domingo, 23 de febrero de 2025

Las SA de Hitler

Desde que aparecieron en 1921 como unas secciones deportivas del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) hasta que en 1934 sufriera su descabezamiento en la dramática "Noche de los Cuchillos Largos", las SA o Secciones de Asalto tuvieron un papel fundamental en el ascenso de Adolf Hitler al poder en Alemania.

Las SA de Hitler
Desarrollaron rangos paramilitares que fueron adoptados posteriormente por las SS y sus ocupaciones eran diversas: repartían folletos y octavillas, pegaban carteles, vendían la prensa del partido, recaudaban fondos y afiliaban a simpatizantes, desfilaban por las calles al son de las bandas de música militar o auxiliaban a sus camaradas desamparados en comedores sociales o con alojamiento. Las SA regentaban los Sturmlokale, una red de bares y cervecerías que servía a su vez de sede de la organización. Pero además eran tremendamente violentos, atacaban a los judíos y reventaban los actos de los partidos contrincantes, en especial los comunistas, y les daban palizas. También se encargaban de la seguridad en sus propios actos políticos.

Las SA de HitlerSu violencia en muchas ocasiones era contestada por sus rivales en un clima violento próximo en ocasiones a la guerra civil. Tanto es así que más de 400 SA perdieron la vida en las calles. Esta situación llevó a la dirección del partido a sufragar un seguro colectivo para sus miembros.

Las SA atrajeron a millones de hombres sin rumbo en una Alemania hundida por el paro. Aun así, sus miembros pagaban de su bolsillo hasta el uniforme. Una parte notable de sus miembros tenían pasado comunista, por ese motivo se decía de las SA que eran como un filete; "pardo por fuera y rojo por dentro" debido al color de sus uniformes y a su pasado político. Pero a todos ellos le unía un elemento común: su fascinación por la violencia, de hecho su consigna favorita era "nos pegamos a lo grande".

Las SA de Hitler
Hitler con Röhm (1933)
Su trabajo, dedicado en cuerpo y alma al partido, fue muy mal "pagado". De ahí su anhelada "Segunda Revolución", que le costará la cabeza a sus dirigentes tras la toma del poder de Hitler, con su líder Ernst Röhm en primer lugar. Röhm quería que el ejército del Reich se integrara dentro de las SA, por lo que Himmler y Heydrich redactaron un informe falso, que presentaron ante Hitler, donde aseguraban que Röhm pretendía usar a sus SA contra el Führer. Detenido el 30 de junio de 1934 en el Hotel Hanselbauer en Bad Wiessee fue confinado en la prisión de Stadelheim donde dos miembros del SD (servicio de inteligencia de las SS) lo mataron a balazos.

Las SA siguieron existiendo, aunque sin apenas relevancia; la mayor parte de sus miembros pasó a las SS. Sorprendentemente, el mismísimo Himmler defendió la misma posición de reemplazar a la Wehrmacht por las SS una vez acabara la guerra.

Para saber más:
Nazis a pie de calle, de Jesús Casquete
Historia virtual del Holocausto
Spartacus educational
Vivir Diario
Mundo SGM

domingo, 16 de febrero de 2025

Lectura recomendada: La desaparición de Hitler. Mitos, falacias y fraudes

Hace tiempo que no recomendaba un libro de ensayo y creo que “La desaparición de Hitler. Mitos, falacias y fraudes” de Fernando del Castillo es una oportunidad estupenda para retomar estas sugerencias.

Alrededor de la figura de Adolf Hitler se ha escrito mucho, pero mucho, y lo que queda. Algunos libros con gran acierto y otros tantos que lo único que han hecho es fomentar aún más lo que Fernando del Castillo desmonta en este interesantísimo libro. Pero pongámonos en contexto. Cuando el fin de su imperio estaba próximo, Hitler se encerró en su búnker, se casó con su compañera Eva Braun, se quitó la vida y ordenó que su cuerpo fuera incinerado para no sufrir el trágico final de su amigo Benito Mussolini, cuando fue ajusticiado y exhibido en la plaza del Loreto en Milán. Esta es la versión de la historia que se da como oficial y que diversos testigos corroboran.

Como el cuerpo no apareció, desde el primer momento han ido circulando multitud de mitos, rumores y bulos de toda índole. Todo comenzó en 1945 y en 2025, tras ochenta años siguen vigentes. Hay historias que afirman que quien fue quemado era un doble o que no era nada de eso. Otras que huyó de Alemania a través de España hasta Argentina o Brasil y hasta que se quedó en España protegido por el dictador Francisco Franco; que escapó a Japón y que llegó a la Antártida, donde los nazis tenían una base secreta. En todos los casos disfrutó de una generosa vida librándose de ser juzgado. Estas son solo una pequeña porción de las múltiples teorías sobre el final de Hitler que “La desaparición de Hitler. Mitos, falacias y fraudes” desmonta con rigor, apoyándose en toda la documentación disponible y con las declaraciones de testigos presenciales.

