derramando gran cantidad de fuel ardiendo, mientras muchos soldados flotaban en el mar esperando el rescate.

En la incursión los alemanes no sufrieron ninguna baja.

El general Eisenhower presenció la pesadilla y ordenó que lo ocurrido fuera silenciado. No quería que ni los soldados aliados ni los alemanes supieran del coste que supuso. El ataque alemán y el desastre de la operación costaron la vida de 749 soldados y 2500 heridos, muchos de ellos con tales heridas que ya no podrían participar en el Día D. Algunas de las imágenes tomadas en los ejercicios fueron usadas en las primeras películas de propaganda como si se trataran del auténtico desembarco de Normandía. 

Torpederas alemanas atacan la flota del Día D
Un serio problema fue la seguridad. Desaparecieron unos 100 marinos y soldados y se temía que algunos de ellos hubieran sido rescatados por los alemanes, hechos prisioneros y que pudieran dar información sobre el secreto más celosamente guardado por los aliados hasta ese momento, la Operación Overlord. Aunque se desconocía la fecha podían dar información sobre los lugares de desembarco y desbaratarían toda la “Operación Fortitude” con la estaban engañando a los servicios de información alemanes.  

Ante ese peligro, Eisenhower escribió dos mensajes para ser comunicados tras el día D, uno para la victoria y que la historia recogió durante su emisión, y el otro, que recordando las amargas experiencias de Dunkerque, Dieppe y la Operación Tigre, comunicaría el fracaso del Día D.

Para saber más:
Disaster Before D-Day, de Stephen Winn 

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