sábado, 6 de julio de 2013

Los interceptores voluntarios de la RSGB

Un día, un capitán con el uniforme de los Royal Signals Corps llamó a la puerta de la casa de un radio-aficionado adolescente.
El chico, de 16 años, era Bob King. Cuando fue a saludar al visitante, no tenía idea de que pronto se convertiría en un miembro del grupo conocido como los "interceptores voluntarios", unos 1.500 aficionados a la radio, reclutados para interceptar las comunicaciones de los nazis.


El capitán conocía a King gracias a la RSGB, una organización de aficionados a la radio. Muchos de sus integrantes eran jóvenes interesados en descubrir lo que podían hacer jugueteando con sus emisoras de radio.

Durante la Segunda Guerra Mundial, decenas fueron reclutados por el MI8, una división del departamento de inteligencia militar británico y el nombre encubierto del Servicio de Seguridad Radial (RSS). El objetivo de su trabajo era interceptar transmisiones secretas realizadas por agentes alemanes e italianos en el Reino Unido.

King trabajaba desde su hogar en Bicester, Oxfordshire, pero los "interceptores voluntarios" estaban en distintas partes de Reino Unido. Muchos utilizaban su propio equipo de radio para escuchar las comunicaciones del enemigo. Al principio la sede del RSS se encontraba en Londres, pero en 1940 se mudó al pueblo de Arkley, cuando los ataques alemanes pusieron en riesgo los esfuerzos hechos por interceptar y descifrar la información recibida.


A mediados de 1941, los reclutados estaban enviando unas 10.000 informes sobre las emisiones interceptadas.

Recuerda King:
Durante cinco años trabajé analizando los datos enviados por otros aficionados, miles de hojas con las señales que sabíamos eran de interés, y eso solo se podía descubrir con práctica.
Estábamos seguros que no eran comunicaciones aliadas, sino alemanas o italianas. Varias cosas los delataban, pero lo disimulaban de tal manera que parecían transmisiones de radioaficionado.
Todos sabían que era algo muy importante, todos los documentos se identificaban como "ultrasecreto", pero fue muchos años después que supieron que estaban escuchando al servicio secreto alemán. Los mensajes cifrados eran enviados a Bletchley Park, el centro más importante en Reino Unido para descifrar mensajes.


A ninguno de  los miles que se dedicaban a descifrar los mensajes se les permitía hablar al respecto, ni siquiera podían decírselo a sus familias. La esposa de King se enteró de su secreto en 1980, y ahora que se les ha permitido hablar sobre el tema, está decepcionado porque considera que a ese ejército fantasma de escuchas civiles no se le ha reconocido adecuadamente por el papel que tuvo en el triunfo de los aliados sobre los nazis, incluyendo el desembarco de Normandía.
La importancia de los 'interceptores voluntarios' radicaba en que sabían qué era lo que hacían los servicios de inteligencia enemigos, lo que creían y lo que no creían. Logramos manipularlos con ese objetivo a través de los agentes que controlábamos.
Según John Gould, organizador de las actividades a propósito del centenario de la RSGB:
Además de interceptar los mensajes, gracias a sus habilidades identificando el código Morse de los alemanes, Reino Unido pudo enterarse de los movimientos de las fuerzas alemanas. La información de inteligencia recopilada con estas interceptaciones, fue muy importante para controlar a los agentes enemigos y detectar otras actividades como posibles sabotajes.
Publicidad estadounidense de una conocida emisora de radioaficionado. 1941.
Fuente:
Terra
BBC Mundo

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