Para Fernando del Castillo, tal cúmulo de especulaciones tiene un punto de partida muy interesante y poco conocido. El principal nexo es, ni más ni menos, que el dictador soviético Iósif Stalin que se empeñó en hacer ver que fueron el resto de los aliados quienes facilitaron la huida y posterior vida oculta de Hitler, aunque tuvo en sus manos informes que dejaban claro que Hitler no había huido, que se había suicidado y que había sido incinerado en el exterior del Führerbunker.

En mi opinión, “La desaparición de Hitler. Mitos, falacias y fraudes” es una lectura necesaria para comprender el mito de Hitler, sus últimos días de vida y multitud de elementos fundamentales para descifrar por qué no se admitió desde el principio la muerte del Führer. Fernando del Castillo da respuesta en su libro a multitud de incógnitas y a como algo que sucedió hace ya ocho décadas sigue fascinado y manteniéndose vivo.

 “La desaparición de Hitler. Mitos, falacias y fraudes”, está editado por Sekotia y se puede comprar en tu librería de confianza, en plataformas y en la web de la editorial.

Fernando del Castillo Durán es catedrático y doctor en Hispánicas, miembro de la asociación Historiadors de Cataluña-Antonio de Campmany y tiene publicadas las novelas “El librero de Cordes”, “Memoria de la niebla”, “El sable torcido del general” y “El organista de Montmartre”, además de múltiples artículos.

domingo, 26 de enero de 2025

La bailarina de Auschwitz

El 23 de octubre de 1943, un transporte de aproximadamente 1700 judíos polacos con pasaportes extranjeros partió del campo de concentración de Bergen-Belsen, en Alemania. Llegaron en trenes de pasajeros al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, aunque se les dijo que los llevarían a un campo de transferencia llamado Bergau, cerca de Dresde, desde donde continuarían a Suiza para ser intercambiados por prisioneros de guerra alemanes.

La bailarina de Auschwitz-BirkenauUna de las pasajeras fue Franceska Mann, una joven bailarina que actuaba en el club nocturno Melody Palace en Varsovia y que probablemente había obtenido su pasaporte extranjero en el Hotel Polski en el lado ario del Gueto de Varsovia. 

En julio de 1943, los alemanes arrestaron a los 600 habitantes judíos del hotel y algunos de ellos fueron enviados a Bergen-Belsen como judíos de intercambio. Otros fueron enviados a Vittel, en Francia, para esperar su traslado a América del Sur.

Según Jerzy Tabau, un prisionero que más tarde escapó de Birkenau y escribió un informe sobre el incidente, los recién llegados no fueron registrados en Birkenau. Les comunicaron que debían ser desinfectados antes de cruzar la frontera hacia Suiza. Fueron llevados a una sala para desvestirse junto a una de las cámaras de gas y se les ordenó desvestirse. 
La hermosa Franceska llamó la atención del Sargento Mayor Josef Schillinger de las SS, que la miró fijamente y le ordenó que se desnudara por completo. De repente, Franceska arrojó su zapato a la cara de Schillinger y, cuando abrió la funda de la pistola, Franceska tomó su pistola y le disparó dos veces, alcanzándole en el estómago. Luego realizó un tercer disparo que hirió a otro suboficial llamado Emmerich. Schillinger murió de camino al hospital.

Según el informe de Tabau, los disparos sirvieron como una señal para que las otras mujeres atacaran a los hombres de las SS; A un soldado le arrancaron la nariz, y a otro le cortaron el cuero cabelludo.
 
La bailarina de Auschwitz-BirkenauLos SS pidieron refuerzos y el comandante del campamento, Rudolf Höss, llegó con otros soldados con ametralladoras y granadas. 

El informe de Jerzy Tabau, denominado "Informe del comandante polaco", se incorporó al Tribunal Militar Internacional de Nüremberg como el documento número L-022. Este informe tambien fue citado por Martin Gilbert en su libro "From the ends of the Earth: The Jews in the 20Th Century".

Según otro informe, llamado "Resistencia judía en la Europa ocupada por los nazis", también citado por Martin Gilbert, las mujeres fueron eliminadas una por una, llevadas afuera y asesinadas a tiros. Sin embargo, Eberhard Kolb escribió en su libro sobre la historia de Bergen-Belsen que todos fueron asesinados en la cámara de gas.

En 1944, dos transportes más con judíos polacos en Bergen-Belsen fueron enviados a Auschwitz-Birkenau, dejando solo a unos 350 prisioneros que tenían papeles para Palestina, Estados Unidos o documentos legítimos para países sudamericanos, según Eberhard Kolb.

Para saber más:
From the ends of the Earth: The Jews in the 20Th Century, de Martin Gilbert
Bergen-Belsen: Vom Aufenthaltslager zum Konzentrationslager, 1943-1945, de Eberhard Kolb
The Vixen Who Shot A Nazi, de Cynthia Southern (gratis para Kindle en Amazon)
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The Forgotten Feminists Museum